El escenario de lujo de los Premios Oscar con 40.000 cristales de Swarovski

Rocío Jiménez

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10/02/2020
Actualizado a las 10:08h.

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Un año más llegó la cita más importante del mundo del cine y, porque no, de la moda. Sí, los Oscars premian cada año a los mejores trabajos de esta factoría de sueños, muchos de esos galardones ya se atisban mucho antes de la gala -véase el Oscar a Joaquin Phoenix por su papel en Joker o el de Renée Zellweger por Judy- debido a las anteriores galas de premios, que si el Sindicato de actores, que si los Bafta, que si los Globos de Oro… pero lo que no se conoce y siempre causa expectación en los espectadores es la alfombra roja previa. ¿Qué diseños llevarán sus musas?¿quién será la mejor vestida?¿romperá con lo clásico algún invitado masculino?

Comentar los looks y valorarlos es casi un deporte nacional entre los amantes de las red carpets y esta es, sin duda, una de las más importantes, con perdón de la MET Gala. Pero el glamour hace tiempo que traspasó la alfombra roja para llegar también al mismísimo escenario donde se desarrolla la gala , es ahí donde cada año un diseñador de prestigio plasma sus ideas sobre espectáculo, moda y glamour.

Este 2020 el honor de dar forma al escenario del Dolby Theatre de Los Ángeles cayó en el diseñador y director creativo ganador del Premio Emmy Jason Sherwood . A él se le atribuyen también la creación de decorados para estrellas de la música como Sam Smith o las Spice Girls. Sherwood fue contratado para renovar el espíritu de los Oscar y, de paso, para hacerlo un poco más pop, y vaya si lo logró.

El diseñador explicó para la revista Architectural Digest que su concepto es como “un ciclón escultórico donde el glamour de Hollywood y el arte cinematográfico pueden combinarse visualmente”. Y agrega: “las películas del año provienen de todo el mundo y cruzan el tiempo y el espacio en sus temas, historias y alcance global. Quería crear un diseño que se sintiera tan complejo, abarcador y dimensional como el impacto cultural de las películas mismas .”

Para hacer realidad sus ideas, el artista se sirvió, una veza más, de la firma Swarovski y de los más de 40.000 cristales que le suministraron y que le permitieron crear un diseño envolvente y una espiral central giratoria que acaparó todas las miradas de los asistentes . No cabe duda de que esta increíble representación con la que soñaba Sherwood estuvo a la altura de una cita de tal envergadura.

En una ceremonia en la que, uno año más, no hubo presentador oficial, pero sí mucha música, momentos emotivos y alguna que otra sorpresa, el escenario se convirtió en un protagonista más, por su brillo, originalidad y diseño , tal y como lo hizo la alfombra roja, que en esta edición incluyó un guiño ecologista al incorporar decoraciones vegetales junto con los ya clásicos rojo y dorado.