«Sí a la vida, no al aborto»: Recoletos se tiñe de verde con la marcha provida
Testimonios de familias y un minuto de silencio por los no natos cierran el evento. Esta ha sido la 15 edición del encuentro
Sumar propone blindar el aborto en la Constitución e Igualdad replica que «no se dan las condiciones»
El marzo más lluvioso de la historia en Madrid dio tregua este domingo a la Plataforma Sí a la Vida –integrada por más de 500 asociaciones y más de 400 voluntarios– y a la sociedad civil que se unió a una marea verde de globos y familias para recorrer el centro de la capital. Se trata de la tradicional marcha antiabortista, un movimiento que va «a contracorriente», dicen, de la «impuesta cultura de la muerte». Esta jornada ha sido la decimo quinta edición. La organización cifró la asistencia en 40.000 personas, mientras que la Delegación del Gobierno lo rebajó a unas 5.000.
«Viva la madre que me parió», lució una de las pancartas más grandes del día que venía desde Mairena de Alcor, Sevilla. Celebraron el Día Internacional de la Vida que, aunque se conmemora anualmente el día 25 de este mes, es decir, el martes, prefirieron citarse este domingo para facilitar el desplazamiento desde distintas ciudades del país. «Sí a la vida, no al aborto», fue el lema más coreado.
El recorrido fue corto: desde la madrileña calle Serrano en su cruce con Goya hasta la Fuente de Cibeles. Pero allí en el Paseo de Recoletos esperaba un escenario con la música del grupo Green Velvet, testimonios de padres y el tradicional latido fetal en directo. También se realizó un minuto de silencio por los fetos abortados que cerró con la suelta de los globos.
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«Es una marcha de mucha alegría y de compromiso, porque estamos defendiendo algo que nos atañe a todos, que es la vida, y porque está respaldado por asociaciones que a lo largo de todo el año están al servicio de la vida humana en sus distintas etapas. Es una forma de decir que aquí estamos y no nos vamos a conformar con que se pretenda normalizar la cultura de la muerte y las leyes que quitan la vida y que consideran un derecho», dijo en declaraciones a ABC Alicia Latorre, coordinadora de la plataforma. También añadió que es un «compromiso intrageneracional» y que casi todos los voluntarios son gente joven.
En la primera semana de marzo, la ministra de Igualdad, Ana Redondo, manifestó su interés en estudiar la posible inclusión del aborto como un derecho en la Constitución Española, siguiendo el ejemplo de Francia. También partidos de la izquierda como Sumar, socio de gobierno del PSOE, están buscando apoyos parlamentarios para impulsar desde el Congreso de los Diputados ese blindaje del aborto en la Carta Magna.
Desde fundaciones como REDMADRE, presidida por María Torrego, reclaman a los gobiernos y administraciones más ayudas económicas y sociales para impulsar la maternidad y el acceso de todas las personas a una atención médica integral que ayude a las familias: «Necesitamos que nos proporcionen recursos para ofrecer el apoyo que necesitan las mujeres que deciden seguir adelante con su embarazo, a pesar de las dificultades».
«Un milagrísimo»
Uno de los testimonios públicos iba en este sentido. María Elena explicó desde el escenario de la mano de su quinto hijo que cuando estaba embarazada acudió a una clínica abortiva y a las puertas se encontró con voluntarios de una organización que la convencieron de que podría salir adelante. Ella y su pareja tenían miedo de no tener la capacidad económica para criar a los cinco niños después de perder el trabajo.
Marta y Miguel, padres 9 hijos, celebraron tener a su noveno hijo a pesar de tener el raro síndrome de Prune Belly y pidieron más inversión en investigación para mejorar la calidad de vida de estos pacientes, así como una mejora en las ayudas a las familias y cuidadores. Luego, se escuchó en directo el corazón de Jesús, de 26 semanas, en el vientre de Isabel Rivero, a la que habían dicho ser infertil y que no podría tener hijos. «Un milagrísimo», dijo María, su ginecóloga, allí presente también.
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