El joven al que todos pegan y nadie hace nada para evitarlo
«Por favor hablad con vuestros hijos», el llamamiento de una madre provoca la reacción de todo un pueblo contra el 'bullying'
Los centros educativos prometen colaboración para evitar el hostigamiento a Haitz, un joven con discapacidad al que acosan desde hace cuatro años
Encuentran a un bebé en una bolsa de deporte en Barcelona

«Por favor, hablad con vuestros hijos». Es el llamamiento desesperado de una madre de la localidad vizcaína de Amorebieta. El mensaje lo ha publicado a través de las redes sociales, y también ha acudido en persona a los colegios de la zona para hablar con sus directores. Es la única manera que ha encontrado para conseguir que los jóvenes del municipio, de poco más de 19.000 habitantes, dejen de hostigar a su hijo. Su mensaje de auxilio ha provocado una reacción multitudinaria entre los vecinos, que este fin de semana no han dudado en mostrarle su solidaridad.
Haitz tiene 18 años y sufre una discapacidad intelectual. Desde hace cuatro años las cuadrillas del municipio parecen haber encontrado en burlarse de él una forma de entretenimiento. ABC se ha puesto en contacto con el entorno de la familia, que ha preferido no hacer declaraciones porque aseguran sentirse abrumados por la repercusión que ha tenido el caso, aunque la madre ha plasmado lo ocurrido en redes sociales.
Lo ha hecho precisamente después de vivir un episodio de «acoso» e «insultos» que le hizo temer por la integridad de su hijo. Según relata en un grupo de Facebook que reúne a vecinos del municipio, se encontraba «tomando algo» en un bar del pueblo cuando su hijo decidió ir «a por un kebab». «Cuando ha vuelto he visto que había una cuadrilla de por lo menos 20 chavales siguiéndole y acosándole», asegura.
Al parecer, era un grupo de unos veinte jóvenes menores de edad, «de entre 12 y 18 años», que le seguían mientras le gritaban insultos. Explica que ya ha denunciado lo ocurrido, pero también ha pedido a las familias que hablen con sus hijos y les expliquen que lo que ellos entienden como un juego afecta seriamente a su hijo. «Se ríen mucho haciendo cabrear a mi hijo pero él no tiene ganas de vivir», lamenta. «Igual algún día tocan a vuestra puerta para deciros que tenéis una denuncia», advierte en el mensaje abierto a todos los progenitores de la zona.
Ayuda de los centros educativos
La mujer también decidió hablar con los equipos directivos de los centros educativos de la zona. Al fin y al cabo su hijo no es alumno, pero sí lo son los jóvenes que le increpan. Su petición ha tenido tan buena acogida que ha dado lugar a una ola de solidaridad con Haitz en el municipio. Este fin de semana los vecinos secundaron de forma masiva una concentración en apoyo de Haitz y en contra de cualquier tipo de bullying.
Muchas de las familias que se acercaron hasta la céntrica plaza de Amorebieta lo hicieron alarmados tras enterarse de la situación en los centros escolares donde estudian sus hijos. «Esto se ha convertido en un juego para los chavales, pero para la familia es una situación dolorosa e insoportable que se está alargando en el tiempo», puede leerse en la carta que ha enviado la ikastola Andramari, uno de los centros educativos a los que acudió la mujer en busca de ayuda, a todas las familias.
En ella explican que ya están «trabajando» con los alumnos para «impulsar la convivencia» y piden también un esfuerzo a los padres. «Entre todos podemos evitar que situaciones como esa se repitan», añaden. Entre los asistentes a la concentración también estaba Aitor San Millán, uno de los directores del centro. En declaraciones a la radio pública vasca, se mostró especialmente preocupado por cómo la violencia se está normalizando en las relaciones entre los jóvenes.
MÁS INFORMACIÓN
«Es una madre coraje», describía Janire Zarraga, amiga de la familia que ejerció como portavoz al término de la protesta. Ante los medios de comunicación insistió en lo «injusto» de la situación e hizo un llamamiento a «pararlo». «No podemos permitir que un chico con tanto talento sufra por una pequeña deficiencia», insistió. No parece fácil actuar a nivel policial, dada la edad de la mayoría de agresores, pero desde el Ayuntamiento de Amorebieta también están trabajando en un plan de convivencia que devuelva la tranquilidad a Haitz y a toda su familia.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete