Cataluña incumple la cuota de español al comprar libros con cargo a fondos europeos
Aceptó 900.000 euros de subvención para renovar su fondo bibliográfico a condición de que el 50% de los nuevos títulos fueran en castellano
El Gobierno condiciona ahora la ayuda para la compra de libros a que el 50% sean en español
La Aemet avisa de lluvias torrenciales en algunas comunidades de España: hasta 140 litros en estas zonas de la Península
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Aceptó una ayuda europea de 900.000 euros para renovar los fondos de sus bibliotecas públicas en 2022 transigiendo con una condición impuesta por el Ministerio de Cultura: que al menos «el 50 por ciento de los nuevos títulos estuvieran redactados en castellano ... en las comunidades con dos lenguas cooficiales». Sin embargo, finalmente, pese a aceptar la subvención, Cataluña ha incumplido la cuota de español.
Según datos facilitados a la Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB) por el Gabinete de Innovación Digital de la Diputación de Barcelona, y los Servicios Digitales del Servicio de Bibliotecas del resto de Diputaciones (Gerona, Tarragona y Lérida), sólo un 38,8 por ciento del total de los libros adquiridos por estas instalaciones públicas en 2022 están redactados en castellano, porcentaje muy por debajo del exigido por el Ministerio de Cultura para acceder a la subvención europea. En el caso de los libros infantiles únicamente el 19,39 por ciento de los adquiridos ese año están redactados en español, mientras que en los dirigidos al público juvenil y adulto el porcentaje asciende hasta el 36,4 por ciento y el 49,4 por ciento, respectivamente. Sólo en Barcelona, en el caso de libros dirigidos a público adulto, se sobrepasa de poco el 50 por ciento, aunque en el cómputo global por demarcaciones la cifra se sitúa de nuevo por debajo de la exigida.
«En ningún caso se llega al mínimo del 50 por ciento y esto es un claro incumplimiento por el que el Gobierno debería pedir responsabilidades a la Generalitat», denuncian en declaraciones a ABC portavoces de la AEB. El Ministerio de Cultura abrió en 2021 una línea de subvenciones destinadas a la compra de libros para las bibliotecas públicas estatales.
A través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia el Gobierno anunció una partida de diez millones de euros procedentes de fondos europeos destinados a la compra de volúmenes en papel para estas instalaciones públicas en 2022. Uno de los requisitos para acceder a las ayudas (en el caso de Cataluña ascendían a 900.000 euros) era, en caso de ser una comunidad con dos lenguas oficiales, que al menos la mitad de los nuevos ejemplares estuvieran redactados en castellano, tal como avanzó este diario en su edición del 23 de noviembre de 2021. «El acuerdo alcanzado con las comunidades autónomas para su distribución respeta y fomenta el plurilingüismo dentro de los parámetros de la Constitución. Es por ello que se ha establecido que se pueden adquirir los títulos por parte de las comunidades como consideren oportuno siempre que en las que tengan dos o más lenguas oficiales, o lengua con algún tipo de reconocimiento en su estatuto, al menos el 50 por ciento adquiera el fondo en castellano«, señalaron entonces desde el Ministerio de Cultura en declaraciones a ABC.
La nueva instrucción acordada con las comunidades para garantizar una proporción razonable de lecturas en la lengua oficial del Estado se cerró el 23 de julio de 2021 en el marco de la Conferencia Sectorial de Cultura , la primera reunión presencial del pleno de este órgano desde el inicio de la pandemia, que fue presidida por el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta. La Generalitat se opuso en un primer momento a la medida que se aprobó «con los votos en contra de Cataluña, Madrid, Galicia, Andalucía, País Vasco y Murcia, y la abstención de Castilla y León». «Cataluña no comparte el criterio de reparto de los 10 millones de euros, ya que, a diferencia de lo que se había hecho anteriormente, no se ha tenido en cuenta el número de habitantes de cada comunidad», apuntaron desde el departamento de Cultura de la Generalitat. Subrayaron, asimismo, que es la primera vez que se establecía una cuota lingüística.
«Tenemos precedentes de los convenios de colaboración entre el ministerio y las comunidades en relación a la compra de fondos bibliográficos de 2006 a 2010 y nunca se establecieron cuotas lingüísticas de ningún tipo«, aseguraron. Sin embargo, finalmente, el gobierno catalán aceptó las ayudas de 900.000 euros para la renovación del fondo bibliográfico de la comunidad, según confirmaron a ABC fuentes de la consejería. De haberse cumplido el acuerdo, en Cataluña se hubiera dado un vuelco a la situación actual, al menos en lo que a volúmenes infantiles se refiere. Por su parte, fuentes del Ministerio de Cultura consultadas por ABC mantienen que, «el plazo de ejecución no ha finalizado todavía. Será en ese momento cuando se tengan que cumplir los requisitos de los fondos territorializados y su justificación y comprobación conforme a los principios rectores de la propia transferencia de fondos aprobados en la Comisión Sectorial de Cultura». «La ayuda era para 2022 y así consta en la convocatoria, y en 2022 no se ha alcanzado la cuota de castellano», aseguran los denunciantes.
Dos estudios de la AEB (uno que estudia el período 2017-2019 y otro centrado en 2020) coinciden en que la presencia de ejemplares en castellano es «prácticamente residual«. Si la media en 2017 era de un 34 por ciento sobre el total, en los dos años siguientes apenas alcanzaba el 25 por ciento. En 2020, los libros en español solo representan dos de cada diez nuevas adquisiciones.
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