En Cuarentena
Independencia
Ante situaciones convulsas, en las hermandades siempre se han producido alianzas, enfrentamientos y disputas de diversa índole, con el objetivo de realizar su santa voluntad siempre y cuando no se llegara a mayores, o incluso llegando
La Madrugada de Sevilla, en directo
Si algo se deduce del magnífico libro que ha publicado la doctora en Historia del Arte Rocío Plaza, titulado 'Los orígenes modernos de la Semana Santa de Sevilla. Las cofradías en guerra (1808-1820)' es la absoluta tozudez de las hermandades y cofradías de Sevilla ... por sobrevivir en su independencia e individualidad. Ni las guerras, ni las revoluciones, ni los expolios, ni siquiera los cambios políticos tan trascendentales como la imposición de un rey como lo fue José Bonaparte, pudieron acabar con la tradición y la religiosidad de estas comunidades de fieles, que si bien dejaron de realizar su estación de penitencia durante algunos años, resurgieron con fuerza y determinación superando los distintos avatares a los que las enfrentó la historia durante la época de la invasión francesa.
En el libro de la profesora Plaza descubrimos cómo a lo largo de estos doce años que se suceden desde la llegada de las tropas francesas hasta la proclamación de la primera Constitución de corte liberal de España, el Ayuntamiento de la ciudad se convierte en el principal agente vertebrador de las cofradías, creando un efecto estimulador en las mismas. Así, y gracias al poder del Consistorio, y mientras los regímenes liberales desmantelaban los bienes y poderes de la Iglesia, las estaciones penitenciales sevillanas continuaron produciéndose durante la Semana Santa. No debemos olvidar, tal como incide la autora, las influencias e intereses de los que se sirvieron las hermandades para conseguir sus propósitos que, en ocasiones iban más allá de los entierros de los hermanos o los cultos a las imágenes, y se acercaban más a los intereses propios de miembros de junta o de la corporación en sí misma.
Nada nuevo bajo el sol, pensarás ustedes. Ante situaciones convulsas, en las hermandades siempre se han producido alianzas, enfrentamientos y disputas de diversa índole, con el objetivo de realizar su santa voluntad siempre y cuando no se llegara a mayores, o incluso llegando. Hoy el Arzobispado y el Consejo de Cofradías, en permanente conexión con el Ayuntamiento, son los encargados de que la Semana Santa se celebre con normalidad y con las máximas medidas de seguridad.
Las hermandades continúan con sus guerras internas, externas y decididas a no dar su brazo a torcer en algunas cuestiones. Nos guste o no, ahí radica su esencia, que las ayudará a pervivir aún más siglos por delante. Fiel reflejo del alma sevillana que, como escribiera Chaves Nogales, consiste en «saber salir a la superficie de su serenidad después de haber recorrido el laberinto de sus requerimientos sentimentales». Así sea.
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