economista jefe de deutsche bank
Rosa Duce: «Los jóvenes tendrán pensiones, pero no serán suficientes para mantener su nivel de vida»
«El aceite de oliva es el producto que más riesgo tiene ante unos aranceles de Donald Trump»
«Europa necesita invertir para volver a estar en el mapa»

La jefa de inversión de Deutsche Bank en España, Rosa Duce, tiene claro que los jóvenes tendrán pensiones en el futuro, pero que estas serán «insuficientes» para mantener su nivel de vida. La causa es que, según vaticina, la diferencia entre los salarios y ... las pensiones será cada vez más amplia.
Esta economista recomienda a Europa que «invierta» para poder volver a estar en el mapa y considera que las entidades bancarias del Viejo Continente deben ser «fuertes» para competir con el resto del mundo.
Duce cree que el mercado ha hecho una lectura positiva del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. «Favorecerá a la economía de su país, la primera potencia del mundo, eso nos beneficia a todos», zanja.
Sin embargo, se muestra preocupada por el sector agroalimentario y, especialmente, por el aceite de oliva, «el producto que tiene más riesgo» ante la posibilidad de que el presidente de Estados Unidos interponga nuevos aranceles.
—¿Habrá pensiones cuando me jubile?
—¡Las habrá, pero serán insuficientes! Todas las medidas en la última década han ido encaminadas a hacer que el sistema sea sostenible. Hace 25 años, la diferencia entre el salario y la pensión no era mucha. Pero la tasa de sustitución (que es el indicador que mide el poder adquisitivo de un trabajador al pasar del salario a la pensión) cada vez es más baja, acercándose así a la media en el mundo. En España era muy alta. Habrá pensiones, pero se necesitará ahorro complementario para afrontar los mismos gastos. Una persona que ahora sea joven tendrá pensión pública, estoy segura de que sí, pero también de que no será suficiente para mantener su nivel de vida.
—¿Cree que es sostenible el modelo de pensiones actual?
—Hay que dar más pasos para que sea sostenible. Nuestro problema es el envejecimiento poblacional. Hay menos trabajadores con respecto a la gente jubilada y va cada vez a peor. El sistema para ser sostenible necesita más aportadores y que esas pensiones tengan una tasa de sustitución que sea más baja.
—¿Cuáles son las claves para empezar a invertir?
—Lo más importante es tener una estrategia clara y definir el riesgo a asumir y el horizonte temporal. No es lo mismo invertir para la jubilación que para llevar el niño a Inglaterra.
—¿Y a los pequeños ahorradores?
—A la gente joven le recomiendo invertir poco dinero ahora. Con un 1% anual durante muchos años acaba siendo mucho. Es un esfuerzo pequeño y será una gran recompensa a largo plazo.
—¿Y para los ya iniciados?
—Para una cartera equilibrada, de un perfil moderado, le ponemos en variable un 35%. El tiempo al final te termina pagando. Si tienes una estrategia a largo plazo, no puedes estar continuamente entrando y saliendo. Debe ser clara en grandes bloques y hacer pequeños movimientos puntuales. La Bolsa europea pesa, pero también hay que tener americana y emergente. Hay que repartir. Lo más importante es no desviarse y no sucumbir a momentos de pánico. Si el mercado cae mucho, es el peor momento para vender. Es muy importante definir bien tu riesgo, si estás dispuesto a asumir una caída del 15% y, efectivamente, cae en ese porcentaje ni te despeinas porque solo tienes que esperar a que el tiempo te pague.
—¿Le inquieta la llegada de Donald Trump al poder?
—El mercado se lo ha tomado bien. La lectura que han hecho los inversores es que Donald Trump favorecerá la economía de su país, la primera potencia del mundo. Su crecimiento es bueno para todos. ¡Nos beneficia! Tendrá costes, pero los inversores le han comprado la estrategia. Va a tomar medidas fiscales para incrementar el crecimiento manteniendo las deducciones fiscales que ya impuso en el primer mandato. Habla de que va a bajar el tipo de sociedades al 15%, esto es una inyección económica importante. Va a poner aranceles para que la industria doméstica se vea apoyada. Al final, la lectura que se hace de la política económica americana es más crecimiento para Estados Unidos y probablemente tipos que van a bajar, aunque menos de lo que inicialmente se esperaba. ¿Y para el resto del mundo? El hecho de que la primera potencia mundial se recupere y de que China esté dando pasos para la recuperación económica es una buena noticia para todos. Probablemente en 2025 se crecerá más a nivel mundial y en 2026 aún más.
—¿No le preocupa que interponga nuevos aranceles?
—Nos preocupa a todos, pero el mercado se ha acostumbrado a este nuevo tipo de políticas. Básicamente, consiste en lanzar aranceles o amenazas muy grandes y luego negociar. Ahora está sobre la mesa unos impuestos del 25% a México y Canadá, países con los que tiene un tratado de libre comercio. Probablemente, renegociará con ambos para tener unas condiciones mejores que las actuales. Al final, es una estrategia más de amenaza y luego ya negociamos. Con China es diferente, ya tiene aranceles muy altos. El gobierno chino precisamente lo que ha hecho es diversificar su comercio y ahora vende menos en EE.UU. y exporta más a sus países vecinos en Asia. Le hace daño, pero el efecto global no es tan grande.
—¿Cuánto crecerá Europa?
—Estamos esperando a ver qué pasa con Alemania, el país europeo que más está sufriendo. Notamos en todo el mundo que el crecimiento se da por el consumo doméstico. En Alemania tiran los servicios y el consumo, pero la industria no se termina de recuperar. El índice de confianza empresarial todavía está por debajo de la barrera de expansión en la mayoría de los países. Además, ha perdido mucha competitividad con los productos de China y luego Europa tiene un crecimiento potencial muy bajo. ¿Qué estamos esperando? Un nuevo gobierno en Alemania que sea capaz de movilizar los recursos necesarios para poder invertir en el país y hacer una reconversión de su industria para convertirla de nuevo en líder. La economía europea en 2024 ha conseguido salvar el año con un crecimiento que probablemente termine en torno a 0,7, pero con muchas discrepancias entre países. Pensamos que el año que viene es probablemente que España siga creciendo por encima de la media, aunque no tanto como este año.
—El nuevo ChatGPT chino ha hecho caer en la Bolsa a algunas tecnológicas de EE.UU. ¿Europa debería ponerse las pilas en cuanto a tecnología se refiere?
—Europa necesita invertir para volver a estar en el mapa. El objetivo final es ganar en crecimiento. En EE.UU. gracias a la inversión en tecnología están ganando en productividad. Europa no es líder y debe invertir para tener mejoras en ese sentido. Será importante la llegada de un gobierno a Alemania para que se puedan tomar decisiones como retirar el techo de deuda que les impide gastar. El problema en Europa es que las decisiones son demasiado lentas.
—Europa quiere ser autosuficiente en el suministro de materias esenciales, prueba de ello es el nuevo reglamento que ha aprobado como el CRMA.
—Somos una economía que siempre dependerá de comprar en el exterior. Pensar que Europa puede ser autosuficiente es muy complejo porque no tenemos petróleo para todos los países y tampoco reservas de gas. Es verdad que Rusia nos ha enseñado que no se puede ser tan dependiente de una sola región y ese es uno de los problemas que, precisamente, tiene Alemania. Creo que Europa debe diversificar sus fuentes de energía y aprovechar lo que cada país tiene propio para intentar no demandar tanto de fuera.
—¿Cree que echará el freno en sus medidas verdes?
—Europa no va a dar marcha atrás en todo lo que tiene que ver con el camino a hacia la sostenibilidad. China también se está apuntando ahora a ello y su gobierno tiene como estrategia las infraestructuras verdes. Ese camino se va a mantener. Es verdad que en algunos sectores será más lento de lo esperado porque hay mucha competencia desde fuera y no se quiere perder competitividad.
—Esta semana hemos leído varias voces que abogaban por la concentración bancaria, ¿es necesaria?
—No diría necesaria, pero está claro que el Banco Central Europeo aboga por entidades suficientemente grandes como para que no vuelva a ocurrir lo de 2008. Se ha trabajado mucho en que sean más solventes. Ahora tienen criterios de capital muy exigentes y no se va a dar la vuelta a ese camino. Está claro que si queremos seguir compitiendo en el mundo, las entidades financieras europeas tienen que tener un determinado balance. Necesitamos que sean fuertes.
—¿Cuánto más van a bajar los tipos de interés?
—Nuestra previsión es que bajen hasta el 2%. Por debajo, no es nuestro escenario, pero podría ser. Dependerá sobre todo de cómo vaya el crecimiento en Europa, que será débil en esta primera parte del año.
—¿Cómo evolucionará la economía andaluza?
—Le ha ido muy bien. En el tercer trimestre creció un 3,5%. En ella pesan más la agricultura y los servicios que en la media de España. Siempre ha sido la comunidad con la tasa más alta de desempleo, pero las cifras se han reducido muchísimo. Está en niveles no vistos desde 2008 y avanza en creación de empleo. ¡Me parece un avance impresionante! Si se mantiene el buen comportamiento del clima y del sector servicios con la llegada del turismo, irá bien. Aunque unos aranceles de Donald Trump podrían afectarle más que a otras regiones. Las comunidades más expuestas son Andalucía y Cataluña. El aceite de oliva ha subido espectacularmente en este mercado y es el producto que más riesgo tiene. Otros productos muy exportados a EE.UU. son los materiales, pero no hay tanto riesgo. Solo los pone en productos que le hacen la competencia, como el vehículo chino. A Cataluña le afectaría más un arancel sobre los automóviles. El problema aquí es la agricultura.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete