Cine
'Los tigres', una película para cortar la respiración
Alberto Rodríguez dirige un largometraje sobre el buceo industrial protagonizado por Antonio de la Torre y Bárbara Lennie y que se rueda en un enclave de contrastes, las marismas del Odiel y el polo petroquímico de Huelva
'Los tigres', la última inmersión de Alberto Rodríguez al thriller atmosférico que se rueda en Huelva

«No habías oído nada, ¿no? ¡Tenemos que gritar más acción, chicos!». Alberto Rodríguez se levanta como un resorte de su silla de director tras observar la entrada dubitativa de Joaquín Núñez, el malagueño que obtuvo un Goya en la categoría de mejor ... actor revelación por su papel de Mateo en 'Grupo 7, durante la grabación de la secuencia 98.7 de 'Los tigres'. El calor azota en este día postrero de mayo y pese a estar a pie de ría, la sensación es sofocante en un muelle abandonado, justo enfrente del polo químico de Huelva. Detrás, el paraje natural de las marismas del Odiel, un paisaje de ensueño que contrasta con los gigantes de acero atracados en la otra ribera y las chimeneas de las refinerías.
En este cruce de contrastes, junto a la isla del Saltés –a la que frecuentemente se le relaciona con la capital de Tartessos– el cineasta sevillano ha levantado el set de rodaje de su última película, que toma el nombre de la novela de aventuras 'Los Tigres de Mompracem' de Emilio Salgari. Como en sus anteriores largometrajes, Rodríguez ha buscado el escenario más real para contar una «historia de personajes». Y tal como ocurrió en 'La isla mínima' (ganadora de 10 premios Goya), el sevillano perfila un thriller atmosférico que promete cortar la respiración al espectador. Rodríguez firma de nuevo junto a Rafael Cobos este guion que recrea el universo del buceo industrial para narrar la historia de dos hermanos, Antonio y Estrella, papeles interpretados por Antonio de la Torre y Bárbara Lennie. El filme es una producción original de Movistar Plus+, en coproducción con Kowalski Films, Feelgood Media, Mazagón Films AIE y la compañía francesa Le Pacte. Y como ocurrió con Núñez o con Jesús Carroza en 'Siete Vírgenes', el director da la oportunidad a nuevos talentos. En 'Los tigres' debuta José Miguel Manzano Bazalo 'Skone', un reconocido rapero malagueño. Completa el reparto Silvia Acosta ('Fueron los días', 'Lava', 'Mamacruz').
La espectacularidad de este enclave y el hecho de que la provincia de Huelva estuviera poco explotada cinematográficamente (recientemente se ha retirado de emisión 'Operación Barrio Inglés', una serie de RTVE ambientada en la Huelva de los años 40 convertida en un nido de espías), despertó el instinto de Rodríguez que, aunque veranea en la cercana playa de Mazagón, descubrió las inmensas posibilidades de este lugar y la de la vida de los buzos industriales, «unos profesionales hechos de otra pasta» conforme avanzaba la fase de documentación de la cinta.

La prensa ha tenido la oportunidad esta semana de navegar por estos escenarios y sumergirse en la grabación de una de las secuencias finales de la película, que filmará las escenas subacuáticas con actores en piscinas en los Estudios de la Ciudad de la luz de Alicante. En la 98.7 que han podido ver los periodistas, Estrella (Bárbara Lennie) avanza entre el trasiego de un día habitual en el muelle enfundada en un mono con el rótulo de Amarres Martínez en la espalda para encontrarse con el patrón de la empresa (el personaje que encarna Joaquín Núñez), que en otra parte de la escena mantiene una animada conversación telefónica que deja entrever algún trapicheo.
«He tenido mucho sol»
«Vamos a rodar, Pau, (por Pau Esteve, el director de fotografía)», «preparados, Iván», «prevenidos», grita un tercer técnico, mientras una asistente sujeta un enorme paraguas que protege del sol a la actriz de 'Magic girl'. «He tenido mucho sol durante este rodaje», confiesa luego Lennie en el set de entrevistas. La Costa de la Luz hace honor a su nombre y los que no están acostumbrados al calor abrasador de Andalucía sufren sobremanera estos días. La plataforma en desuso se ha convertido en una muelle de aspecto industrial. Una nave pintada en azul (Amarres Martínez), tuberías de gas, grúas, cuerdas de amarre y varios barcos. «Poned 'El milonga' delante del Aitor 1'», pide una asistenta a la vuelta del descanso de la comida para grabar otra escena en la que también participa Antonio de la Torre, con quien nos cruzamos camino a la trastienda de este set en medio del campo y en el que el equipo agradece permanecer durante varios días. En este paseo se observa una caravana de furgonetas que de alguna u otra forma participan en el rodaje. De una de ellas sobresale una caja con una etiqueta: 'Antonio pesca'. Una puerta abierta de la nave deja ver una indicación, 'almacén', y una flecha indica que ahí se realizan los 'procesos de figuración'.
Reni, comidas de cine ofrece el catering para el almuerzo, para el que el equipo hace dos turnos. Alberto Rodríguez y Rafael Cobos se sientan juntos y comen apresurados para atender a los periodistas y poder continuar con la jornada de trabajo. Es la séptima semana de rodaje en Huelva, donde además de en el puerto se ha grabado en Mazagón, Matalascañas, Punta Umbría, El Rompido, Palos de la Frontera, la capital onubense y el pantano de Aracena.
«La vida de los buzos es muy especial. Están hechos de otra pasta, bajar todos los días te hace ver las cosas desde otra perspectiva. En las entrevistas le preguntábamos si alguna vez les había pasado algo grave y nos decían que no. Después comentaban que una vez a 27 metros de profundidad se quedaron sin aire. Yo eso en dos minutos habría estado muerto, pero ellos saben mantener la calma y lo solucionan», explica Rodríguez sobre la base del personaje que encarna Antonio de la Torre. «Se ve que tenían poco presupuesto», bromea el actor cuando se le dice que el tándem Rodríguez-Cobos inmediatamente pensó en él para ese papel. Con ellos ya trabajó en 'Grupo 7' y 'La isla mínima'. Cuando termina de atender cariñosamente a todos los medios de comunicación que le requieren, fotos de admiradores incluida, el malagueño y el resto del equipo se preparan para la siguiente escena. «Técnicamente está siendo cada día una aventura, pero supongo que los grandes retos vendrán ahora que grabaremos en un petrolero y toda la parte subacuática. Sólo he rodado una secuencia bajo el agua una vez y era brevísima y aquí hay muchas y largas. Más que nada por desconocimiento, es como cambiar de disciplina, no sabemos cuáles son las reglas. Pero bueno, como estamos rodando en un barco real y en el mar, no es un mal reto, vamos a ver si...», duda Alberto Rodríguez.
Esos planos reflejarán la pequeñez de un hombre no sólo comparado a un enorme buque, sino en la inmensidad del mar. «Someter a un hombre a esa presión está muy vinculado al discurso cinematográfico de Alberto y también al concepto de un hombre frente a un mundo gigante en el que tiene que sobrevivir», sentencia Cobos.
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