'Romeo y Julieta' inaugura el año en el Teatro de la Maestranza

Icónicos coreógrafos de la historia del ballet han hecho versiones de 'Romeo y Julieta', como Frederick Ashton, John Cranko, Kenneth MacMillan, Rudolf Nuréyev, John Neumeier, Maurice Bejart..., y ahora el director del Ballet de Monte-Carlo, Jean Christophe Maillot, que presenta su obra en el Teatro de la Maestranza los días 11, 12, 13 y 14 de enero.

Se abre de esta manera la programación del teatro de Paseo Colón en este año 2023, y además, con la única función de danza que se puede ver con música en directo, nada menos que con la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla en el foso, que interpretará la magnífica sinfonía de Prokofiev, quien por cierto tuvo que esperar cinco años para ver estrenado este ballet.

La llegada de Jean-Christophe Maillot (Tours, Francia, 1960) a Les Ballets de Monte-Carlo ha supuesto la renovacion y consolidación de una agrupación que heredó la tradición de Les Ballets Russes. Maillot estudió danza y piano y después ingresó en la Escuela Internacional de Danza de Rosella Hightower, en Cannes, hasta que obtuvo el Prix de Lausanne en 1977.

Fue bailarín con John Neumeier en el Ballet de Hamburgo, donde interpretó papeles principales como solista durante cinco años. Un accidente puso fin a su carrera como bailarín. Su llegada a la dirección de Les Ballets de Monte-Carlo dio un nuevo impulso a esta compañía de 50 bailarines para la que ha creado más de 40 ballets.

Maillot, en declaraciones para ABC de Sevilla, dice que interviene en la dramaturgia de 'Romeo y Julieta' «porque siempre me ha interesado revisitar los ballets clásicos del repertorio inspirándome en temas que siguen siendo de actualidad. Así puedo mantener vivas estas obras del repertorio, dándoles una visión personal, y también me permite nutrir a los bailarines con los que trabajo».

Para el director y coreógrafo, «no creo que me haya desviado del texto de Shakespeare. Más que el aspecto social ligado al enfrentamiento entre los Capuleto y Montesco me atrae la relación amorosa de los jóvenes adolescentes separados por todo y que deciden, a pesar de todo, vivir este amor hasta perder la razón de vivir. La narración corre a cargo del hermano Laurent (para mí, un personaje clave en esta tragedia), que nos cuenta esta historia a modo de flashback. Este es mi punto de vista original».

Maillot es uno de los coreógrafos que más han seducido a otras compañías. Sin embargo, tras 25 años al frente de Monte-Carlo, no quiere renunciar a ella. Además, ha creado un elenco multidisciplinar, «mis bailarines tienen formación clásica, y quiero que sigan teniéndola. Me parece apasionante poder utilizar este tipo de vocabulario en la estética contemporánea», asegura.

El ballet llega a Sevilla con la presencia en su elenco de la bailarina rusa Olga Smirnova, quien fue una de las importantes artistas que abandonó Rusia por estar en desacuerdo con la guerra de Ucrania provocada por Putin. «Olga tomó la decisión de dejar el Ballet Bolshoi y eso es asunto suyo. Yo tuve la suerte de conocerla y descubrir sus cualidades y su personalidad durante mi creación de 'La fierecilla domada' en el Bolshoi hace unos años. Ahora estoy muy contento de que pueda bailar otros papeles en mis ballets, incluido el de 'Julieta' en el Teatro de la Maestranza».

Meticuloso creador, es famoso por hacer bocetos de sus ballets, una costumbre que no ha dejado en estos veinticinco años. «Hago muchas de mis creaciones a solas en mi despacho, escuchando música, leyendo libros. Tengo pautas antes de entrar en el estudio con los bailarines. Luego viene la escritura coreográfica que hago junto con los bailarines en el estudio».

Su compañía tiene un mecenazgo importante, el de la Princesa Carolina de Hannover, quien recogió el testigo de su madre, la Princesa Grace, pero Maillot es irónico cuando se le pregunta si la danza es la Cenicienta de la cultura. «Difícilmente puedo responder a esta pregunta. Es cierto que la creación coreográfica necesita una estructura y medios financieros que con demasiada frecuencia son inferiores a los de otras formas de arte, pero es bueno recordar que al final, el príncipe se casa con Cenicienta», dice el coreógrafo.

A pesar de los mecenazgos, Maillot tiene bien clara la necesidad de apoyo institucional. «Creo que tenemos que encontrar algún tipo de equilibrio. El mecenazgo no es malo, pero los servicios públicos y las instituciones no deben dejar de apoyar la creación y la actividad culturales. La cultura sigue siendo uno de los pilares más importantes de nuestra sociedad y de la convivencia».

Llega a Sevilla después de haber estrenado en Madrid su última creación, 'Coppél-iA', una obra en la que está por medio la inteligencia artificial, «algo que llegará, pero no aún a la danza», asegura el coreógrafo.

De momento, confiesa que no sabe lo que va a hacer en un futuro próximo, «porque muchas ideas están rondando por mi cabeza».