Ballet Flamenco de Andalucía: sólo nueve los elegidos

Son el segundo grupo de aspirantes al nuevo elenco del Ballet Flamenco de Andalucía, que dirigido por la bailaora y Premio Nacional de Danza, Patricia Guerrero, comenzará en breve su andadura, «probablemente en marzo», nos comentan.

Hay hambre de audiciones, por eso no es extraño que se hayan presentado nada menos que 192 bailarines para las tan sólo nueve plazas que tendrá el elenco del Ballet. Desde que empezó, hace ahora treinta años, el número de bailarines ha disminuido ostensiblemente, aunque parece ser que sí habrá presupuesto para la contratación de algún artista invitado.

Cabe señalar que cuando precisamente Patricia Guerrero entró en la compañía institucional como solista, había en el elenco, doce bailarines, más dos solistas e invitados. Entonces lo dirigía Rubén Olmo, actual director del Ballet Nacional de España, uno de los que componen el tribunal examinador de estas audiciones, junto a la bailaora Ana Morales, Premio Nacional de Danza y el bailaor Alfonso Losa. En la sala, tres premios Nacionales de Danza: Olmo (2015), Guerrero (2021) y Morales (2022).

Los aspirantes han llegado de muchos conservatorios españoles, y algunos son bailarines del anterior elenco del Ballet que dirigía Úrsula López. El ballet estuvo a un tris de desaparecer, cuando meses antes de que la bailaora terminara su contrato la actividad de la compañía quedó paralizada, suspendiéndose cualquier contratación y sólo cumpliendo los pocos compromisos adquiridos. Se da la circunstancia de que López había ya comenzado a realizar la segunda parte de la obra, 'El maleficio de la mariposa' titulada 'Sueño de la vida'. La directora concluyó su contrato el pasado mes de junio.

En las audiciones al nuevo elenco hay una media de edad muy joven, «hay un cambio generacional palpable», nos comenta Alfonso Losa, y vienen desde Madrid, Córdoba, Málaga, Sevilla, e incluso de Argentina, Rusia y Méjico, e incluso un joven norteamericano de Boston que vive en Madrid y ha estudiado Danza Española en el Conservatorio Mariemma.

Primero tuvieron que enviar un vídeo, y tras esa primera criba, de 192 quedaron 98, que son los que se han presentado a la audición. «Veo la gente llegar al Ballet y recuerdo cuando yo entré en 2011 con Rubén Olmo», dice Patricia Guerrero, quien ingresó en el elenco con quien hoy su maestro repetidor, el bailaor almeriense Eduardo Leal.

«Busco un bailarín muy dúctil, que tenga el 'ojo flamenco', pero con formación, porque no sólo vamos a hacer flamenco, por eso necesito un bailarín más versátil». En las pruebas han hecho una clase de ballet, variaciones por tangos y por bulerías.

Ahora en la sala suena la maravillosa música de Manolo Sanlúcar, 'Medea', que el Ballet Nacional de España estrenara en 1984 con coreografía del maestro Granero. «Es una música con mucha fuerza, por eso la pongo», dice Eduardo Leal. Hace una variación para los bailarines: escorzos, zapateado y giros. Los cogen rápido, pero se ponen unos tras los otros para ir repitiendo.

Patricia Guerrero quiere recuperar parte del patrimonio dancístico de la compañía que tiene obras de todos sus directores José Antonio, Mario Maya, María Pagés, Cristina Hoyos, Rubén Olmo, Esteve-Paños, Rafaela Carrasco o Úrsula López, entre otros, pero también va a hacer varias obras, una suite flamenca titulada 'Tierra bendita', que será un recorrido de la estética flamenca del XVIII a la estética del siglo XXI, y 'Pineda' sobre el personaje de Mariana Pineda, que se estrenará en el Festival Lorca y Granada el próximo verano.

Ha escogido este tribunal, «porque me conocen, saben el tipo de bailarín que quiero, además de que son amigos y confío en ellos», dice la bailaora granadina, mientras sale a la mitad de la escena para poner una variación. Mucho zapateado, cortes, movimientos en giros, y al final pide a los chicos que hagan algo de su propia cosecha.

Dice Guerrero que la compañía necesita apoyo y reformas, «aunque yo vengo de una compañìa privada y eso es la nada». Mientras Rubén Olmo asegura que el Ballet necesita más apoyos, «y el Nacional, también, pero no es normal que no haya en Andalucía un teatro para el flamenco y que el Ballet no tenga temporada en los teatros de la Junta. No sirve de nada la declaración del Flamenco de la Unesco, se queda en el título pegado en la pared», dice el sevillano. «El Ballet Andaluz se ha ido quedado atrás desde que lo fundó ahora hace treinta años Mario Maya, y eso es terrible».

En el elenco alguna cara conocida, como antiguos bailarines de la compañía, una bailarina de Utrera y otros de Madrid habituales de las audiciones. Rubén Olmo se lamenta, «qué difícil es esto, con la buena cantera que hay y las pocas plazas. Yo ya he echado el ojo a alguno», comenta. El tribunal hace grupos de cuatro, quiere ver a los bailaores más cerca, anota en los papeles donde están señalados los dossieres que llevan cada uno de ellos.

A la fase final, han llegado 37 bailarines, 24 mujeres y 13 hombres, y han hecho dos pruebas eliminatorias: un montaje coreográfico y una improvisación compuesta por el director del Ballet Nacional de España, Rubén Olmo. A la final llegarán unos 25 de los que tendrán que salir los 9 elegidos que trabajarán con Patricia Guerrero los próximos tres años. «Hay mucho talento joven, con mucha calidad pero con un poso maduro en su baile», dice mientras el tribunal jalea el baile que se marca en esta ocasión tan sólo con palmas. La suerte está echada.