Investigación por maltrato en residencias de Sevilla: bolsas de basuras llenas de papeles como almohadas

La Fiscalía delegada de personas mayores y personas con discapacidad de Sevilla , con Norberto Sotomayor a la cabeza, lleva desde el inicio de la pandemia encima de todo lo que acontece en las 172 residencias de mayores que hay en Sevilla, de las sólo diez son públicas.

El fiscal se convirtió en un solucionador de problemas , desde la carencia de material de protección como mascarillas y guantes hasta la tardanza en hacer los test de detección del coronavirus, pasando por la elaboración de un listado de todos centros de mayores que había en la capital y la provincia y la coordinación con la Junta de Andalucía.

Esto no ha sido impedimento para que el fiscal supervisara la gestión que de la crisis sanitaria han hecho los responsables de los centros y la administración autonómica. Durante la primera oleada, que el Ministerio Público, dio por cerrada a finales de julio, Sotomayor siempre negó que hubiera detectado una actuación negligente o delictiva penalmente en los gestores de las residencias sevillanas o en la Junta. De hecho abrió 17 piezas separadas de carácter informativo (una por cada centro con fallecidos), una general y otra con la situación en las residencias de personas con discapacidad.

Sin embargo, con la segunda oleada , que la Fiscalía fija su comienzo a medidas de agosto y que aún mantiene vigente, el panorama ha cambiado. Las carencias ya no son las mismas en las residencias y las vacunas han llegado, pero lo más preocupante y lo que más centra ahora mismo a Norberto Sotomayor y sus compañeros es la situación descubierta en tres residencias ubicadas en distintos municipios de la provincia, sin que por el momento haya trascendido el nombre y la localidad exacta de las mismas, aunque este periódico ha podido saber que ninguna está en la capital .

Un día antes de Nochebuena ABC de Sevilla publicó que la Fiscalía había abierto una investigación penal contra las directoras de tres centros de mayores de Sevilla . Incluso, el fiscal ya le había tomado declaración a las dos mujeres ( una de ellas dirige dos de las residencias bajo sospecha ) como investigadas.

La labor indagatoria de la Fiscalía, de la mano de los servicios de inspección del Gobierno andaluz, sigue su curso. De hecho, Sotomayor continuará esta semana recabando los testimonios de médicos y otras personas que pudieron conocer de la situación denunciada en estas residencias. Incluso, no descarta volver a llamar a las directoras , que de momento se mantienen en sus cargos. Eso sí, bajo control directo de la Junta de Andalucía .

La Inspección sanitaria de la administración autonómica ha vuelto a poner encima de la mesa del fiscal nueva información sobre los supuestos malos tratos sufridos por los ancianos. Más detalles sobre los horrores que han tenido que padecer un grupo de mayores tras realizar visitas a estos tres centros, de día y de noche.

Esta nueva información, para el fiscal Norberto Sotomayor, evidencia «graves incumplimiento» en el trato a los mayores, que han sufrido situaciones «lamentables». Los hechos que se investigan podrían constituir delitos de trato vejatorio y degradante a personas vulnerables, falsedad en certificados médico, e incumplimiento del deber a asistencia a personas con discapacidad por parte de los guardadores (responsables del centro).

En declaraciones a este periódico, el fiscal explica que han detectado errores en la administración de los medicamentos , preguntándose en muchos casos de dónde han sacado la prescripción médica ante posibles falseamientos de dichos informes.

La información de las dosis en el sistema informático sanitario no coincide con los pastilleros de cada paciente, a veces para menos y otras para más. Las directoras apuntan que actuaron conforme a las indicaciones del médico . Éste asegura que no firmó esos informes . Esta semana será escuchado por el propio fiscal.

Pero aquí no quedan las irregularidades. Se investigan posibles incumplimientos de las normas dictadas por las autoridades durante la pandemi a al haberse detectado traslado de residentes entre centros de distintas localidades, así como incumplimientos en la entrada y llegada de nuevos trabajadores. La falta de higiene personal también era alarmante. Acostaban a los mayores vestidos con la ropa de todo el día, con los zapatos puestos, sin sábanas o usando bolsas de basuras en lugar de empapadores para la espalda y sus partes íntimas.

Mismas bolsas de basuras que rellenaban de papeles y utilizaban a modo de almohada . Habían convertido un almacén en una habitación. Esto se ha detectado principalmente en dos de los centros bajo investigación y sobre un grupo determinado de ancianos.

A esto se suma la suciedad existente en estos centros y la falta de mantenimiento. Encontraron hasta pañales usados amontonados . «Una situación vergonzosa», añade Sotomayor, quien sigue recabando toda la información y documentación posible porque «esto va a terminar en denuncia en el juzgado» .

Insiste en que estos hechos serán castigados, ya sean delitos o incumplimientos graves administrativos. No existía un registro de los medicamentos de los mayores , que se almacenaban en un frigorífico junto a la fruta. A juicio del fiscal, se han superado incumplimientos que no son meramente administrativos .

La Junta de Andalucía ya ha tomado cartas en el asunto y la situación se ha controlado, con supervisión directa e inmediata de los centros . Se ha llevado a cabo a un plan de choque de limpieza. Ahora existe un control «máximo» sobre las mismas, según resalta el fiscal.

Por su parte, la Consejería de Salud ha trasladado a ABC que la Dirección General de Cuidados Sociosanitarios ha actuado conforme a la normativa y velando por la seguridad y asistencia de los residentes, aclarando que se trata de casos aislados y que la amplía mayoría de las residencias en Sevilla cumple rigurosamente con una correcta atención a los mayores.