Juan Ignacio Zoido: «Teresa Ribera ha sido la ministra que más daño ha hecho al campo andaluz de toda la democracia»

–La eurocámara está muy lejos de Andalucía.

–He sido testigo de excepción durante estos cinco años de cómo ha cambiado la percepción de Andalucía en Europa desde la llegada de Juanma Moreno. No debemos olvidar que la región tiene más habitantes que trece países de la Unión Europea, y eso merece una importancia. Nuestra tierra era conocida por las cifras de paro, por su falta de dinamismo, por los casos de corrupción y por la devolución continua y constante de fondos europeos. Ahora nos miran como referentes en energías renovables o hidrógeno verde. Los alemanes me preguntan que cómo lo estamos haciendo. Hemos conseguido tanta confianza que la Unión Europea va a construir un gran centro de investigación en la Cartuja. Podemos sentirnos muy orgullosos de la imagen que damos en Europa.

–En cambio, los agricultores no se sienten muy orgullosos de Europa.

–Lamento que el PSOE haya votado en contra del campo andaluz. Sabían que la PAC venía con menos dinero y cargada de requisitos burocráticos que impedirían a los agricultores ser competitivos. La delegación española del PP votó en contra porque sabíamos que sería la desaparición de la fortaleza andaluza. El ministro Planas lo ha agravado con más condiciones y requisitos. Y ahora le van a hacer más daño al campo andaluz porque han puesto como número uno de la lista a Teresa Ribera, que ha sido la ministra que más daño le ha causado al campo andaluz en toda la historia de la democracia. Nosotros tenemos un programa totalmente favorable al campo: vamos a pedir que el comisario sea del PP y que además de la agricultura lleve el agua porque tiene muchísimo valor en una zona seca como Andalucía. Vamos a exigir un pacto europeo del agua y empezaremos a trabajar en una nueva PAC que resuelva todos los problemas que ha dado la anterior. Eliminaremos las trabas administrativas y la condicionalidad, se dotará de los fondos necesarios y serán exclusivamente para la Política Agraria Común, no para la transición energética ni para otro tipo de necesidades.

–Uno de los problemas de esta PAC es que ha antepuesto la ideología y las políticas ecologistas a los beneficios de agricultores y ganaderos.

–Por supuesto. Es una PAC basada en criterios ideológicos en lugar de científicos con los votos a favor de socialistas, verdes e izquierda radical. Está hecha de espalda a los agricultores y sólo ha permitido reducir la producción. Las manifestaciones han sido en cada país de la Unión Europea, incluso antes de la pandemia. No podemos olvidar que aparcaron sus reclamaciones durante el confinamiento para que no faltaran productos frescos. Después la izquierda le ha pagado con una serie de trabas que les impedían ser competitivos.

–Trae una corbata con el toro de Osborne. Su delegación en Europa ha hecho bandera de la ganadería de lidia durante esta dura legislatura de ataques antitaurinos.

–He tenido que aguantar insultos por llevar esta corbata y desde entonces es difícil verme en el Parlamento sin alguna de ellas porque me compré la colección completa. A lo largo de los cinco presupuestos he intervenido para que no se eliminaran las asignaciones que la PAC contempla para las explotaciones donde pastan los toros bravos y lo he podido conseguir. He convencido a mi grupo y a miembros de otros grupos que no piensan como nosotros para que vean que se trata de una fiesta tradicional con gran arraigo. Respeto a quien no le guste, pero pido respeto a quien no comparte mi afición. Por llevarla me han llamado radical, pero me ha dado igual. Lo he defendido y lo seguiré haciendo porque los medioambientalistas intransigentes que no saben respetar las tradiciones volverán a hacerlo.

–Además de la oposición de ese tridente de izquierdas, Vox ha recrudecido su discurso contra el Partido Popular.

–Desde el punto de vista populista y demagógico es muy fácil tomar una serie de posturas que sólo dan para un tuit o un pequeño vídeo, pero con eso no se resuelven los grandes problemas. Lamento que haya grupos políticos que sólo quieran pronunciar eslóganes en lugar de arremangarse y trabajar para solucionar los problemas de los agricultores. Hay que escribir enmiendas y lucharlas. No hemos votado, como ellos dicen, lo mismo que los socialistas. Es mentira. La delegación española del PP votó, por ejemplo, en contra de la estrategia «de la granja a la mesa», dijimos no a la Ley de la Biodiversidad, no apoyamos la PAC y votamos «no» a la Ley de Restauración de la Naturaleza. Ni hemos estado con los socialistas ni estamos con Vox, que sólo dice «no» sin aportar soluciones.

–¿Es el populismo el gran peligro en Europa?

–Por supuesto, por la izquierda y por la derecha. Desde dentro y desde fuera. Los extremos suelen votar exactamente igual. Son posturas irreconciliables, nunca tienden puentes y no se sientan a razonar. No tienen argumentos para convencer.

–La imagen exterior de España no será la misma tras el reconocimiento del Estado de Palestina.

–No, pero era algo que ya venía pasando antes. El presidente del Gobierno prácticamente no ha pisado Europa durante los seis meses de la presidencia española. Ha desaprovechado la oportunidad para vender las grandes oportunidades que tiene nuestro país. En el discurso de despedida llamó «nazi» al presidente del grupo popular, que es alemán y que siempre luchó contra el genocidio del pueblo judío. Desde ese día le quitaron la careta a Sánchez. Hasta los propios socialistas patalearon tras escucharlo. Lo de Palestina es un antes y un después, una ofensa a uno de los valores y principios que tiene la UE: todos tenemos que tener la misma decisión y esos temas se deben abordar y acordar en el foro de la Presidencia. Es un mal camino querer ser original con la toma de decisiones.

–Vivió como ministro del Interior el referéndum del 1 de octubre. Ahora se ha aprobado la amnistía.

–La amnistía significa borrar todo. Que no ha pasado nada y que todo lo que se hizo no existió; y si existió, todo lo que se hizo después fue con una legislación que no era válida y aquellos que la aplicaron no estaban legitimados para hacerlo. Es una barbaridad, una huida hacia adelante y todo por la necesidad de los siete votos de Puigdemont. Sánchez seguirá siendo presidente mientras Puigdemont quiera. La Unión Europea ya se ha pronunciado contra leyes de amnistía y estoy convencido de que también se hará. Confío en que la UE sea nuestro gran baluarte para frenar estos desmanes del presidente Sánchez.

–Un modo cristalino de reflejar el PSOE actual es el PSOE de Sevilla, roto en numerosos municipios.

–No reconozco al PSOE de España y no reconozco al PSOE de Sevilla. Tienen al frente a un señor que no cree en España ni en la democracia ni en su historia. Un señor capaz de criticar a Felipe González, cuando él no ha tenido que luchar por la democracia como sí hizo Felipe. Está dinamitando todo lo que se consiguió en la transición. Pedro Sánchez no tiene palabra.

–Y en cuanto al valor de la palabra, ¿pueden estar los sevillanos tranquilos de que Vox no entrará en el gobierno municipal?

–Desconozco qué es lo que pasa en el Ayuntamiento de Sevilla. Siempre he tenido por costumbre, desde mi carrera judicial, olvidar lo que ocurriera en los sitios de los que me iba. Me pasaba en los juzgados y me pasa en la política. Cuando me voy, otro llega y otro tiene que encargarse. Lo que sí estoy convencido, porque lo conozco desde hace muchísimo tiempo, es que José Luis es una persona seria en la que se puede confiar y sabrá encontrar la gobernabilidad para Sevilla.

–¿Una cuestión de confianza es el mejor recurso para esa gobernabilidad?

–Sé que no es persona de ocurrencia, sino de meditar y que cuando inicia un camino ha previsto todo lo que pudiera pasar.