La parte menos conocida de Sicab: un congreso de investigación para la mejora de la raza española
Una catedrática de la Universidad de Sevilla expuso los resultados de una investigación que cumple ahora veinte años para sublimar el caballo español
Sicab se inaugura rozando el 'no hay billetes': «Si Fibes fuese más grande, también lo llenamos»

Goteaba el cielo de Sevilla con la misma frecuencia que goteaban con perseverancia los visitantes de esta segunda jornada del Salón Internacional del Caballo de Pura Raza Española (Sicab), del que ABC es medio colaborador, como refrenda de lo que un día antes ... había contado en estas páginas el presidente de Ancce, José Juan Morales: «No nos preocupa las lluvia porque tenemos casi todo cubierto; nuestros visitantes pueden venir tranquilos haga el tiempo que haga». Y vinieron, repartidos por sus pabellones entre conferencias, competiciones y oferta comercial.
Que el acto inaugural de la mañana fuera a cargo de una catedrática universitaria reflejaba hacia dónde va el caballo español, con unos responsables entregados en la tarea investigadora para su mejora genética. Mercedes Valera, investigadora del departamento de Agronomía de la Universidad de Sevilla, fue una de las pioneras en la implementación de nuevas tecnologías para la mejora de la raza equina y de sus sistemas productivos. Ante un repleto salón de actos presentó los resultados de dos décadas de trabajos para la mejor genética del Pura Raza Española (PRE), desde que en el año 2002 comenzaron estas labores en un sector por entonces carente de profesionalización y rigurosidad en su catálogo de reproductores.
Afortunadamente, y gracias a la apuesta decidida de la Real Asociación de Criadores de Caballos Españoles (Ancce), la selección, conservación y cría equina ha ido evolucionando hasta cotas sorprendentes, rápidamente descubiertas durante los incesantes concursos morfológicos que se sucedían en la mañana, donde la presentación de los ejemplares evidencian la sublimación de la fisonomía del caballo español. Así lo explicaba Rafael Lemos, fotógrafo especializado del sector y socio de honor de Ancce y Sicab, que es instructor morfológico. «La gran transformación del caballo español llega porque ahora se busca que sea más funcional: antes valía un caballo más recortado para el rejoneo y la doma vaquera y ahora se necesitan más largos y elásticos para la doma clásica. Como cada vez se usa menos el caballo para las faenas camperas en las ganaderías bravas, los criadores están adaptándose a otras disciplinas».
Desde hace varias temporadas, Rafael Lemos está asociado –en lo que a Sicab se refiere– con la Unión de Criadores de Caballos de Pura Raza Española en Estados Unidos (Uspre), quienes escuchaban atentamente sus explicaciones y lamentos: «Aquí sólo tenemos un problema, que no se puede estar porque está todo el día lleno», bromeaba. La directora ejecutiva de Uspre, Tany Duffey, recibía en su stand a numerosos ganaderos llegados desde Norteamérica, donde actualmente hay más de 1.200 ganaderías y 17.000 caballos censados entre Estados Unidos y Canadá. «Principalmente en California, Texas y Florida, ciudades en las que hay un alto número de mexicanos residiendo».
Muy cerca de estos, en la Sala Club de Fibes se entregaban los Premios Tartésicos, cuyo presidente de honor era Álvaro Domecq, a las ganaderías de Miura, Trujillo y Juan Manuel Muñoz. Antonio Miura, al frente –junto con su hermano Eduardo– de la ganadería brava más emblemática del mapa taurino, fue reconocido por la también tradición ecuestre de su familia con la crianza de caballos de Pura Raza Española, principalmente destinados para labores camperas, tales como el acoso y derribo y el apartado de ganado.
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