El Gobierno pasa del estudio que acordó con la Junta de Andalucía para la conexión entre Santa Justa y el aeropuerto de Sevilla

La conexión ferroviaria entre la principal estación de tren de la capital andaluza y el aeropuerto es una vieja demanda de la ciudad al tratarse de una infraestructura vital para mejorar el tránsito de visitantes a la ciudad entre los dos principales puntos de llegadas de personas a Sevilla. Además, permitiría a San Pablo ganar en competitividad, añadiendo otro transporte público tras el autobús y el taxi. Hasta una nueva normativa europea dispone que todos lo aeródromos de más de cuatro millones de pasajeros deben tener la citada infraestructura.

En el seno de Junta de Andalucía son conscientes de la importancia de este proyecto. En declaraciones a ABC, la consejera de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda, Rocío Díaz, reconoce que la conexión de Santa Justa con San Pablo «es una de las grandes demandas históricas de la capital».

Y recuerda que, «aunque no era nuestra competencia, pedimos permiso al Ministerio para elaborar un estudio para esta conexión que sirviera de base para que elaborara el proyecto y ejecutara las obras lo antes posible». Así lo acordaron su predecesora en la Consejería, Marifrán Carazo, y el exministro del ramo José Luis Ábalos. La Junta encargaría el estudio, que luego remitiría al Gobierno, quien asumiría sus conclusiones.

El único objetivo, como subraya Rocío Díaz, era «ganar tiempo y poner fin a esa condición que tiene Sevilla de ser la única de las grandes capitales españolas que no tiene conexión ferroviaria al aeropuerto».

Aunque después, a escasas semanas de las elecciones andaluzas de junio de 2022, Raquel Sánchez, quien sustituyó a Ábalos en el cargo, anunció que el Gobierno, administración competente para realizar dicha infraestructura, encargaría otro estudio de viabilidad. Fuentes gubernamentales han precisado a ABC que el departamento de Óscar Puente ha recibido el informe de la Junta y será analizado, se estudiará como otros informes que se han presentado por otras entidades. Se incorporará al expediente de esta infraestructura, pero insisten en que el Gobierno tiene que hacer su propio estudio.

Este movimiento del Gobierno central tendrá un coste de casi 850.000 euros, por los más de 300.000 euros invirtió la Junta en su propio estudio. Al informe del Ministerio de Transportes aún le queda algo menos de un año para conocerse sus conclusiones.

Mientras tanto, la Consejería sigue esperando. Desde que se envió el estudio al Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, hace «casi cinco meses, no hemos recibido ningún pronunciamiento al respecto». Por ello, Rocío Díaz reclama a Óscar Puente «claridad y celeridad para saber qué va a hacer con esta conexión». Por lo pronto, habrá que esperar un año hasta que el Gobierno tenga en su poder el informe duplicado.

El estudio de la Junta, tras analizar todos los modos de conexión posibles (tranvía, metro, o sistemas de autobús en plataforma reservada), propone como solución más idónea para conectar Santa Justa y el aeropuerto un Cercanías con paradas en Sevilla Este-Parque Alcosa y en la ya existente del Palacio de Congreso y Exposiciones, antes de llegar a San Pablo.

Y dentro de las tres alternativas de trazado, la más viable económica y factible desde el punto de vista constructivo es la que une Santa Justa con el aeropuerto a través de una línea de Cercanías de unos cinco kilómetros, aprovechando el trazado de la actual línea C4 de trenes de Cercanías, con una estación intermedia a construir en el Parque Alcosa-Sevilla Este, para atender la demanda de estos barrios. La siguiente parada sería la estación del Palacio de Congresos (FIBES). Su trazado sería soterrado por el bulevar del Arroyo de la Ranilla para girar a la izquierda y cruzar el Parque del Tamarguillo y la A-4.

Esta alternativa es la que implica mayor inversión, ya que se estima en 113 millones de euros, pero es la más factible de llevar a cabo por razones de demanda, de rentabilidad y es la única de las alternativas que estima la recuperación de la inversión en un periodo inferior a los diez años.