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RUTAS POR SEVILLA

La inspiración romántica de la ciudad de Sevilla

De la mano de Bécquer, Don Juan Tenorio, Carmen o los Montpensier, recorremos los lugares donde el Romanticismo tiene su reflejo en las calles, plazas y parques

La inspiración romántica de la ciudad de Sevilla abc

javier macías

«Los que han visto una calle de Sevilla, una de aquellas calles con sus casas de todas formas y tamaños, sus balcones con macetas de flores semejantes a pensiles colgados, sus ventanas con celosías verdes, enredadas de campanillas azules, sus tapias oscuras por las que rebosa el follaje de los jardines en guirnaldas de madreselva, allá en el fondo un arco que sirve de pasadizo con su retablo, su farol y su imagen, aquí los guardacantones de mármol sujetos con anillas de hierro, en lontananza las crestas de los tejados, los aéreos miradores, los chapiteles de los campanarios y los extremos de mil y mil veletas caprichosas; los que han visto, volvemos a repetir, una de estas calles, deben cerrar los ojos o no fijarlos en esta decoración». (Gustavo Adolfo Bécquer)

La Sevilla romántica se trata de una evocación, una realidad intangible pero presente en las calles y plazas, en los parques de una ciudad que bebe de la literatura para recrear historias y leyendas en escenarios como el barrio de Santa Cruz, el Parque de María Luisa, San Lorenzo o San Vicente.

Un movimiento, el del Romanticismo, que tiene su punto de partida con la invasión napoleónica, que fue respondida por un movimiento social y artístico que se impregnaba de sentimientos como el patriotismo y la libertad, que fueron derivando en la idealización del amor, el individualismo y la contraposición a los valores clásicos.

El Romanticismo en Sevilla tiene cara. Gustavo Adolfo Bécquer es el máximo exponente de este movimiento, que tuvo su reflejo en la pintura, la escultura e, incluso, la arquitectura. Sevilla le levantó a Bécquer un monumento bajo un árbol taxodio del Parque de María Luisa y rodeado de flores, promovido por los hermanos Álvarez Quintero y realizado por Collaut Varela. Éste puede ser el punto de partida para imbuirnos en la Sevilla romántica, en el lugar donde se representa al poeta de las rimas, envuelto en una capa española, junto a la evocación de Cupido, que dispara flechas. También se representan tres mujeres, que evocan al amor que llega, al que vive y al que nunca muere. Y, más a la derecha, aparece de nuevo Cupido, esta vez adulto, agonizando en el suelo por sus propias flechas del amor.

El Palacio de San Telmo

Del Parque recorremos la calle Palos de la Frontera hasta llegar al Palacio de San Telmo, de estilo barroco, pero que aguarda entre sus muros una historia vinculada al movimiento romántico. La antigua Universidad de Mercaderes se convirtió en el Colegio de la Marina, que acogía a niños huérfanos de nivel, y en el que ingresó Bécquer. Apenas un año después de permanecer en el colegio, la Reina Isabel II lo clausuró y, en 1849, pasaría a manos de los duques Montpensier. En este palacio tuvo lugar la pedida de mano del duque de Sesto a María de las Mercedes o la conspiración contra Isabel II que acabaría en la Revolución Gloriosa. Pero, uno de los acontecimientos más importantes para la ciudad fue que, al fallecer en 1897 la infanta María Luisa Fernanda, legó el palacio al Arzobispado –un siglo después fue cedido a la Junta de Andalucía– y sus jardines a la ciudad de Sevilla. Estos jardines forman hoy el Parque de María Luisa, en honor a la infanta.

La antigua Fábrica de Tabacos

Carmen y el Tenorio

Más allá de la literatura de Bécquer, Bizet ambienta su ópera «Carmen» en Sevilla. Nos trasladamos, entonces, desde San Telmo al cercano Rectorado de la Universidad –antigua Fábrica de Tabacos–, en la calle San Fernando. Es la historia de un triángulo de amor entre Carmen, una bella gitana cigarrera; Don José, un soldado inexperto seducido por la protagonista; y el torero Escamillo, de quien se enamora posteriormente Carmen antes de ser asesinada por el soldado. La Fábrica de Tabacos, edificio de estilo barroco-neoclásico, hace de escenario para esta obra.

Representación del Tenorio en la plaza de los Refinadores

Seguimos por los Jardines de Murillo y llegamos hasta la Plaza de los Refinadores, en el Barrio de Santa Cruz, donde se encuentra el monumento a Don Juan Tenorio, el personaje protagonista de la obra de José Zorrilla, deudora de «El burlador de Sevilla y convidado de piedra». Don Juan es el mito del galán conquistador, y en la obra recorre lugares como la Hostería del Laurel —la taberna donde se desarrollan las andanzas de Don Juan—, la Plaza de Doña Elvira —donde nació Doña Inés en la obra— o la Plaza Nueva —antiguo claustro del convento de San Francisco—.

Atravesamos Tetuán, la Campana y Laraña hasta la iglesia de la Anunciación, en cuya cripta, el Panteón de los Sevillanos Ilustres, están enterrados los hermanos Veleriano y Gustavo Adolfo Bécquer , y otros personajes como Alberto Lista o Fernán Caballero.

Parroquia de San Lorenzo

La ruta termina donde nace el mito

Y desde el lugar donde reposan sus restos, a donde vio por primera vez la luz de la ciudad. Desde la Anunciación buscamos el barrio de San Lorenzo, y la calle Conde de Barajas. Allí, en el número 28, se encuentra la casa natal de Bécquer, que fue bautizado muy cerquita, ante el Señor del Gran Poder, en la parroquia de San Lorenzo.

Concluye aquí esta ruta por una Sevilla idealizada e intangible, que convierte sus calles y edificios en escenarios donde se evoca la cultura de mediados del siglo XIX. La ciudad romántica.

La inspiración romántica de la ciudad de Sevilla

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