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Vive durante cinco años de gratis en un hotel de Nueva York, finge ser su dueño e intenta que los inquilinos le paguen a él

El hombre consiguió por un vacío legal no tener que pagar pero ahora está en los tribunales por falsedad documental y desobediencia

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Vista exterior del New Yorker ABC
A. Cabeza

A. Cabeza

Barcelona

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Historia para alucinar. Un hombre estuvo viviendo durante cinco años en un hotel de cuatro estrellas del centro de Nueva York sin pagar ni un solo dólar. Lo más surreal del caso es que Mickey Barreto, no se quedó con ello y quiso reclamar la propiedad del establecimiento.

El hotel en cuestión es el New Yorker, un mítico establecimiento del corazón de Manhattan abierto en 1930 que es emblemático, entre otros motivos, por su estilo de art déco. Muy próximo al Empire State Building y al Madison Square Garden, su emplazamiento lo ha llevado a aparecer en muchas películas.

Los hechos sucedieron porque existe un vacío legal en la ley de vivienda local que permitió al hombre no tener que pagar nada. Así, según ha trascendido, tras dormir una primera noche allí en junio de 2018 (por el precio de 200 dólares, que sí abonó) pidió un contrato de seis meses en el hotel, con lo que quedó como registrado que era un inquilino. Dejó sus pertenencias en su habitación y se fue.

Documentos falseados

El hotel no se quedó de manos cruzadas y decidió echarlo pero Barreto llevó entonces a los propietarios ante un juez por haberlo desalojado injustamente. Primeramente no aceptaron su denuncia pero presentó un segundo recurso ante el Tribunal Supremo del estado de Nueva York que, ley en mano, no pudo más que darle la razón y confirmar que efectivamente tenía derecho a vivir en el hotel.

Pero es que hay más. El hotel, ahora propiedad de una macrocadena turística, fue propiedad de la Iglesia de la Unificación y Barreto intentó en su momento fingir que la Iglesia le había transferido la propiedad del New Yorker con unos documentos falseados, como una escritura de transferencia de 400 millones de dólares del hotel a sí mismo. Con ellos, para hacerlo todo más real, cambió a su nombre algunos contratos de suministros e intentó cobrar la renda a inquilinos.

Por todo ello, ahora los propietarios del hotel lo acusan de falsedad documental y desobediencia con 14 delitos graves y otros 10 menores. La historia de Barreto ha salido ahora en medios porque a costa de esta última denuncia este mismo martes la policía acudió al domicilio de su pareja para detenerlo. Lo más surrealista de la historia, si es que todavía puede haber más, es que asegura que que la misma sentencia que avaló que hubiera vivido durante cinco años en el hotel le otorga indirectamente la propiedad de todo el edificio. Así, Barreto vuelve a defender ahora que él nunca ha cometido un fraude con el hotel.

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