Este es el truco infalible para recordar el nombre de una persona sin que ésta se de cuenta

Es bastante típico que cuando nos presentan a alguien, y más si es en un encuentro con varias caras nuevas, nos olvidemos de su nombre. Los nervios por quedar bien o por estar demasiado concentrados en lo que vamos a decir, sumado a que a veces en estos momentos estamos pendientes de varias cosas a la vez, hacen que a veces la memoria nos gaste una mala pasada y borremos de nuestra mente el nombre que nos acaban de decir.

Estas situaciones han llevado a algunos incluso a dudar de si tienen menos retención de la que deberían y además en algunos casos muchos temen quedar mal por no acordarse de cómo se llama la persona a la que acaban de presentarnos. Cuando esto ocurre en entornos profesionales o de compromiso esta situación puede llegar a ser angustiante.

Para tratar de evitar estos momentos, hay varios trucos que permiten ayudar al cerebro a recordar las palabras clave. Así, con incorporar pequeños guiños a nuestras conversaciones con los nuevos conocidos puede ser de gran ayuda.

El truco más habitual, y efectivo para muchos, es la repetición en voz alta del nombre a recordar para que así quede grabado en la mente. A otros les funciona asociar la persona con una imagen visual suya (por ejemplo, recordar el dibujo de la camiseta que lleva con su nombre e interiorizar estas dos palabras), mientras que hay quienes optan por hacer un juego de letras interiorizado o asociación que lleve a dar con su nombre fácilmente.

Por si estas técnicas no fueran suficientes, ahora un 'podcaster' ha explicado en su cuenta un truco infalible, que aprendió de su padre, que era profesor y que a menudo se encontraba con alumnos que le saludaban y de los que no recordaba su nombre. Se trata de Mario Marzo, que en su podcast 'Quieres ser mi amigo?', ha explicado su fórmula para no tener este tipo de problemas. El vídeo se ha subido, además, en TikTok y se ha hecho viral.

El truco en cuestión es muy fácil. Tras el saludo inicial, el interesado debe preguntar «oye, ¿cómo te llamabas?», tras lo que se conseguirá la respuesta necesaria y esperada. Para quedar bien entonces, lo que se debe contestar es «no, no, ya lo sabía. Quería decir de apellido...» y así el despiste mental queda disimulado y se conoce el nombre de manera sutil.