La llegada de Belén Esteban a la televisión pública: el corazón que la BBC rechaza pero TVE abraza
Mientras que las cadenas públicas de Europa no hay espacio para la telebasura por sus códigos deontológicos, La 1 pretende dar más espacio al corazón en sus tardes con los miembros del antiguo 'Sálvame'
TVE ultima el fichaje de Belén Esteban y María Patiño para las tardes de La 1

'Sálvame' tocó a las puertas de RTVE y estas se abrieron a lo grande. Lo vimos con Terelu Campos, Lydia Lozano y Chelo Cortés, que pasaron de comentar las amistades de Isabel Pantoja en los platós de Telecinco a hacerlo en las mañanas de ... La 1, pero la guinda del pastel se ha puesto esta semana. Y es que Belén Esteban y María Patiño tendrán una silla cada tarde en La 1 para poder hacer el corazón que siempre han hecho, con Aitor Albizua como presentador, y con la productora que les llevó a tocar el cielo y el infierno: La Osa producciones, es decir, el antiguo Fabricantes Studio y Fábrica de la tele. El corazón más salvaje, atropellado y canalla irrumpe en la televisión pública de un modo inaudito. La televisión que quiso dejar atrás Mediaset para convertirse en algo más serio es la televisión que quiere ahora José Pablo López para la televisión pública. No sabemos aún el modo, las formas o los temas, pero todo indica a que los espectadores podrán encontrar algo parecido a lo que vieron en 'Sálvame'.
Hasta ahora, el corazón más bajo, vengativo y descarado había tenido un hueco en las televisiones privadas. Sin embargo, es la televisión pública quien quiere apostar por este tipo de contenido. Se trata de una apuesta discutible si se tiene en cuenta la vocación de la Corporación, que no es otra que la de prestar un servicio público a la sociedad. Si uno echa un vistazo a las televisiones públicas de Europa, el panorama es distinto. La televisión inglesa cuenta con un estatuto para garantizar que los contenidos que se ofrecen están al servicio de esa misión. «La vida privada, la correspondencia y las conversaciones no se airearán a no ser que sean de evidente interés público», afirma el grupo en sus estatutos sobre las directrices editoriales de la cadena.
Aunque la BBC produce programas de entretenimiento como 'The apprentice', donde el fundador de una gran empresa pone retos de todo tipo a 14 emprendedores con el objetivo de ser contratados en la empresa, evita los formatos al estilo 'Sálvame' en el que airear la vida privada de los famosos es casi su razón de ser. «Su regulación y el escrutinio público hacen que la inversión se destine principalmente a contenidos que reflejen diversidad, creatividad y rigor periodístico. Los programas de cotilleo quedan en manos de canales privados como ITV o Channel 5, mientras que la BBC prioriza series de ficción, documentales de alto nivel y debates políticos», explica la corresponsal de ABC en Londres Ivannia Salazar.
Hay otros lugares, como en Francia, donde apenas existen programas del corazón ni en la pública ni en la privada. «Por razones culturales profundas, la intimidad de famosos y no famosos es un tema que solo se trata muy excepcionalmente, cuando se trata de casos ultra llamativos o escandalosos. En la programación diaria, el entretenimiento oscila entre la música, el cine, el teatro, las idas y venidas de famosos, sin entrar en sus intimidades, solo hablando de sus trabajos de actualidad». Mientras tanto, en 'Ni que fuéramos shh' podemos ver a María Patiño lanzando exclusivas sobre la infancia de Ángel Cristo y su madre, Bárbara Rey y puede que pronto también lo haga en televisión española
«No es comprensible que RTVE utilice dinero de todos, que aunque suene demagógico se podría emplear en hospitales, carreras o escuelas, en programas que no aportan nada a lo que debe ser un servicio público, que es aportar calidad o reflexión», reconoce Leopoldo Abad, Catedrático de Derecho Constitucional y profesor de Derecho de la Información en la Universidad CEU San Pablo. El año pasado, la Corporación recibió de los presupuestos generales del estado cerca de 500 millones de euros y cerró las cuentas anuales con pérdidas por importe de 22 millones de euros. «No me da vergüenza pedir una mejor financiación del servicio público, porque yo creo en el servicio público que presta RTVE», defendía López durante la última comparecencia en el Congreso.
Para justificar los contratos millonarios o los fichajes como el de Belén Esteban RTVE se aferra a la necesidad que se ha autoimpuesto de competir contra las cadenas privadas. Ya lo vimos con el fichaje de David Broncano para desbancar a Pablo Motos en Antena 3, o 'Mañaneros' para competir contra 'Espejo público'. Hay un empeño en hacer similar la parrilla de La 1 con la competencia. Una «necesidad» innecesaria. «Estamos viendo a una empresa pública con dinero público que está compitiendo con empresas privadas en el mismo sector. Si hubiera una panadería normal y otra que con dinero público vendiera el mismo producto al mismo precio nos parecería una aberración, pero parece que con la televisión no es así», asegura el catedrático.
Justificar con la audiencia
La televisión pública no tendría por qué estar focalizada en luchar por las audiencias porque ni tiene la misma naturaleza ni la misma vocación. «La función de la televisión pública no es competir, sino dar todo aquello que estas no ofrecen. Su objetivo no es hacer audiencia porque no debería luchar contra nadie», justifica Abad. En este sentido, ofrecer un programa de corazón en una televisión pública no tendría mucho sentido si ya lo hacen otras cadenas de televisión en la misma franja o en otra distinta. «Los directivos de TVE dan más importancia a lo cuantitativo que a lo cualitativo. Mientras ellos tengan un dato que les permita justificar su programa, les da igual el tipo de contenido que emitan, pero el fin no siempre justifica los medios». Ya se puede tirar uno eructos en directo como Inés Hernand o airear la vida privada de alguien que si la audiencia acompaña, para RTVE está más que justificada su emisión.
La vocación que tiene RTVE es la de ejercer un servicio público, al igual que otras como la BBC. En la televisión pública italiana RAI, asegura el corresponsal de ABC en Roma Ángel Gómez Fuentes, la prioridad está clara: contenidos informativos, educativos y culturales sin descuidar el entretenimiento. «Es cierto que algunos de sus programas han sido criticados por no cumplir con los estándares de calidad esperados para una televisión pública. Sin embargo, estos no han tenido larga vida, ya que la crítica televisiva en los medios italianos es influyente», asegura. Además, existe la Comisión de Vigilancia de la RAI, un órgano parlamentario con dos objetivos fundamentales: controlar el cumplimiento de su misión pública y supervisar los aspectos económicos.
«Todo esto ha fomentado un consenso en el país sobre la necesidad de que el financiamiento público se destine a contenidos que reflejen valores cívicos, culturales y artísticos. En la RAI, la polémica no se centra en la 'telebasura', sino en ocasiones en las presiones políticas», explica el corresponsal. Los códigos deontológicos son fundamentales en las televisiones públicas como la BBC o la RAI, son los que garantizan la función de servicio público y al mismo tiempo frenan todo aquello que no forme parte de esa misión. «Aunque RTVE tenga a su defensora de la audiencia, no es precisamente un referente en cuanto a este tipo de códigos deontológicos. Una de las características que configura la profesión periodística es precisamente la aceptación de los principios deontológicos, pero cuando los creadores de contenidos aparecen en el escenario de la televisión eso se convierte en un mundo donde no existe ningún compromiso de carácter deontológico», asegura Francisco Serrano Oceja, profesor de Periodismo en la Universidad San Pablo CEU y columnista.
Un formato aún por definir
La mayoría de programas tanto del prime time como de la tarde que actualmente están en emisión en TVE provienen de productoras externas. Hace unas semanas, el presidente de RTVE hacía públicas las listas con sus nombres y el coste. En el caso del nuevo programa para la tarde de La 1, La Osa producciones es quien está al frente. «No tiene sentido que con una plantilla tan grande como la de TVE, el grupo tenga que recurrir constantemente a productoras externas y todo el coste que supone. Es una aberración», asegura Abad.
Se desconoce cómo será el formato, las formas, el lenguaje y los temas de conversación del programa, pero al tratarse de la misma productora de 'Sálvame', todo indica a que la forma de trabajar será similar. Una forma, además, que les ha jugado malas pasadas y se han visto en ocasiones inmersos en demandas e indemnizaciones a varios afectados, como la reciente propuesta del juez Marcelino Sexmero de mandar a juicio a extinta La Fábrica de la Tele) y a quien fuera director de este popular programa, David Valldeperas, por un supuesto delito de revelación de secretos de decenas de famosos. Esta productora que fue durante años la creadora de la Telecinco más desenfrenada ahora es la elegida por José Pablo López para las tardes de TVE.
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