La cita más fugaz de la historia de 'First Dates': un soltero deja plantado a su pretendiente en plena cena
A José Miguel no le gustó nada de nada la persona que conoció en el programa y no se esperó al final de la velada para hacérselo saber. Antes de pedir la comida, salió huyendo
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José Miguel huyó de su cita
No siempre consigue 'First Dates' acertar al emparejar a los solteros. De hecho, sucede cada noche. Pero José Miguel (45) ni siquiera esperó a acabar su cita con Miguel (64) para tomar una decisión. Tal desagrado sintió por su pretendiente que en mitad de la cena puso pies en polvorosa.
«Desde pequeño he sido muy Billy Eliot, me ha gustado el mundo del espectáculo, teatro y el baile. Me encanta ponerme en el escenario con mi público del Imserso. Me pongo un mantón de manila y me pongo a cantar 'La bien pagá' y hago el paripé con mi micro», se presentó el soltero. Este animador de hotel residente en Benidorm contaba también que había estado casado 19 años y tenía una niña. «Estaba enamorada de ella y luego fui viendo cosas y me fijé en chicos. No pude engañarme a mí mismo ni a esa persona». Al restaurante del amor de Cuatro acudió buscando un nombre que se ajustara a su perfil, le gustan «maduritos, pero no viejos».
Su cita, Miguel, había vivido algo similar. «Me casé sin amor, me gustaban ya los hombres, pero yo quería tener una familia. También por el qué dirán», explicaba, por su parte, este operario jubilado de La Vall d'Uixó (Castellón).
El chasco que se llevó José Miguel al verlo fue monumental, tal y como confesaba al equipo del programa. «Es como si hubiera entrado un Miura y yo quería salir corriendo. No me ha gustado su físico, ni su mirada ni nada». Tampoco hizo falta que le expresara a su pretendiente el desagrado que le producía; su semblante habló por él y el castellonense cazó al vuelo que «tenía una cara algo rara».
Con todo, Miguel intentó entablar conversación con él. Si embargo, si cita estaba totalmente cerrada en banda a conocerlo. Ni siquiera como amistad. «No me veo para nada con él. El chico es del interior de Castellón, como que no. Que yo soy más de pueblo que las amapolas, que yo he estado con las vacas y todo el rollo, pero que no, que parecía mi tío del pueblo», manifestó.
José Miguel no quiere perder el tiempo
José Miguel, visiblemente nervioso e incómodo, no aguantó más. Antes de pedir la cena, tomó una drástica decisión. «Mira, te voy a decir una cosa… Es que no eres lo que estoy buscando. Me quiero ir. No digo que no seas majo, pero no es lo que yo estoy buscando, lo siento mucho».
Sin darle otra explicación a un Miguel atónito, se levantaba y lo dejaba tirado bajo el pretexto de que «solo hay una vida y hay que vivirla». «A ver, el chico, yo no digo que no sea majo, pero no es lo que yo buscaba. Me he ido porque no veía la necesidad de estar ahí cuando no voy a estar a gusto. Creo que se ha quedado cortado, no se lo esperaba», se justificaba el animador de hotel ante Carlos Sobera.
El soltero explicando a Carlos Sobera el porqué de su espantada
En cuanto al afectado por el plantón, cuando se le pasó el 'shock' inicial, comentó lo que le había parecido la actitud de su cita. «Es que no tiene ni la educación de esperar ahí, de hablar algo y estar un rato a que pase la cena y luego irse. Pero nada, el chico coge y se larga. Evidentemente valgo yo más que él porque yo me quedo y él se ha largado. No me lo explico, pero yo soy el que ha ganado. Tampoco me ha gustado mucho», replicaba.
Pese a todo, acabó por pensar que «yo soy el que ha ganado, no se merece a una persona como yo». «Si tengo la suerte de conocer a alguien que se interese por mi, mejor aún. El chico podría haber tenido un poco más de educación», concluía.
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