No ni ná
La ruta del PP
El PP tiene pendiente un debate ideológico que fije sin ambages qué es y quiere ser
Hay tanto de qué hablar de la política nacional que se relega para mejor momento un buen análisis de los errores cometidos por el PP hasta llegar a esta coyuntura de la que no es una víctima circunstancial. El PP tiene pendiente un verdadero debate ... ideológico que fije sin ambages qué es y quiere ser. Las crisis de liderazgo propiciaron cambios en la cúpula para responder a la maratón electoral, pero pasó lo que saben y ahora el partido ganador de las elecciones se prepara para ser oposición a un Gobierno débil sustentado en un galimatías de indecencias. Aunque no será difícil desmontar sus mentiras, el PP no debe quedarse ahí. Para presentarse como alternativa fiable ayudaría que el PP se enfrentara primero a sí mismo para terminar de una vez con sus dilemas. Desde su posición en relación a Vox, hasta los límites de su talante liberal y sus incursiones socialdemócratas.
En Andalucía, Moreno, dicen que copia aspectos de anteriores gobiernos socialistas para alcanzar ese statu quo que les permitió mantenerse en el poder durante décadas. Quienes se lo reprochan lo dicen desde la nostalgia, conscientes de que la estrategia ayuda a conquistar los bastos territorios de centro, al que regresa el electorado escarmentado de tanto extremismo desquiciado. Su mayoría absoluta le permite el desapego de Vox. Pero esa mayoría está para usarla. Es su gran reto. Si no la aprovecha lo pagará en las urnas. Las crisis del PP derivan de no haber sabido gestionar sus mayorías.
Al PP andaluz le queda mucho por hacer. Por ejemplo, asegurar una capilaridad social que le resuelva trabajos como la convocatoria de una manifestación como la del domingo para que sea inapelable. Moreno gestiona mucho voto prestado. Si intenta contentar a todos, la gestión derivará en un gazpacho de controversia, que se le atragantará. Además, precisa al menos de un PP que no tenga varios discursos, ya que el PP no parece asumir lo que dicta la lógica electoral, que el de Moreno sea el discurso.
A nivel local, –les ruego disculpen el vértigo de esta brusca bajada en el relato–, comienzan a observarse algunos de los defectos crónicos de las políticas de los populares: los complejos, el gusto por posponer decisiones, los temores a ejercer y la manía de intentar contentar a todos en todas las decisiones. De un poco de todo eso tiene la idea peregrina de poner un horario restrictivo (palabra socialista donde las haya) en la ordenanza con la que Sanz pretende cumplir su compromiso electoral de sacar 'los tanques a la calle'. O esa manía de reabrir debates superados, como el de valorar 'otros estilos' para el diseño de la portada de la Feria... como hizo Monteseirín.
En fin, se entiende que el terreno cedido por el PSOE en su delirio es apetitoso, pero intentar ocuparlo de golpe, sin un manual ideológico propio que sirva para Sevilla e Irún, puede causar al PP serios problemas en su metabolismo.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete