Vivimos como suizos

Modo avión

Si vas a toser, no vayas al teatro a molestar. Si vas a usar el móvil, tampoco

El pianista Alfred Brendel ha levantado alguna vez las manos del piano por las toses. «Señoras y señores, no estoy seguro de que ustedes puedan oírme a mí, pero yo sí puedo oírles a ustedes», dijo en una de esas ocasiones en que parecía que ... había ido a actuar a un hospital de tuberculosos. Nadie volvió a toser. Antes de que acabara su temporada en Madrid fui a ver 'Poncia' al Teatro Español con esa actriz enorme que es Lolita. El montaje de Luis Luque, ya saben, sobre la criada de Bernarda Alba. No sé cómo Lolita podía concentrarse con tantas toses. En el caso de Brendel, tras su bronca, se comprobó que se podía dejar de toser. También se puede dejar de ir al teatro si no estás bien. En la función había mucha gente joven. De algún instituto. Como a nosotras nos llevaban a ver 'Cinco horas con Mario'. Los jovencitos no tosían, pero la mayoría no apagó el móvil. Como estaba en un palco, pude ver durante toda la función las pantallas con poco brillo, pero sin dejar de funcionar. Se puede dejar de toser y se puede dejar el móvil un rato (y raras veces he visto una función más corta). Ojalá Lolita como la gran Patti LuPone, que durante una representación de 'Shows for Days' en el Lincoln Center, agarró el móvil de un espectador que no paraba de teclear y se lo llevó.