LA SUERTE CONTRARIA
Chavesnogaliana
Para saber en qué bando se está no solo hay que tener claro a quién tienes enfrente sino, sobre todo, a quién tienes al lado
Crepúsculo de Guardiola
Dabiz
Que la izquierda estaba acabada lo empezamos a comprender más tarde. Mientras tanto, seguíamos luchando contra molinos pensando que eran gigantes. Pero no eran gigantes, solo niños, niños debiluchos y desvalidos, niños perdidos –probablemente niños muertos– que elevaban su desprestigio y su ridículo sistemático delante ... de una sociedad que los despreciaba. Cada vez que la izquierda abochornaba al país en 'prime time', la derecha debería haber descorchado el champán. En lugar de ello descorchaba su mediocridad. Por ello, cada lanzada era a 'moro muerto', que, como la de los malos toreros, no servía para rematar al animal sino para invocar su bravura con la puntilla y devolverlo a la vida, como a Lázaro de Betania, pero con pitones como medias lunas.
Que la izquierda está llena de mediocres, de tarados y de fanáticos no debe ocultar el hecho de que la derecha se haya llenado de lo mismo y en idéntica proporción. Por lo tanto, que la derecha estaba acabada también lo empezamos a comprender más tarde, cuando vimos el féretro del cadáver de la izquierda portado a hombros por un neoconservadurismo paleto, antisistema y revolucionario que lo resucitaba a través de su falta de inteligencia. Ahí fue cuando entendimos que no había solución y que a las estupideces de una izquierda desquiciada y autoritaria no les relevaría la sensatez de una derecha ilustrada sino otras estupideces simétricas, igual de perdedoras, reaccionarias y autoritarias que las que quisimos evitar. A un exabrupto de izquierdas no se le debe contraponer un exabrupto de derechas sino la aspiración de la ausencia de exabruptos. Al dogmatismo, al fundamentalismo y al sectarismo de izquierdas no le debe suceder lo mismo sino su opuesto. Pero es inútil. Muerto lo 'woke', empezamos a intuir el declive prematuro del 'neoconservadurismo' patán que nació de sus cenizas. Entrecomillo 'neoconservadurismo' porque de conservadores no tienen más que las bolas de la chaqueta. No hay una sola similitud entre su espacio político y el de los conservadores clásicos. Así que las derechas estaban igual de acabadas. En un caso por desgracia; en el otro, por fortuna.
Para saber en qué bando se está no solo hay que tener claro a quién tienes enfrente sino, sobre todo, a quién tienes al lado. Y en España eso es sinónimo de salir corriendo. No solo por la mediocridad generalizada de quienes integran hoy la derecha sino, fundamentalmente, por su incapacidad para establecer un discurso en positivo. Para saber lo que está mal necesitamos saber lo que está bien y por qué. Y construir desde ahí. De nuevo Chaves Nogales: «El hombre que encarnará la España superviviente (…) será un traidor a la causa que hoy defiende. Viniendo de un lado o del otro de la trinchera, llegará más tarde o más temprano a la única fórmula concebible de subsistencia, la de organizar un Estado en el que sea posible la humana convivencia entre los ciudadanos de diversas ideas». Allí los estaremos esperando. Mientras tanto, solo queda desertar.
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