Después, 'naide'
Por qué deberías comprar un 'kalashnikov'
«Nos dicen que no pasa nada y también que guardemos víveres para 72 horas en caso de guerra, catástrofe, desastre natural, etc., y también nos invitan a no ponernos nerviosos»

Salió Sánchez al Congreso a decir que «de esta salimos más fuertes y unidos» como aquella vez. El signo más evidente de que se avecina un desastre es la superposición de mensajes de calma y de alarma. Eso lo vimos en pandemia cuando había ... que estar confiados, pero no bajar la guardia, y estar confiados, y no bajar la guardia, y así sucesivamente como en el poema de David Eloy en el que el amor es un puente, y un laberinto, y un puente, y un laberinto…
Nos dicen que no pasa nada y también que guardemos víveres para 72 horas en caso de guerra, catástrofe, desastre natural, etc., y también nos invitan a no ponernos nerviosos. Sería interesante conocer al experto que determinó por qué 72 horas y no 720. Se supone, como apunta el gran John Müller, que al tercer día, el Estado resucita. En Valencia, no pasó. Hubo gente a la que no atendieron más de tres días después, que yo los vi, y sólo era agua; quién sabe cuánto tardaría en llegar el Estado a tu casa si lo que cae, en lugar de un diluvio, es una invasión.
Hay gente advirtiendo sobre la advertencia y dejando claro que nos piden que guardemos pilas, comida y una radio, y no un fusil de asalto, aunque yo me declaro aquí ciertamente partidario de hacerse con uno. Si viene un conflicto armado, lo suyo sería armarse. Vale que te pueden poner una multa aunque lo cierto es que, si se diera la coyuntura de tener que salir a la calle empuñando un fusil de asalto, parece improbable que te pidan los papeles los del Seprona.
«Pocas cosas más útiles en tiempos de guerra que un fusil y un buen puñado de balas»
A las armas se acostumbra uno muy rápidamente. Una mañana en la que pescábamos con mosca en una playa de una isla del lago Turkana, más remota que Margarita Robles últimamente, se apareció una lancha de la que se desembarcaron unos tipos con camisetas sin mangas, agujeros en los pantalones y 'kalashnikov' en la mano. Los vi de lejos en la orilla y mientras imaginaba los titulares de nuestra muerte en la prensa, vi que mi mujer entablaba una alegre conversación con ellos. A Elena le pareció normal que llevaran «un KH7», como el quitagrasas.
Nos reímos mucho. Así que puedes ir a la playa con el arma automática o darle más usos. A mi amigo Xabier le andan rondando los lobos la casa cerca de Bera de Bidasoa y podría hacer buen uso del arma si les da, como parece probable, por atacar a sus queridas 'pottokas' (unos ponis vascos pequeños y paleolíticos). Si a la mismísima Ursula von der Leyen se le comió un lobo el poni, es que le puede pasar a cualquiera. Se pueden encontrar muchas utilidades a una metralleta, aunque la más oportuna es la de picarte al primer tipo del ejército enemigo que salta por la tapia de la casa, que es para lo que están. No te asegura salir con vida, pero, al menos, te desquitas. Pocas cosas más útiles en tiempos de guerra que un fusil y un buen puñado de balas. También podríamos prepararnos con danzas performativas de esas en las que las militantes de Podemos invitan a poner el cuerpo, contorsionan en curiosos 'hakas' a lo 'woke' y entonan letras en las que el violador eres tú, pero no sería de gran ayuda. No necesitaríamos armas si decidiéramos no ir a la guerra. Claro que la decisión no depende solamente de nosotros.
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