España marca el rumbo en la carrera de la energía eólica marina flotante
A la espera de un marco regulatorio favorable, nuestro país suma el 30% de los proyectos en marcha en el mundo y el papel de algunos laboratorios punteros nos convierte en gran banco de pruebas de una tecnología prometedora
El primer parque eólico semisumergible del planeta (Windfloat Atlanticy) se encuentra en Portugal, en él ha participado Ocean Winds
Es su momento. Ha llegado la hora de que la tecnología eólica marina flotante ocupe el lugar que le corresponde en nuestros mares y océanos. Allí donde las aguas alcanzan mayores profundidades, donde el viento es constante y estable permitiendo generar más horas de ... electricidad que otras renovables. Razones de peso para que esta disruptiva forma de obtener energía sea un actor más que intervenga en el camino a la ansiada neutralidad climática.
Y cuando hablamos de renovables, España puede sacar músculo. Nuestras empresas parten de privilegiadas posiciones para estar en cabeza de la carrera que se ha desatado a nivel internacional por instalar los primeros parques comerciales de eólica flotante antes de que finalice esta década. Somos el primer desarrollador de prototipos con esta tecnología. Hoy día se ensayan en el planeta 50 plataformas de flotación, el gran reto técnico ya que cada una de estas soluciones (de hormigón, acero o ambos) pesa más de mil toneladas y, además, debe sustentar en el mar grandes aerogeneradores. De todas ellas, 15 están patentadas por empresas españolas.
Además también somos referentes en laboratorios punteros para ensayar estas tecnologías. Contamos con la plataforma oceánica Plocan en Canarias, la zona de mar abierto Bimep en Bilbao, el canal de experimentación de IH Cantabria o el Cehipar del Ministerio de Defensa, o el canal de oleaje de la Universitat Politècnica de Catalunya... De tal forma, que las empresas de otros países pueden venir aquí a testar y validar sus prototipos.
Fortalezas
No solo somos punteros a nivel tecnológico. Podemos hacer gala de otras muchas potencialidades para ser líderes de la eólica flotante. Las compañías españolas han adquirido experiencia en el desarrollo de instalaciones de eólica marina de cimentación fija en otros países. Suministran componentes de todo tipo y servicios en parques por todo el mundo: en el mar del Norte, en el Mar Báltico, en el mar de Irlanda, en Estados Unidos... «España tiene uno de los mejores ecosistemas empresariales para desarrollar la eólica marina flotante en el mundo. Por los diseños tecnológicos ya pensados, porque somos los mayores proveedores de torres, líderes en fabricación de amarres y hemos instalado en los principales parques marinos del mundo», asegura Pedro Mayorga, presidente de Appa Marina y fundador de EnerOcean.
Por no hablar de la dilatada experiencia con la que cuenta nuestra eólica terrestre como demuestra el hecho de que, por ejemplo, seamos el quinto país del mundo en la fabricación de aerogeneradores. Ello sumado a una potente industrial naval, con gran tradición (España es el décimo país del mundo en construcción naval), y a una sólida infraestructura de puertos y astilleros que se pueden adaptar para construir estos parques del viento de alta mar y que actuarían también como centros logísticos.
De hecho, «nuestros astilleros ya han participado en la construcción de cimentaciones fijas para los parques eólicos marinos más importantes del mundo y han monopolizado la construcción de las estructuras flotantes que hoy existen en el planeta», destaca Lara Cerdán Aznar, Offshore Wind Senior Consultant de Ramboll.
Se prevé instalar entre 1 y 3 GW de eólica flotante en aguas española en 2030
Y esta vez, los planes del Gobierno también acompañan. La 'Hoja de Ruta para el desarrollo de la eólica marina y de las energía del mar en España' prevé instalar entre 1 y 3 GW de eólica flotante para 2030 (el 40% de los 7 GW que se ha propuesto Europa para esta renovable). Lo que ha motivado a nuestras empresas a empezar a avanzar en la tramitación de los primeros parques eólicos comerciales con esta tecnología en aguas españolas.
«Aunque todavía no se ha abierto la ventanilla, ya hay un listado de 39 proyectos solicitando consultas previas relacionadas sobre todo con estudios de impacto ambiental», señala Tomás Rogamosa, director técnico de AEE (Asociación Empresarial Eólica). Capital Energy, Ferrovial, Abei Energy, ACS (Grupo Cobra), Saitec, Iberdrola, Naturgy, Sener, EnerOcean, Ocean Winds, Equinor, Grenalia... figuran en ese listado.
Pero no somos los únicos que miramos a esta tecnología. El interés también se ha despertado en otros países. Para 2030 «Grecia tiene por objetivo alcanzar 2 GW, Reino Unido 5 GW, Italia está considerando 3,5 GW e Irlanda también tiene grandes planes para la energía eólica flotante», señala Lara Cerdán.
«El desarrollo de esta industria es imparable», afirma Mayorga. «En Escocia —dice— ya hay empresas con zonas asignadas para desarrollar parques eólicos flotantes, con participación de compañías españolas». A Francia, Taiwán, Japón... también les seduce la flotante.
Aún con todo el viento a favor, España se la juega. El retraso y la falta de un marco regulatorio para desarrollar los primeros parques comerciales eólicos flotantes en nuestras costas puede hacer que perdamos una oportunidad única en esta carrera. El sector está en vilo, a la espera de que se aprueben varias normativas.
Espacio marítimo
Para seguir avanzando, necesitan de forma urgente que el Gobierno dé luz verde a los planes de ordenación del espacio marítimo (POEM) de las cinco demarcaciones marinas españolas, que ya salieron a información pública en junio del año pasado. En ellos se recogerá qué lugares son compatibles con los parques eólicos marinos y cómo convivirán con otros usos y actividades en el mar.
En el borrador, «las zonas que se reservaban para estas instalaciones suponían un 0,7% de la superficie de las demarcaciones marítimas de España. Pero eso no significa que se cojan todos los polígonos para estos parques, porque los proyectos competirán en una subasta. Así que, para llegar a los 3 GW que pretende el Gobierno sólo se ocuparía el 1,07% de la zona que se ha reservado para esta tecnología», hace cuentas Juan Virgilio, director general de AEE. La previsión es que los POEM se aprueben en lo que queda de 2022, pero ya llevan más de un año de retraso.
La primera subasta de eólica marina podría tener lugar a mediados del año 2023
No obstante, existen unas zonas donde se sabe que el recurso eólico es más significativo. «Se encuentran en Galicia, Cataluña, a ambos lados del Estrecho de Gibraltar y en Canarias», indica Mayorga. Y es precisamente en las Islas donde se está poniendo el foco. Podrían albergar los primeros proyectos comerciales, ya que serían inferiores en costes que la generación eléctrica convencional en el archipiélago.
Falta además otros prolegómenos normativos: el procedimiento administrativo que se seguirá para tramitar estos proyectos y los permisos necesarios; los requisitos y criterios que cumplirán las instalaciones; el diseño de una subasta, su funcionamiento y el marco retributivo, y adaptar la red eléctrica y los puntos de conexión para evacuar la energía de la eólica flotante.
«Hoy la red eléctrica no contempla nudos con las dimensiones necesarias para albergar la eólica marina», dice Virgilio. Aunque parece ser que el Ejecutivo ya lo tiene previsto. «El Plan de desarrollo de la red de transporte de energía eléctrica (2021-2026) ya contempla seis subestaciones en tierra para poder acoger la eólica marina: dos en Canarias, dos en Galicia, una en Asturias y otra en Cataluña», cuenta Manuel Fernández, responsable del desarrollo del negocio eólico marino en España de Ocean Winds.
Plazos ajustados
El Ministerio para la Transición Ecológica ya lanzó el pasado mes de junio una consulta pública sobre el marco normativo para desarrollar los parques eólicos marinos. El sector espera que la primera subasta de eólica flotante se celebre a mediados del próximo año. Pero los plazos están muy apurados. «Si no se aprueba esta regulación ahora no sabemos si llegaremos a los objetivos de 2030. En tierra la tramitación de un parque eólico tarda seis años. Si corremos, los marinos estarán en 2029», estima Virgilio.
Sin esta regulación los parques eólicos flotantes comerciales, a partir de 50 MW, no se pueden instalar en nuestras costas. Hoy día existe una moratoria del Real Decreto 1028/2007, que regulaba el procedimiento para tramitar instalaciones de generación eléctrica en el mar de forma general. «Pero no era adecuada», dice David Carrascosa, director de Operaciones de Saitec.
Además, la tecnología ha dado pasos de gigante desde entonces, sobre todo con el avance de soluciones para la eólica flotante, la única posible en las aguas españolas, ya que nuestra plataforma continental es estrecha y en las proximidades a la costa las profundidades superan enseguida los 60 metros. A partir de ahí no es viable la cimentación fija. Solo la eólica flotante.
Pues bien, hubo una exención a la moratoria, de tal forma que solo se permite construir instalaciones de menos de 50 MW y siempre que sea con fines de investigación, experimentación, desarrollo y ensayo de nuevos prototipos. Y en este paquete no entran los parques comerciales, que necesitan mayor potencia para ser rentables. De ahí que el sector espere con urgencia un marco regulatorio para este tipo de infraestructuras.
Los más avanzados
Hoy día, las instalaciones más avanzadas se encuentran en fase precomercial. Hay cuatro en el mundo. Escocia cuenta con dos parques flotantes: el Kincardine Offshore Wind de 50 MW y el Hywind Scotland de 30 MW. Noruega construye el Hywind Tampen, de 90 MW. Y Portugal cuenta con el WindFloat Atlantic de 25 MW.
A más de 60 metros de profundidad no se puede instalar eólica con cimentación fija
Esta tecnología «va a abrir mercados que eran inviables con profundidades muy altas», asegura Juan Virgilio. A partir de los 60 metros de profundidad, donde no llegan las plataformas de cimentación fija, se encuentra el 80% del recurso eólico marino de Europa. «Lo que aporta un número de horas de energía muy significativo», detalla Mayorga. Según datos que maneja el sector, un parque eólico marino flotante genera energía equivalente entre 4.200 y 5.000 horas al 100% de su generación al año, mientras que la eólica terrestre lo hace entre 2.300 y 3.800 horas y la fotovoltaica entre 1.600 y 1.900.
Una fuente de energía que no se puede dejar escapar. Pero que también requiere de grandes inversiones. Manuel Fernández ofrece una orientación: «Un proyecto de 1.000 MW sobre cimentación fija está en torno a 2.000 millones de euros. En flotante, un parque de entre 300 y 500 MW supondría una inversión de más de mil millones de euros».
La previsión es que los costes se reduzcan a lo largo de esta década. «Pasando de los 180-200 euros por MW/h actuales a 100-200 en 2025 y 40-60 en 2030», señala Lara Cerdán. Para tener una referencia, «las últimas subastas europeas de tecnología de eólica marina de cimentación fija han conseguido unas reducciones muy significativas de precios, llegando incluso a tarifas inferiores a 50€/MWh».
Prototipos y proyectos
Mientras se espera la regulación, las empresas españolas siguen avanzando en esta tecnología. El Grupo Sener trabaja en el proyecto HiveWind, una plataforma flotante semisumergible de acero para turbinas eólicas marinas de potencias superiores a 15 MW. «Queremos probar las turbinas que se utilizan en los grandes proyectos comerciales. Estará listo en 2025. La innovación principal radica en que es muy modular, se fabrica por piezas muy pequeñas, más manejables, más baratas y se puede hacer en astilleros. Su facilidad constructiva permite un menor coste», explica Sergi Ametller, director de Eólica Marina en Sener, una de las compañías que ha iniciado la tramitación de cuatro proyectos de parques eólicos flotantes comerciales en España.
Alexander Fairtlough, director de desarrollo comercial de EnerOcean, explica la solución tecnológica que esta empresa malagueña ha patentado para su prototipo de flotación W2Power: «En lugar de instalar un aerogenerador nuevo de 12 MW, que pesa más de mil toneladas y de una altura de 130 metros, instalamos dos turbinas de 6 MW que son modelos demostrados y en los que toda la cadena de suministros es más eficiente. Son turbinas más baratas y ligeras, de más baja altura, más accesibles y producen lo mismo que una turbina de 12 MW. Esto nos permite distribuir mejor las cargas en una plataforma flotante semisumergible que es más estable gracias a su tamaño. Fue el primer prototipo del mundo que se orienta con la dirección del viento. Así reducimos costes de mantenimiento, tenemos menos pérdidas de producción y aumentamos la vida útil de las estructuras».
La plataforma fue probada durante cinco meses en las costas de Gran Canaria. «Aguantó siete tormentas con olas de más de cuatro metros, lo equivalente al efecto que tendría una ola de 24 metros de altura», cuenta Fairtlough. EnerOcean es también una de las empresas que ya ha proyectado un parque de eólica flotante comercial en Canarias. «Está previsto en dos etapas: la primera de 48 MW para probar la tecnología, que se podría ampliar hasta 180 MW», cuenta Fairtlough.
La ingeniería vasca Saitec ya tiene listo el prototipo del primer aerogenerador flotante de nuestro país que se conectará a la red eléctrica y suministrará energía a la población. Se instalará en la plataforma de ensayos Bimep (Bilbao), en mar abierto. «Hablamos de un catamarán de doble casco de hormigón armado. El aerogenerador se eleva 70 metros por encima del nivel del mar. La plataforma tiene 60 metros de eslora y 30 de manga, dimensiones cercanas a las de un campo de fútbol. En el mar, estos gigantes se convierten en pequeños puntos en el horizonte. El impacto visual de estas plataformas, situadas a 20 kilómetros de la costa, va a ser ínfimo», defiende David Carrascosa. El proyecto DemoSATH, como así se denomina, tiene una turbina de 2 MW.
Parques para probar
Saitec es otra de las empresas que ha empezado a tramitar dos proyectos de parques eólicos flotantes de 50 MW. Uno en el País Vasco y otro en Gerona. «Queremos tenerlos operativos en torno a 2026-2027. Se encuentran en fase de ejecución de los estudios de impacto ambiental. Es importante desarrollar parques de este tamaño contenido para que la cadena de suministros se vaya adaptando, también el público y sectores como la pesca, el turismo...», considera Carrascosa.
Ocean Winds ha presentado dos parques comerciales para Canarias. Esta empresa ya cuenta con la experiencia del primer parque eólico semisumergible del mundo (Windfloat Atlanticy), ubicado a 20 kilómetros de la costa de Viana Do Castelo (Portugal). Instaló tres plataformas flotantes que suman 25 MW, están a unos 100 m de profundidad del agua y suministran electricidad a 25.000 hogares.
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La carrera por ser los primeros en desarrollar tecnología flotante para parques comerciales ya ha comenzado. Ahora se trata de que nuestras empresas no se queden atrás.