Diez mitos falsos sobre el coche eléctrico
Con motivo del 'Día Mundial del Medio Ambiente', Nissan demuestra cómo la tecnología 100% eléctrica es ya una opción real de movilidad.

A menudo, se asocia la movilidad sostenible con frenos y barreras que, a ojos de la opinión pública, no se han superado y que impiden pensar en el coche eléctrico como una realidad de compra a considerar.
Con motivo del 'Día Mundial del Medio Ambiente', Nissan responde a 10 mitos relacionados con el coche eléctrico recogidos a partir de las impresiones de conductores y concesionarios de la mara.
1. El coche eléctrico es mucho más caro que el tradicional: 13.900 euros es la tarifa desde la que se podrá adquirir un coche eléctrico como el Nissan Leaf ; el más vendido del mundo, con más de 115.000 unidades en manos de clientes, más de 1.000 millones de km recorridos con 0 litros de combustible y 0 emisiones, y un ratio de satisfacción del cliente del 93%.
El citado precio incluye descuento, recompra y financiación de 2.600 euros del Plan Nissan-E , junto a los 1.000 euros del Plan PIVE 5 . Sobre la batería, con contrato de leasing se puede alquilar por 79 euros/mes. Si el cliente opta por la compra de la batería el precio del vehículo ascendería a 19.800 euros, en línea con el de un compacto medio.
En cuanto al coste de uso, es inferior al de un automóvil de combustión interna: un estudio de Nissan desvela que usar el Leaf en España supone para los usuarios un ahorro de aproximadamente 150 euros al mes con la tarifa eléctrica supervalle, en comparación con un coche diésel si se conducen una media de 50 km diarios. Es decir, casi 1.800 euros de ahorro por año.
2. El coche eléctrico no tiene suficiente autonomía: el nuevo Leaf ha incorporado cambios en su sistema de propulsión y en la batería para ganar autonomía hasta 199 km, según el Ciclo de Homologación Europeo (NEDC). Estudios recientes exponen que el 80% de los desplazamientos diarios en días laborales son inferiores a 80 km, por lo que el coche eléctrico cubriría con su autonomía la mayoría de trayectos. Además, el 80% de la recarga de la batería del Nissan Leaf se logra en 30 minutos en estaciones de carga rápida, y de 4 a 8 horas en puntos de carga normal.
3. España careceene infraestructura de recarga para el coche eléctrico: las necesidades de carga de un coche eléctrico deben ser cubiertas en gran medida por el punto de carga de su aparcamiento habitual (entre un 80% y un 90%).
En nuestro pais hay más de 750 puntos de carga normal. En cuanto a la carga rápida , Nissan está impulsando diversos proyectos en España. Nissan, junto con el gestor de carga IBIL, está instalando 30 puntos de carga rápida en estaciones de servicio Repsol . Además, está implementando 71 puntos de carga rápida en su red de concesionarios . Finalmente, fruto del acuerdo entre Nissan, Barcelona y AMB (Área Metropolitana de Barcelona) se están instalando otros 20 de puntos de carga rápida.
Ya están operativos 80 puntos de carga rápida fruto de estas iniciativas, 15 están en obras y 9 en proyecto. En total, se alcanzará la cifra de 121 puntos de carga rápida en España impulsados por Nissan. Están situados estratégicamente para poder cubrir distancias más largas en un solo día. A nivel europeo, Nissan ha instalado ya más de 1.000 cargadores rápidos .
4. El coche eléctrico ofrece menos prestaciones: el nuevo Leaf está disponible en tres nuevas versiones de acabado (Visia, Acenta y Tekna), siempre con dirección asistida, aire acondicionado, sistema telemático Carwings de Nissan Connect con Eco-Routing (permite conectar el Leaf a un ordenador o a un smartphone para activar a distancia la carga o programa el climatizador), cámara de visión 360º, arranque por botón start/stop o audio firmado por el especialistas Bose en versión altamente eficiente Energy Efficient Series, instalado dentro de los tapizados del vehículo.
5. El coche eléctrico exhibe menor capacidad de aceleración: entre las virtudes de los motores eléctricos, la entrega del par máximo desde cero revoluciones, lo que permite una rápida y progresiva aceleración, constante, en toda la gama de revoluciones. Se basa, además, en la ausencia de embrague y caja de cambios, lo que a la larga abarata el mantenimiento. A ello se suma un funcionamiento silencioso y de gran eficiencia energética, ambos muy superiores a cualquier vehículo de combustión tradicional del mismo segmento.
6. El coche eléctrico no alcanza la velocidad de uno tradicional: la velocidad máxima del Leaf está autolimitada a 145 km/h, una cifra suficiente que responde a los límites máximos establecidos en las carreteras europeas. Además, conducir un modelo como un Leaf es más agradable y eficiente desde el punto de vista dinámico, dado que su centro de gravedad es más bajo al estar las baterías bajo del piso y en el centro del automóvil.
7. El coche eléctrico requiere más mantenimiento: la arquitectura técnica de un vehículo de este tipo, con un 90% menos de componentes que otro diésel o de gasolina, asegura costes de mantenimiento muy inferiores: no necesita aceite motor, lleva menos filtros y no hay que sustituir ni revisar correas o embragues. Y las pastillas de freno duran más gracias a su sistema de frenada regenerativa que carga de forma parcial la batería.
8. El coche eléctrico es más pequeño que los tradicionales: el nivel de desarrollo de las baterías, en términos de densidad energética, seguridad y fiabilidad, permite a un modelo como el Leaf capacidad para cinco pasajeros con un amplio maletero de 370 litros.
9. No ofrecen ventajas adicionales: además de un destacable ahorro económico en combustible, la movilidad sostenible cuenta con incentivos en el uso diario. A modo de ejemplo, en Madrid, Barcelona, Sevilla y Bilbao conducir un eléctrico supone un 75% de descuento en el impuesto de circulación, y en muchos casos aparcamiento gratuito en zonas azul y verde, reducción del 60% de los peajes y permiso para circular en los carriles VAO. Además, en ciudades como Barcelona los usuarios de coches eléctricos se benefician de carga gratuita en la red pública durante 2 años.
10. El uso de coches eléctricos tiene poco impacto en la mejora de la calidad del aire: el principal agente contaminador del aire en las zonas metropolitanas es el tráfico. Siendo los óxido de nitrógeno y las partículas los principales problemas. Y el transporte de carretera supone la segunda mayor fuente de gases de efecto invernadero en la Unión Europea y una quinta parte del total de las emisiones. El uso generalizado de eléctricos reduciría drásticamente los valores de contaminación, permitiendo una mejora real del entorno y el medio ambiente.
Según estimaciones realizadas por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) con la introducción de 1.000 vehículos eléctricos en una ciudad se dejarían de emitir más 30.000 kg anuales de gases contaminantes (incluyendo CO, NOx, HC...), y más de 2 toneladas de CO2.
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