Ya tengo un coche eléctrico. Y ahora, ¿dónde lo recargo?
En la práctica, encontrar un punto de recarga operativo es muy complicado - belen diaz

Ya tengo un coche eléctrico. Y ahora, ¿dónde lo recargo?

Recorremos Madrid para comprobar si funcionan los puntos de recarga existentes en diferentes puntos de la ciudad

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Recorremos Madrid para comprobar si funcionan los puntos de recarga existentes en diferentes puntos de la ciudad

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  1. En la estación de servicio, el punto de recarga en la calle y el aparcamiento subterráneo

    En la práctica, encontrar un punto de recarga operativo es muy complicado - belén díaz

    El futuro ya está aquí. Tenemos un coche eléctrico c on autonomía extendida. Es decir, que una vez que agotemos la batería, unos 50 kilómetros, un motor de gasolina se encarga de recargarla.

    Pero aunque podamos seguir circulando unos cientos de kilómetros, lo cierto es que estos coches están concebidos para ser recargados. Mediante un «enchufe de 220», como los que tenemos en casa. Así que, nos hemos propuesto comprobar las posibilidades que nos ofrece para su recarga una ciudad como Madrid.

    Varias son las posibilidades que se nos ofertan a través de la página web de «movilidad» del Ayuntamiento. Así que, en primer lugar hacemos lo que parece más lógico. Acudir a una estación de servicio.

    Una maceta nos impide la entrada

    Enseguida nos encontramos con las plazas destinadas a los coches eléctricos, que curiosamente están cerradas por dos grandes macetas. Al preguntar a los empleados nos dicen que estos postes de recarga son excusitos para los trabajadores de Endesa, que tienen una tarjeta con la que recargar sus coches eléctricos. Al lado tenemos un enchufe con el que podemos recargar de manera gratuita. Y efectivamente, localizamos el cargador, aunque este no sirve para el enchufe de tipo «normal» que lleva nuestro coche.

    ¿Será posible recargar con monedas?

    Segundo intento. Nos acercamos a la ciudad de Telefónica, donde hemos visto que existe un poste de recarga mediante monedas. Lo localizamos, enchufamos nuestro coche…y el mensaje que aparece en el monitor del coche es que este punto de recarga está inactivo.

    Tras el segundo fracaso seguimos con nuestra búsqueda, consumiendo gasolina, porque la batería del coche ya se ha agotado. Nos trasladamos a uno de los puntos de recarga que el Ayuntamiento ha instalado en la vía pública.

    Precintada con «cinta americana»

    El único requisito, nos dicen, es obtener una tarjeta llamada «MOVELE», con nuestros datos personales y la ficha técnica del

    coche. Aseguran que en las oficinas de Movilidad del Ayuntamiento nos la dan de forma inmediata. Y allí nos dirigimos. Curiosamente el punto de recarga que se encuentra frente a este edificio es uno de los aproximadamente 25 distribuidos por la ciudad y que no están operativos por diferentes motivos.

    Probamos en el «parking»

    Nuevo intento. Uno de los aparcamientos subterráneos que ofrecen la posibilidad de recarga eléctrica. Al lado del Santiago Bernabeu es nuestra elección. Nada más entrar, las supuestas cinco plazas para coches eléctricos están vacías. Nos dice una empleada que en realidad de los cinco postes de recarga solo funciona uno, debido a que casi no tienen demanda.

    Para poder enchufarlo nos ofrece un adaptador para nuestro enchufe de serie. La fianza es de cuatro euros, que nos devolverá cuando volvamos a retirar el coche. Volvemos a las dos horas. Nos devuelven la fianza y nos cobran casi cuatro euros, solo por el uso del parking, ya que la electricidad es gratis.

    Las baterías apenas se han recargado, ya que para completarse la recarga nos harían falta unas cinco horas.

    Por ahora en casa o en el trabajo

    Con más pena que gloria regresamos a nuestra redacción. Porque en realidad, como alternativa viable, tan solo aquí, o en el garaje de nuestro domicilio particular (si es que dispone de enchufe), es donde podemos dar energía al coche para utilizarlo según el modo para el que fue concebido. En la práctica tenemos que seguir usando la gasolina y emitiendo CO2 a la atmósfera.

  2. ¿Por qué no funcionan los puntos de recarga?

    Cuando se instalaron muchos de los puntos de recarga eran prototipos
    Cuando se instalaron muchos de los puntos de recarga eran prototipos - belén díaz

    Los coches eléctricos suponen un ahorro en gasolina; no provocan emisiones CO2; aparcan gratis en zonas de estacionamiento regulado, pero a la hora de recargar la batería puede quedarse tirado hasta encontrar un punto de recarga que funcione en Madrid. Es lo que ha podido comprobar este diario al circular con un Opel Ampera en busca de un punto activo.

    Desde que Alberto Ruiz-Gallardón era alcalde de la ciudad se ha tratado de introducir este vehículo en la capital para reducir la contaminación. La Comunidad de Madrid es la que concentra el mayor número de matriculaciones de eléctricos en 2013 (301). Pero, en la actualidad, de los 24 puntos de recarga que tiene distribuidos el Ayuntamiento solo 10 funcionan.

    Solo funcionan 10 puntos de recarga

    «La infraestructura en este sentido está bastante mal. Esto es debido a que el mantenimiento de estos puntos de recarga con las empresas que había ha concluido y no se ha renovado. Creemos que estarán esperando a que se reciban fondos de la Unión Europea. Llevamos medio año con esta situación. Hemos hablado con Elisa Baraona, Directora General de Sostenibilidad, y nos dice que todo está en orden. Esto es una cuestión de desidia», manifiesta el presidente de la Asociación Madrileña de Vehículo Eléctrico (Amve), Javier Blanco Gómez.

    El Ejecutivo de Ana Botella explica que esta falta se debe a que la práctica totalidad de los puntos de recarga consistían en prototipos. «Varios fabricantes de los mismos han cesado en su actividad y la solución a diferentes problemas de mantenimiento que han ido surgiendo se ha visto muy complicada (inexistencia de piezas de recambio, imposibilidad de adecuación a la red integrada de software de control, deficiencias técnicas, etc.)», arguyen. Están estudiando, aseguran, «la viabilidad económica de la sustitución de los puntos actuales para que se garantice su adecuación a la red y su mantenimiento». No especifican la fecha.

    Medio millar de vehículos eléctricos

    A 6 de noviembre, el Consistorio ha entregado 523 tarjetas que habilitan la recarga eléctrica (Movele), una cifra que equivale, aproximadamente, al número de coches de esta tipología que circulan por la ciudad. La mayoría, turismos. El consumo de energía de estos coches este año en los puntos de carga (7.422,02 Kwh) de la ciudad equivale al consumo medio de dos hogares al año (8.000 Kwh), según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE).

    «Tener un coche eléctrico compensa si se recarga en casa porque la ciudad no está habilitada para la recarga. Para empresas no es rentable. A veces es surrealista la situación de los puntos de carga. Hay algunos ubicados frente a empresas de electricidad que no funcionan. Es penoso. Parece ser que no termina de interesar introducir el eléctrico», dice Blanco.

  3. Hablan los fabricantes: «Una apuesta a medio y largo plazo»

    Muchas fábricas españolas ya disponen de versiones de coches eléctricos
    Muchas fábricas españolas ya disponen de versiones de coches eléctricos - belén díaz

    Después de habernos «topado con la cruda realidad», nos planteamos si realmente existe una apuesta clara por el vehículo eléctrico como alternativa a los derivados del petróleo. Desde la Asociación Nacional de Fabricantes, ANFAC, tienen bastante claro que «todos los fabricantes están apostando por la electromovilidad de una u otra manera», según nos cuenta David Barrientos, Director de Comunicación de esta asociación.

    En primer lugar, por las numerosas e «innegables ventajas de este tipo de coches», nos relata. Se trata de vehículos que «utilizan utiliza una energía limpia, que permite reducir de manera muy significativa, incluso completamente, las emisiones de gases y partículas a nivel loca»l.

    Otro punto a favor es que la propulsión eléctrica presenta una eficiencia energética «del pozo a la rueda» mucho mayor que la basada en combustibles fósiles. Los coches eléctricos permiten incorporar las energías renovables en el ciclo completo del transporte, desde la generación de energía hasta la carretera, y «presentan gran potencial de desarrollo para nuevas aplicaciones tecnológicas, como su utilización como almacén energético integrado en la red eléctrica».

    Estas son las ventajas, pero por el momento, existen unos cuantos inconvenientes para que se conviertan en una forma de transporte más «popular». Por ejemplo, David Barrientos asegura que «la infraestructura urbana es el impedimento principal para mantener y abastecer la carga eléctrica a los vehículos que se alimentan de esta fuente de energía. Se necesitan más puntos de recarga para que la electromovilidad sea más frecuente en los núcleos urbanos. Es un punto clave para el desarrollo de electromovilidad en los próximos años».

    Aún así, la evolución en cuanto a las cifras de ventas de este tipo de vehículos ha sido bastante grande. Según las cifras que manejan desde ANFAC, el año 2012 cerró con 437 unidades matriculadas y un incremento del 19% respecto al año anterior. En el mes de Octubre de 2013 ya se han alcanzado las 747 unidades y un incremento del 95% con respecto al mes de octubre del año 2012.

    Esto demuestra, según Barrientos, que «el vehículo eléctrico despierta interés, todavía de forma moderada».

    Uno de los factores es que «el contexto económico en el que nos encontramos, no es el más favorable para la mejora del mercado de este tipo de vehículos, pero esperamos que gracias a los planes de incentivos que están en vigor en estos momentos sigan teniendo una evolución positiva».

    Aún así, la patronal de fabricantes de vehículos considera al vehículo eléctrico «no como un sustituto de la combustión tradicional, sino como un complemento a la misma».

    Y esta situación es similar en el resto de Europa. Según las cifras que baraja David Barrientos, en todos los mercados «evolucionan con una presencia moderada del vehículo eléctrico».

    Sin embargo asegura que España, desde el punto de vista industrial, «está bien posicionada para liderar la presencia de este tipo de vehículos, porque fuera de Europa también existe una necesidad de vehículo eléctrico».

    Muchas de las factorías españolas ya disponen de una de las versiones del vehículo eléctrico y mucho Know-How en innovación en los procesos de innovación.

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