Rusia y China avanzan en África mientras la OTAN baraja misiones de entrenamiento en el Sahel: «Una invasión rápida y silenciosa»

Alexia Columba Jerez

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05/05/2024
Actualizado a las 14:38h.

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La OTAN ultima su estrategia en el flanco sur, con la posibilidad de misiones de entrenamiento y asesoramiento en zonas de África del Norte, Sahel y Oriente Medio. Por eso encargó a un grupo de expertos el desarrollo de un informe para decidir su enfoque de futuro. Un cambio para algunos inédito que responde, según explica Andrea Chamorro, analista de la Fundación Alternativas, a que las fuerzas rusas y la influencia china se hayan ido afianzando en la zona a lo largo de los últimos años, al tiempo que países como Francia o Estados Unidos abandonaban la región.

Una doble realidad de la que venían avisando numerosos expertos y que con el comienzo del conflicto en Ucrania se ha ido haciendo más evidente. Y supone un desafío geoestratégico trascendental para España y la UE. Pilar Rangel, Profesora Asociada de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales de la Universidad de Málaga, ya explicaba a ABC que «mientras en Europa seguimos preocupados por el avance ruso por el flanco este, por Ucrania, se nos olvida que también está penetrando a través del flanco sur, por África». Y de ahí que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, subrayase en una rueda de prensa en noviembre que su país quiere ser un socio estratégico en el continente africano que contraste con «las ambiciones coloniales» rusas.

Esta preocupación es creciente dado que un vídeo del medio Kyiv Post, mostraba en febrero como la guerra de Ucrania había llegado a África. En las imágenes se veía a un grupo de las fuerzas especiales ucranianas, llamado Timur, después de un asalto en Sudán en el que habían apresado a militares africanos y a un soldado ruso. Y en septiembre de 2023, la CNN compartía un vídeo en el que dos drones, en una operativa ucraniana, atacaban en suelo sudanés posiciones de las rebeldes Fuerzas Rápidas de Apoyo y de unidades de Wagner.

Rangel pronosticaba que evidentemente «el objetivo final de Rusia sobre Europa es aniquilarla, realizando lo que parece una maniobra envolvente desde el flanco este al flanco sur, como viene haciendo en los últimos años, y todo ello frente a la torpe respuesta europea». Mientras los movimientos rusos se basan en desestabilizar la zona, siendo a la vez germen y cura de la enfermedad. Es decir, ofrecen ayuda e instrucción a los países africanos perpetuando la violencia en la zona.

Y uno de los últimos capítulos es la entrada de Rusia en una base militar de Níger que albergaba a soldados estadounidenses. Antes de eso se habían sucedido noticias que hablaban de la presencia de grupos de mercenarios rusos en Mali, Burkina Faso o Níger, donde EE.UU. tuvo que marcharse tras la petición de la junta militar del país. Todos ellos son indicios de la ruptura de las alianzas con Occidente en un zona que es fundamental para la seguridad global. Y a esto se suma un escenario preocupante por el problema del yihadismo.

Resalta especialmente en este esquema de actuación el caso del Sahel (que comprende Malí, Mauritania, Chad, Burkina Faso, Níger, Sudán, Eritrea, Camerún, Nigeria y Etiopía). Esta zona es un polvorín y Chamorro destaca que en los últimos años se ha creado una relación simbiótica entre los grupos de crimen organizado que hacen contrabando de cocaína con destino a Europa, y los yihadistas. Lo cual hace que ambas partes se vuelvan aún más poderosas.

Y el incremento de la influencia rusa ha contribuido a que la mecha en esta región parezca cada vez más corta. Los brazos locales de Al Qaeda y del Estado Islámico se dejan sentir activamente, así los ataques en noviembre en la ciudad de Djibo, en Burkina Faso o en la ciudad de Ménaka, en Mali, muestran que estos grupos están en auge.

En el ínterin Rusia ha firmado numerosos acuerdos con los países africanos, gracias a sus mercenarios de Wagner o del nuevo grupo Africa Corps, según deja saber la institución polaca OSW. Favoreciendo los intereses del Kremlin en sectores clave como la energía y los recursos minerales. Una técnica con la que contrarresta el golpe de las sanciones asegurando la provisión de divisas. De ahí, que la recomendación de Rangel siga siendo relevante. «Europa debe actuar porque todos los vacíos que vaya dejando en África los aprovechará Rusia, y ésta será una invasión rápida y silenciosa».

Intereses rusos en África

Con fondo rojo los países que tienen firmados

acuerdos de cooperación militar con Rusia

(venta de armas, formación militar

y o maniobras militares conjuntas)

Inversiones mineras

Contratistas rusos

Inversiones en energía

Cooperación nuclear

Hospital para

la investigación del ébola

Acuerdos agrícolas

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Mozambique

Madagascar

Zimbabue

Namibia

Botsuana

Esuatini

Sudáfrica

Fuente: Institute for the Study of War, FRS, Jeune Afríque, Le monde / ABC

Intereses rusos

en África

Contratistas rusos

(militares rusos)

Con fondo rojo los países que tienen firmados acuerdos de cooperación militar con Rusia (venta de armas, formación militar y o maniobras militares conjuntas)

Port Sudan

Base naval

rusa

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Cooperación nuclear

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Hospital para

la investigación del ébola

Mali

Fuente

Institute for the Study of War, FRS,

Jeune Afríque, Le monde

ABC

Según estima la organización Grupo de Estudios Africanos, el continente alberga un tercio de todas las reservas mundiales de minerales. En el caso del uranio, platino, diamantes y oro las estimaciones superan el 50%. La región cuenta además con importantes productores de petróleo, como Nigeria, Angola y Guinea Ecuatorial. Y suma un nuevo frente de yacimientos de hidrocarburos en África del Este y de gas en el norte de África, así como tierras raras en Malí. Y con el sector nuclear ruso se han suscrito acuerdos polémicos para la construcción de centrales nucleares en Ruanda, Sudán y Zambia. 

La estrategia consiste en que Rusia se ha ido haciendo con los recursos, al igual que China, valiéndose de una desafección creciente de los países africanos hacia Europa y su pasado colonial.  Putin ha vuelto a impulsar las relaciones con el continente africano tras la crisis en Crimea, en 2014, valiéndose de las relaciones históricas de cuando existía la Unión Soviética. Y los estados que formaban parte de la antigua esfera de influencia francesa, ahora apuestan por Moscú.

De esta forma, por ejemplo, se ha ido ganando presencia en Libia, donde está el petróleo y uno de los principales puertos de salida de la inmigración, según Rangel, que podría usarse como un arma de extorsión y de presión contra Europa. «Y si además Rusia consigue implementarse en el Sahel tendrá el control de todos los tráficos ilícitos que salen hacia el sur de Europa«.

Otro país a destacar es Mali, una pieza clave, donde España es el país de la UE que ha tenido más soldados en la zona. Esta nación es el principal muro de contención ante un flujo de violencia que ejercería presión sobre Europa en general, y en España en particular. «Y una creciente inseguridad en la región, a su vez generaría un flujo migratorio que entraría por España, y concretamente por Canarias», afirma Chamorro.

Chamorro también señala que la guerra en Gaza ha venido a confirmar que los países africanos cada vez más están teniendo una política proactiva. Ya en la guerra en Ucrania, en las votaciones de la ONU para condenar la invasión rusa muchos países africanos se abstuvieron. Y esto ya indica que son estados que tienen su propia agenda y no practican un simple seguidismo de Occidente.

Por su parte, China usa como punta de lanza una diplomacia económica en el flanco sur, y en el continente africano, en general. Tal como ha explicado a ABC Fernando Cortiñas, profesor del IE Business School , «China lo que está haciendo es replicar exactamente el modelo colonial de las potencias europeas del siglo XIX. Reino Unido construía ferrocarriles, centrales eléctricas y canales en las colonias, y éstas pagaban exportando materias primas, que los británicos transformaban, y luego vendían. La táctica es que China presta dinero a sus vecinos y si no pueden devolverlo, se lo cobra con materias primas a futuro o se queda con la infraestructura que ha levantado en tierras extranjeras y la gestionan técnicos chinos».

La influencia del

gigante asiático en África

Proyectos e

inversiones de China

Petróleo

Minería

Gasoductos

Créditos a Gobiernos

Puertos

Ferrocarril de

inversión china

Ruta

marítima

OCÉANO

ATLÁNTICO

Clave

Países que han firmado el

Memorándum de Entendimiento

con China para formar parte del

BRI (Belt and Road Initiative)

o nueva Ruta de la Seda

Fuente: Merics/Green Finance &

Development Center y elaboración propia

ABC / CG. Simón y J. Torres

La influencia del gigante asiático en África

Proyectos e

inversiones de China

Clave

Países que han firmado el

Memorándum de Entendimiento

con China para formar parte del

BRI (Belt and Road Initiative)

o nueva Ruta de la Seda

Créditos a Gobiernos

Petróleo

Puertos

Minería

Gasoductos

Madrid

Grecia

España

Atenas

Turquía

Egipto

Ferrocarril de

inversión china

Sudán

Mauritania

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Ruta

marítima

Nigeria

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Liberia

Guinea E.

Ghana

Tanzania

Mombasa

Camerún

Guinea-Conakry

OCÉANO

ÍNDICO

Angola

OCÉANO

ATLÁNTICO

Namibia

Sudáfrica

Zambia

Fuente: Merics/Green Finance &

Development Center y elaboración propia

ABC / CG. Simón y J. Torres

Además, el gigante asiático tienen el control de puertos como el de Tanzania y Kenia que son cruciales. Porque son la puerta de entrada de los productos manufacturados chinos y la puerta de salida de las materias primas que requieren.

Y al mismo tiempo que se sirve de la baza tecnológica, desplegando redes de comunicaciones móviles baratas con su ruta de la seda digital. «Por ejemplo, China le ha dado el 5G a Uganda». La amenaza es que una infraestructura digital china expone a los países a la gobernanza del ciberespacio por el gigante asiático y al hackeo de datos. Pese a ello, China ya tiene el 70% de la banda ancha en el continente.

Los costes de todo esto son la dependencia de la población y los ataques indiscriminados a los civiles por parte de los militares entrenados por los mercenarios del Kremlin. Estos portan, tal como expone Rand Corporation, las armas baratas proporcionadas por el gigante asiático o son de fabricación soviética.

De modo que ante este nuevo alineamiento estratégico, organizaciones como la OTAN o potencias como los Estados Unidos, empiezan a preguntarse cuál es su nuevo papel. Chamorro apunta que «el principal reto al que se enfrenta la Alianza Atlántica es que las anteriores misiones occidentales, llevadas a cabo por la Unión Europea o Francia, han sido un fracaso y han sido incapaces de mostrar soluciones de futuro».

Y esto es así debido a que «no han podido estabilizar la zona o acabar con el yihadismo porque tenían un punto de vista solo enfocado en la seguridad, cuando el problema es multifactorial. Y si bien el margen de maniobra en Mali, Níger o Burkina Faso es complicado. En contraste, Mauritania y los países del Golfo de Guinea, sí que se muestran más abiertos a una cooperación con la OTAN», establece Chamorro.

La idea es contrarrestar las narrativas antioccidentales rusas o de otros países. Y las fuentes a las que ha tenido acceso EFE dicen abogar por que la OTAN aproveche su arquitectura de asociación de 30 años con los siete países que integran su Diálogo Mediterráneo (Egipto, Israel, Mauritania, Marruecos, Túnez, Jordania y Argelia); de 20 años con los cinco de la Iniciativa de Cooperación de Estambul (Bahréin, Catar, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos y Yemen), y con la Unión Africana, cuya cooperación comenzó en 2005. Recordándoles lo que puede hacer por ellos como alianza de democracias, y con su componente militar disuasorio.

Además, Chamorro añade que la región del Sahel no se encuentra aislada y sus dinámicas de inseguridad están afectando a los países del entorno, como Costa de Marfil, Ghana, Togo, Benín, que saben que necesitan aliados. En este punto, tanto Estados Unidos, la Unión Europea como la OTAN en su conjunto tienen todavía una estrecha ventana de oportunidad, pero deben darse prisa, porque la seguridad global se dirime en África.