análisis
¿Cómo puede favorecer a Putin la guerra en Oriente Próximo?
Moscú confía en distraer la atención de la guerra en Ucrania y generar más recursos por la subida del petróleo
Guerra Israel - Hamás, en directo
Es muy tentador imaginarse a Vladímir Putin en el Kremlin apretando un botón para iniciar la guerra en Ucrania, otro para reincendiar los Balcanes, y finalmente un tercer botón para dar a Hamás la orden de ataque y levantar al mundo árabe contra Israel y Estados Unidos. ... Es muy tentador, como sugiere Steve Rosenberg en la BBC, pero no es verdad. Putin no tiene el poder que algunos en Occidente imaginan. Aunque es evidente que la guerra entre Israel y Hamás le aporta beneficios.
El primero y más evidente es distraer al mundo del conflicto bélico en Ucrania. Los medios de comunicación globales han cambiado el día a día de la guerra en Europa por el escenario de Oriente Próximo, lo que inevitablemente oscurece o quita hierro a episodios de brutalidad en el campo de batalla del Este.
Además, es también ineludible que Estados Unidos -principal aliado de Israel- derive recursos económicos y armas en favor del Gobierno de Netanyahu, que tendrán como resultado, al menos temporal, una reducción de la ayuda al Gobierno de Ucrania, en un momento de fatiga entre sus aliados después de más de año y medio de guerra.
En el plano económico, la guerra de Israel contra Hamás generará un aumento del precio del petróleo por la inestabilidad en la región, lo que significa un aumento de los recursos económicos para Rusia -productora mundial de crudo- que el Kremlin recibirá como agua del cielo para poder mantener su esfuerzo presupuestario por la guerra en Ucrania.
Finalmente, el conflicto en Israel es una oportunidad para la diplomacia rusa, que se presenta como mejor mediadora entre los judíos y los palestinos de Hamás que la de Estados Unidos, comprometida con una de las partes. Esa fuerza mediadora -que ya ha ofrecido Vladímir Putin en Israel y Ramala- está no obstante ensombrecida por el papel que juega Moscú en Oriente Próximo, en particular por su alianza con Irán en apoyo del régimen dictatorial sirio de Bachar el Asad.
Tenga o no resultado su propuesta de mediación para un alto el fuego y el intercambio de rehenes por prisioneros palestinos, Moscú aprovecha el conflicto para vocear lo que interpreta como «fracaso de la posición hegemónica de EE.UU. en el mundo», y para presentarse como una alternativa viable.
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