Omar García Harfuch, el fiel secuaz de Sheinbaum, nuevo secretario de Seguridad de México

García Harfuch fue el secretario de Seguridad de Sheinbaum en su administración en la capital (2018-2023) y asumirá el mismo cargo a nivel federal desde octubre, cuando México tenga a la primera presidenta de su historia.

Tiene un papel central en el día a día de la futura mandataria. Su palabra no solo pesa en todo lo referido a seguridad, sino que opina sobre todo el futuro gabinete de Sheinbaum en largas reuniones que mantiene en un domicilio reservado en el barrio de Polanco, el más caro de esta capital. Se mueve siempre con un mínimo de 10 escoltas visibles fuertemente equipados y armados.

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Su protagonismo despierta inquietud en el entorno de Sheinbaum. La periodista Anabel Hernández, especialista en tema de narcotráfico y seguridad, suele vincular a García Harfuch con el Cártel de Sinaloa. Se trata de una autora muy consumida en el oficialismo y que ha sido recomendada en varias ocasiones por Andrés Manuel López Obrador ya que Hernández reveló tramas explosivas del sexenio del expresidente Felipe Calderón.

«García Harfuch cuenta con un negro historial de corrupción. Ingresó a la Policía Federal en 2008 sin ninguna preparación policiaca ni licenciatura, bajo la protección de Cárdenas Palomino. Reprobó sus exámenes de confianza en 2009 y 2011 y en ellos confesó tener tratos con la delincuencia organizada (...) Con su mentor (Palomino) trabajó en la época en que este estaba al servicio del Cártel de Sinaloa. No sólo les daba protección, sino que también los ayudaba directamente en el tráfico de drogas», escribió Hernández en su último libro «AMLO y el Cártel de Sinaloa: la historia secreta».

Luis Cardenas Palomino, mentor de García Harfuch, cayó por la misma vía que Genaro García Luna, poderoso secretario de Seguridad del sexenio de Calderón (2006-2012): ambos vinculados a los capos del Cártel de Sinaloa.

Respecto a esa supuesta relación con Cárdenas Palomino, García Harfuch declaró en diversas entrevistas que tuvo una «relación laboral. Nunca fue mi jefe directo, tampoco recibí una instrucción directa de él (aunque), con él si tuve diálogo, pláticas y reuniones».

Los nexos de García Harfuch con los sótanos de esa extinta policía federal han sido la muletilla habitual de quien rechazan su influencia en el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), el partido creado por López Obrador.

Esas historias fueron potenciadas por el atentado que sufrió en 2020, a manos de supuestos integrantes del Cartel de Jalisco. Fue atacado con armas de asalto cuando se dirigía a su oficina. Recibió varios impactos de bala y dos de sus escoltas murieron. Se recuperó con relativa facilidad y coordinó la captura de los 12 atacantes. Todos fueron sentenciados a 70 años de prisión.

Las historias sobre su pasado explicarían, en parte, que García Harfuch no fue nominado a la jefatura de gobierno de la Ciudad de México, como era su intención en 2023. El exsecretario de Seguridad ganó la encuesta interna del partido para ser candidato pero su aspiración fue cancelada por López Obrador que impuso a Clara Brugada, una histórica militante de izquierdas que el pasado 2 de junio ganó las elecciones. Entre los motivos del presidente estaría la historia de García Harfuch.

Pero con Sheinbaum la situación es inversa. En reuniones públicas y privadas reconoce el aporte de su colaborador a los buenos números de seguridad de la capital y lo describe como un funcionario altamente preparado y que replicará lo logrado en Ciudad de México en todo el país.