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Jornada de terror en Río de Janeiro: 35 autobuses incendiados tras la muerte de un paramilitar

Este martes la alcaldía decretó el «estado de atención» por problemas en la infraestructura y logística de la ciudad que afectaron a la población

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Una vista aérea muestra autobuses en llamas en medio de las carreteras, en Río de Janeiro reuters
Verónica Goyzueta

Verónica Goyzueta

Corresponsal en Sao Paulo

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La ciudad de Río de Janeiro amaneció el martes con la mitad de su tránsito habitual, bajo el impacto de una jornada de terror en la víspera, cuando 35 autobuses y un vagón de tren fueron incendiados por miembros de organizaciones criminales paramilitares en respuesta al asesinato de uno de los suyos tras una operación policial.

La operación contra grupos paramilitares que se han convertido en lo que viene siendo llamado 'narcomilicia' terminó con la muerte de Matheus da Silva Rezende, aliás Faustão, sobrino y mano derecha de Luís Antônio da Silva Braga, aliás Zinho, presunto jefe del Bonde do Zinho, considerado el principal grupo paramilitar en la zona oeste de Río.

Fue el día con más autobuses incendiados de la historia de Río de Janeiro, según informaron autoridades locales. El martes, la alcaldía decretó el «estado de atención» por problemas en la infraestructura y logística de la ciudad que afectaron a la población. Servicios de transporte y escuelas fueron suspendidos en la zona oeste de la ciudad.

«Lamentablemente, lo que vimos fue la respuesta dura de esa criminalidad», afirmó el gobernador del estado de Río de Janeiro, Claudio Castro. Según el gobernador, Faustão «era conocido como 'señor de la guerra' entre narcotráfico y milicias, con quienes disputan la venta de drogas en la ciudad.

Mafias nacionales

Castro prometió seguir combatiendo a las milicias de Río de Janeiro y dijo que el problema era nacional por tratarse de «verdaderas mafias nacionales». El ministro de Justicia, Flavio Dino, y el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, prometieron aumentar los equipos para apoyar a la seguridad pública de Río.

El lunes, los bomberos movilizaron a unos 200 efectivos para combatir las llamas. SuperVia, responsable de los trenes de Río de Janeiro, informó de que unos 4.500 pasajeros se vieron afectados por el incendio en un tren. La Policía Civil detuvo a 12 personas sospechosas por incendiar los vehículos.

El Centro de Operaciones de Río informó que partes de la Avenida Brasil y de la Avenida das Américas, dos de las principales vías de la ciudad, tuvieron que cerrarse debido a los incendios, generando atascos en la hora punta del lunes.

La milicia de Río

Faustão, número dos de una de las organizaciones criminales más peligrosas de Río, murió el lunes durante un enfrentamiento con la policía en la comunidad de Três Pontes, en Santa Cruz, al oeste de Río. Según la Policía Civil, fue rescatado y trasladado al Hospital Municipal Pedro II, pero no sobrevivió.

Según el Ministerio Público de Río de Janeiro, la milicia Bonde do Zinho cobra «comisiones» a los comerciantes y proveedores de servicios de los barrios que controla y corrompe agentes de las fuerzas de seguridad. Ese modo de operación funciona en otras milicias repartidas por la ciudad que han surgido en las últimas dos décadas, formadas por policías y expolicías, para enfrentar a los bandos de narcotraficantes.

El crecimiento de estas organizaciones criminales y su relación con el tráfico de drogas y armas ha complicado aún más la frágil seguridad de la ciudad.

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