La realidad de acercarse a Auschwitz: «Una chica se desmayó al ver lo que los médicos hacían con los presos»
Llega hasta Toledo una exposición diseñada por el Museo Estatal Auschwitz Birkenau
Un historiador español destruye los tópicos del Holocausto: «Fue peor de lo que creemos»

La bruma no desluce la antigua capital imperial. Las joyas de Toledo relumbran sobre el gris del cielo invernal al paso de nuestro coche: el Alcázar, la Catedral de Santa María... Qué mejor ciudad que aquella que se convirtió en símbolo de la hermandad entre ... las tres culturas para acoger una exposición en memoria de los millones de personas que murieron en el Holocausto. 'Campo de la muerte nazi alemán KL Auschwitz', una muestra diseñada por el Museo Estatal Auschwitz Birkenau, abrió sus puertas el pasado lunes en el mismo corazón de la urbe: la Plaza de Padilla. Sí, esa que bautizada con el nombre del famoso hidalgo comunero.
Dice Álvaro Enrique de Villamor y Soraluce, cónsul honorario de Polonia en Castilla y León y Cantabria, que Toledo es la enésima parada de una exposición que ya ha pasado por buena parte del norte y la costa mediterránea peninsular. Y siempre de la mano de la institución que preside: el Instituto Nacional Auschwitz España. «Propone un recorrido que abarca desde una panorámica general de los objetivos iniciales del Reich antes de la guerra, hasta cómo era vivir y morir en el campo», afirma.
Insiste en que no quiere desvelar demasiado: lo mejor, dice, es que el público vaya a verla en el espacio del Centro Cultural San Clemente, cedido por la Diputación Provincial de Toledo. Aunque recalca que hay en ella una infinidad de datos y archivos únicos que destruyen mitos y construyen verdades tras el campo de concentración.
Eduardo Ocampo, director del departamento educativo del Instituto Nacional Auschwitz España, es de la misma opinión, aunque sí desvela que cuentan con documentación procedente del Museo Estatal Auschwitz Birkenau. Alguna, muy impactante. «Una chica se desmayó en la exposición cuando vio la documentación sobre los experimentos médicos», confirma. El crudo pasado, que abruma.
Con todo, esta es solo una de las patas que utiliza el Instituto Nacional Auschwitz España para fomentar el conocimiento sobre este campo de concentración en nuestro país. Mientras paseamos entre documentos y cartelas, De Villamor nos las enumera: conferencias, charlas en escuelas... Su caballo de batalla es la Cátedra de Derechos Humanos y Cultura Democrática del Instituto Auschwitz; una serie de cursos en los que analizan el largo camino hacia la guerra y la llegada de la barbarie a Europa. «También preparamos a los alumnos para pisar los lugares donde se produjeron los hechos de otra forma, con conciencia histórica», añade Ocampo.
Y es que también organizan una suerte de «expediciones formativas» por los lugares clave del Holocausto. La última, una ruta desde Letonia a Wannsee, sede de la reunión en la que se orquestó la Solución Final.
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