La placa de Auschwitz pudo ser robada por coleccionistas
RAMIRO VILLAPADIERNA
CORRESPONSAL
BERLÍN. Detectives y agentes con perros adiestrados rastrean un perímetro en torno al complejo Auschwitz-Birkenau y se examina el posible interés de coleccionistas atípicos. El gobierno ha declarado «prioridad absoluta» para Polonia el caso del robo de la triste inscripción «Arbeit macht frei» (El trabajo hace libres) y distintas voces lo han calificado como insulto a la memoria de millones de personas.
La Policía polaca ha solicitado la intervención de Europol e Interpol tras desplegar en el lugar del campo de exterminio a una cuarentena de agentes: «Funcionarios y expertos de todas las ramas trabajan sin pausa para recabar el máximo de información que pueda conducirnos a seguir el rastro de los ladrones», explicaba el portavoz de la Policía en Cracovia Dariusz Nowak.
Cinco metros y 40 kilos
La hiriente inscripción a la entrada de Auschwitz -que entre 1940 y enero de 1945 recibió a millones de prisioneros, en su mayoría judíos, camino de las cámaras de gas- fue robada en la noche del viernes causando indignación en toda Europa. La pieza de acero, instalada como quicio de entrada, mide casi cinco metros de larga y pesa unos 40 kilos.
Fue desatornillada en parte y medio arrancada, entre las 3:30 y las 5:00 de la mañana, y arrastrada unos 300 metros por la nieve hasta una apertura en un muro, por lo que la investigación cuenta con al menos dos personas implicadas. Asimismo se examina la grabación de una cámara en las inmediaciones de la puerta pero el portavoz del museo confiesa que «podía ser demasiado oscuro para que grabara algo».
El museo de Auschwitz, garante de la memoria del más célebre campo en la red de aniquilación de la cultura judía de Europa, ha puesto de inmediato una réplica en el lugar. Los hechos se han producido el mismo día en que Alemania donaba 60 millones de euros para el mantenimiento del museo y coincidiendo con el último informe sobre el auge de la violencia de extrema derecha en Alemania.
El presupuesto del museo era en 2008 de 6,8 millones de euros (un 5% del extranjero) y el director ha concedido a la Afp que la seguridad era precaria, en tanto los gastos de conservación se disparan, según dice Piotr Cywinski.
El comisario europeo y ex primer ministro polaco Jerzy Buzek, que procede de la región silesia, hizo un llamamiento a los ladrones: «Devuélvanla por respeto al sufrimiento de más de un millón de víctimas asesinadas en este campo nazi, el mayor cementerio de la humanidad».
Controles en carreteras
El director del memorial del holocausto en Yad Vashem, Avner Shalev, ha advertido contra una «escalada de elementos que podrían conducirnos de vuelta a los tiempos más negros» y llamó a «unir sus fuerzas a todas las fuerzas ilustradas en el mundo que luchan contra el antisemitismo, el racismo, la xenofobia y el odio al otro». El presidente polaco Lech Kaczynski ha apelado a todos sus compatriotas a colaborar en la resolución del robo de «este símbolo del cruel cinismo nazi».
La investigación ha establecido controles de carretera en toda la región carpática y un endurecimiento de los pasos fronterizos, mientras se examinan decenas de pistas y llamadas de ciudadanos de la comarca de Oswiecim (nombre en polaco de Auschwitz) «y todas están siendo analizadas», ha dicho Nowak, no sin aclarar que «por el momento ninguna ha producido algo relevante a la investigación».
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