Taylor Swift, recluida y en una «crisis personal cada vez más grave»

Los últimos dos años han sido impresionantes para Taylor Swift, probablemente la mayor estrella de la canción en la actualidad. En diciembre finalizó su impresionante Eras Tour después de 21 meses de conciertos triunfales, pero de vuelta a casa se ha encontrado con varios sucesos inesperados que la tienen «devastada», según 'The Daily Mail'. Uno tiene que ver con el 'caso Baldoni' y su amiga Blake Lively, mientras el otro está relacionado con su papel como madrina de un niño al que adora.

Cuando concluyó la monumental gira, Taylor Swift decidió aferrarse a su novio, Travis Kelce, para iniciar unas románticas vacaciones internacionales lejos de los focos. De regreso a Estados Unidos, la pareja seguramente esperaba disfrutar de la paz y tranquilidad de alguna de las ocho mansiones que tiene repartidas por todo el país. Pero parece que no está encontrando lo que quería, ya que «está sumida en una crisis personal persistente y cada vez más grave». Y son varios los frentes.

La semana pasada, el 'Daily Mail' aseguró que la superestrella, de 35 años, estaba «escondida» entre sus posesiones, encerrada con su novio y «cortando el contacto con muchos de sus amigos más cercanos». Según su fuente, esta estrategia de atrincheramiento tenía un motivo inicial: «Evitar verse más involucrada en la feroz batalla legal entre su antigua mejor amiga Blake Lively y Justin Baldoni». En este punto, cabe recordar que Taylor Swift ha sido mencionada en documentos legales y, al parecer, se ha sentido «utilizada» por la mujer de Ryan Reynolds.

Pero es que un nuevo frente ha surgido por el camino, este de índole más personal, según apunta el mismo medio. Tiene que ver con «las consecuencias aún más devastadoras en torno a la batalla por la custodia del ahijado de Swift».

Resulta que en 2015, la cantante fue elegida como madrina del hijo de la actriz Jaime King, Leo Thames, quien ahora tiene 9 años. Tras conocerse en una fiesta de los Globos de Oro en 2014, Swift y King se hicieron amigas rápidamente y con los años, la cantante ha compartido muestras de su evidente cariño por el pequeño Leo, incluso dedicándole su éxito 'Never Grow Up' semanas después de su nacimiento.

En una entrevista de 2020 con la revista 'People', Jaime King comentó que había elegido a la estrella del pop como madrina de su hijo «no por el nombre», sino por «la moral y los valores de Swift, su forma de tratar a la gente y lo trabajadora que es».

Pero las cosas han cambiado, y no por culpa de la cantante. El lunes, King, de 45 años, perdió la custodia física de sus dos hijos a manos de su exmarido, el cineasta Kyle Newman. Un juez dictaminó que King solo tendrá visitas supervisadas con sus dos hijos hasta que finalice un programa obligatorio de rehabilitación de drogas y alcohol que durará unos seis meses.

En su demanda, Newman calificó a King —quien ha sido abierta sobre su consumo de heroína en la adolescencia— de «drogadicta crónica y alcohólica que se niega a reconocer que tiene un problema». «Todo esto dejó a Swift devastada», ha asegurado ‹The Daily Mail'.

Una fuente cercana declaró a este medio que Taylor Swift siempre «honrará y valorará su compromiso de ser madrina de Leo, el hijo de Jaime, y cualquier sugerencia de que haya abandonado a Jaime o a Leo es falsa». Otras fuentes han confirmado que Taylor Swift se ha distanciado de King en los últimos años, en parte debido a su apretada agenda durante la gira Eras, pero insistió en que todavía «siente mucho amor por Jaime, y siempre lo sentirá».

«Afortunadamente, Taylor no ha sufrido personalmente la adicción. Pero ha tenido a muchas personas que le importan en su vida que sí, pero nunca se ha alejado de nadie por esto», ha resumido una fuente.