LO QUE ME APETECE
Los psicólogos perrunos han certificado que los perros de Isabel II ya han pasado el duelo
Detrás de las escapadas de Iñaki Urdangarin hay una tragedia con visos de venganza
El Príncipe Andrés sigue los pasos de Harry: busca escritor para publicar sus memorias y defenderse
La Reina Isabel II en una visita a Thames Hospice
La actualidad sigue estando en manos de Ana García Obregón. No hay tertulia, ni programa de radio y televisión que se precie, que no se refieran a ella. Los articulistas no paran de opinar y especular. Nadie ha tenido más repercusión con un asunto similar. Ni la baronesa Thyssen en su día, ni Miguel Bosé o Ricky Martin y tampoco Cristiano Ronaldo o Kike Sarasola han suscitado, por poner algunos ejemplos, tanto interés o comentarios en pro o en contra.
Sin duda todas las noticias han pasado a un segundo plano. Yolanda Díaz se ha erigido en la nueva aspirante a ser la salvadora de España, infundiendo cierta confianza disfrazándose de señorita bien de toda la vida y adoptando aires no agresivos con discursos que ni ella misma parece comprender, pero que da la impresión de que los pronuncia para que tampoco nadie los entienda. Lo hacían algunos artistas de los años sesenta y lo que producían era mucha gracia. Ahora la apoya Ada Colau, que pensará pasarle factura algún día y ocupar un sillón ministerial en Moncloa en el supuesto que persigue la actual vicepresidenta.
A María Jesús Montero, como dicen los modernos ahora, «se le ha ido la olla», afirmando con rotundidad y contundencia, que la sanidad, las pensiones y la educación pública eran cosa de los gobiernos de Felipe González. Pero no contenta con lo que dijo, llamó ignorantes a los que se rieron de ella y con ella.
Iñaki Urdangarin se fue a pasar unos días con Ahinoa Armentia a Palma de Mallorca en un acto claramente provocador. El, que ostentó el título de duque consorte de la ciudad, que ha pasado temporadas en la casa de los jardines del Palacio de Marivent con la Infanta Doña Cristina y sus hijos, tiene el pésimo gusto de pasearse con su amante, sabiendo que a escasos metros de su hotel está su todavía suegra, la Reina Doña Sofía, y el Rey de España en su residencia de vacaciones.
Si hubiera visitado cualquiera de las otras islas de Baleares, la noticia no tendría el más mínimo comentario, porque la realidad es que tampoco interesa a nadie su vida, fuera de lo que incumba a su ex familia política. Es difícil de entender su necesidad de visitar los lugares que formaron parte de un pasado que no terminó, para él, de la mejor manera. Ya hizo lo mismo visitando Baqueira, habiendo como hay otras estaciones de esquí, con las que no tuvo en la época de su matrimonio, connotación alguna. Ahora le falta al ex deportista visitar con su amiga el Palacio Real de Madrid mientras le cuenta alguna de sus anécdotas vividas allí. Todo tiene un tufillo un tanto cómico, si detrás no hubiera una tragedia con visos de venganza.
Nati Abascal, la maravillosa Nati ha cumplido ochenta años con la misma elegancia, idéntica gracia e indudable ejemplo de interés, fascinación y admiración que sigue provocando por donde pasa.
Los perros de la Reina Isabel II de Inglaterra ya ha terminado de pasar el duelo. La Duquesa de York, su heredera lo ha comunicado una vez que lo han dictaminado los psicólogos perrunos y han comprobado que ya levantan la cola.
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