Oprah Winfrey, la polémica que le ha llevado a perder parte de su imperio
La popular presentadora se ha visto obligada a abandonar una de sus principales fuentes de ingresos fuera de los platós de televisión
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En octubre de 2015, Oprah Winfrey (70 años) amplió su fortuna fuera del mundo de la televisión con la compra de más de 6,36 millones de acciones de la empresa de servicios de control de peso WeightWatchers International por 43,2 millones de dólares (se traduce en 38,2 millones de euros), lo que suponía un 10% del total de la compañía.
Además de esto, la comunicadora se convirtió en asesora y miembro del consejo de administración de la empresa con el objetivo de aportar puntos de vista y estrategias al desarrollo «que reflejarán no solamente sus propias experiencias como miembro sino también su exclusiva capacidad para inspirar y conectar con la gente para que viva la vida del mejor modo posible», informó en su día a través de un comunicado. Una asociación «pionera con el propósito de inspirar a la gente de todo el mundo a llevar una vida más saludable y satisfactoria».
Dicho y hecho. Tan sólo tres meses después de la incorporación de Oprah Winfrey en la compañía, sus acciones se dispararon más de un 20% en la Bolsa de Nueva York después de que la popular presentadora estadounidense publicase un tuit sobre su pérdida de peso gracias a la compañía. «Come pan. Pierde peso. ¿Qué?», escribió en la red social, en la que acumula cerca de 42 millones de seguidores, junto a un vídeo en el que animaba a la gente a unirse a la dieta de la popular compañía y asegurando que ella misma había perdido casi 12 kilos comiendo pan «todos los días».
Caída en desgracia
Tras casi una década dentro de su junta directiva, esta semana Oprah Winfrey se ha desvinculado de WeightWatchers. ¿El motivo? La polémica generada a raíz de unas declaraciones de la periodista en las que aseguraba que se ayudaba de un medicamento para bajar de peso. Según el comunicado oficial de la compañía, no ha habido ningún rencor por parte de Winfrey con la productora y conductora audiovisual, además de asegurar que su salida de la Junta Directiva no se debía a ningún desacuerdo con la empresa. «Si bien tanto yo como el resto de nuestros directores a buen seguro la vamos a echar de menos en nuestras reuniones tras el final de su mandato actual, ella sigue siendo una voz importante de nuestra estrategia y una fuerte colaboradora de WeightWatchers», ha declarado la CEO de la empresa.
«Espero seguir asesorando y colaborando con WeightWatchers y con su CEO, Sima Sistani, para que se siga hablando sobre el reconocimiento de la obesidad como una enfermedad crónica, así como trabajar conjuntamente para reducir el estigma y abogar por su equidad en el tema de la salud », ha especificado la propia Oprah Winfrey a través de un comunicado. Es más, la presentadora se ha comprometido a donar el 1,4% que le pertenecía de WeightWatchers al Museo Nacional de Historia y Cultura Afroamericana, con el objetivo de «eliminar cualquier posible conflicto de intereses que pueda ser percibido como respuesta a su utilización de medicamentos para bajar de peso».
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