Oprah Winfrey y Donald Trump, los últimos en sumarse a la dieta del pinchazo milagroso
La presentadora y el candidato presidencial han reaparecido esta semana visiblemente más delgados
El nuevo 'milagro' para adelgazar, descubrimiento del año para la revista 'Science'

La fiebre por medicamentos como Ozempic, Wegovy y Zepbound -en principio concebidos para evitar accidentes cardiovasculares en pacientes con diabetes de tipo 2, pero con efectos espectaculares a la hora de perder peso- ha llegado para quedarse gracias a la influencia de los famosos. Las pioneras, una vez más, fueron las Kardashian: Kim fue la primera en reconocer que había probado Ozempic con buenos resultados ya que, entre otras cosas, regula el apetito y controla los niveles de azúcar. A la estrella no le preocuparon sus efectos secundarios: náuseas, diarrea y dolor de estómago. Elon Musk o Lady Gaga se apuntaron a una moda que ha logrado dos fichajes estrella: Oprah Winfrey y Donald Trump.
El expresidente, que pesaba 110 kilos en su último examen médico en la Casa Blanca, siempre ha estado preocupado por su imagen, tanto que se llegaba a pasar por 'photoshop' las fotos oficiales del mandatario para estilizarle. El pasado agosto, cuando se le abrió ficha policial en la comisaría del condado de Fulton, en Georgia, se negó a usar la báscula y dejó por escrito sus medidas: 1,92 metros de estatura y 97 kilos. Nadie le creyó. Ahora, en sus mítines para lograr la nominación como candidato, el exmandatario luce los resultados del tratamiento con uno de estos 'medicamentos milagro', como se le conoce entre los fanáticos de las dietas.
Pero todo cambia con Oprah Winfrey, porque es la presentadora más influyente del mundo. «Me he dado cuenta de que me había estado culpando todos estos años de tener sobrepeso, y tengo una predisposición a engordar que no hay fuerza de voluntad capaz de controlar», señaló Oprah en su programa durante un debate sobre cómo los nuevos medicamentos están cambiando las reglas del juego en los tratamientos para la pérdida de peso. Oprah Winfrey nunca ha disimulado su lucha contra la báscula desde que, en 1988, mostrara en un plató lo que ocupaban 30 kilos de grasa, el equivalente a lo que había perdido en su última dieta. Su audiencia la ha seguido en todos esos procesos y ahora, viendo los resultados, todo apunta a un auténtico 'boom'.
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