Jeanette: «Soy la oveja negra de la familia»

Jeanette le hace mucha ilusión participar en el concierto de 'Yo fui a EGB' junto a Danza invisible o Nacha Pop, entre otros, «porque es la primera vez que actúo en el Wizink Center». Curiosamente, a pesar de la carga sentimental del evento, la cantante no se considera una nostálgica: «Me gusta recordar las cosas buenas del pasado, eso sí, pero soy de vivir el presente, en el día a día. Si vivimos de los recuerdos no vamos a ninguna parte». Lo dice una mujer que bien podría aferrarse a los recuerdos del gran amor de su vida, Laszlo Kristof, fallecido hace apenas unos meses: «Ahora estoy tranquila, aprendiendo a vivir sola».

Jeanette todavía habla de él en presente, han sido más de cincuenta años juntos como para hablar en pasado de alguien que ha sido parte de su vida: «Como refugiado político, Laszlo no tiene a ningún familiar en España, pero sí amigos, otros húngaros que, como él, han empezado una nueva vida. Uno de ellos, Zoltan Czibor, jugador del Barcelona, tenía un bar debajo de mi casa. Un día, mi madre organizó una fiesta y encargó las bebidas al bar. Laszlo fue el encargado de subirlas. Así fue como nos conocimos. Yo tenía 17 años«.

Un auténtico flechazo. Cada uno en su idioma, chapurreando el inglés, «nos comunicábamos como podíamos», se casaron seis meses más tarde: «En aquella época, casarse era una forma de independizarse, de ser libre e irse de casa. Y eras madre muy joven. Yo tuve a mi hija a los 19 años. Y no tuve más hijos porque ser madre y artista era muy difícil, y sigue siéndolo. Siempre me sorprendía ver a Rocío Dúrcal, que era mi vecina y amiga, con tres hijos. Claro que ella tenía a Junior y nosotros estábamos solos, teníamos que buscar amigos que hicieran de niñera«.

A su hija la llamó Blyche, «como la madre de Gwyneth Paltrow. Es un nombre que me gusta mucho, es corto y me parecía original. Pero mi hija no quiere saber nada del mundo de la música, aquí la única oveja negra de la familia soy yo, que además soy la que se ha quedado en España«. Compositora e intérprete de grandes canciones de nuestra memoria, ya ha superado el olvido de la Academia de Cine en una gala en la que no estuvo presente con su 'Porque te vas' para el homenaje a Carlos Saura: «Todo el mundo que se cruza conmigo me pregunta cómo es posible. Fue un problema de organización».

'Cállate niña' o 'Soy rebelde' son otros temas que seguramente sonarán en el concierto de 'Yo fui a EGB'. ¡Y pensar que estuvimos a punto de perdernos todas esas canciones!: «Desde los 9 años, mi sueño era ser azafata. Luego pensé que podría ser piloto. Estuve preparándome para apuntarme a la Escuela Militar de Pamplona, junto a mi amiga Gloria, la hermana de la actriz Emma Cohen. Pero entonces pensé que el tren solo pasa una vez, y yo estaba cosechando una gran éxito en la música, no podía desaprovechar esa oportunidad. Así que, al final, aunque me apasiona volar, decidí quedarme con las canciones«. Eso que ganamos todos.

Jeanette nació en Londres, pero se crio en los Estados Unidos hasta los 12 años. En Los Ángeles tuvo una infancia feliz: «Vivíamos en una casa con jardín, no es que fuera muy grande, pero era muy bonita. Yo iba descalza todo el día y salía a jugar al balón con mis amigas, a montar en bicicleta… Le tengo un especial cariño a esa ciudad, aunque mucha gente se queja de que es demasiado grande e impersonal». Llegar a Barcelona en pleno franquismo fue un shock: «Todo era pequeño, las carreteras, los coches. Todavía recuerdo la imagen de un señor que paseaba con un burro vendiendo souvenirs, para mí era muy exótico. Sin hamburguesas ni perritos calientes, sin hablar español, la pequeña Jeanette se fue adaptando a la nueva realidad en un colegio americano: «Ahí estudiaba la élite catalana porque era una escuela muy cara».

Y la curiosidad la llevó a meterse en círculos musicales, donde conoció al que sería el grupo Pic Nic con el que llegaría a ser número 1: «Al principio, mi madre estaba entusiasmada con la idea, pero cuando llegaron los bolos y empecé a perder las clases, se preocupó mucho y me dijo que debía dejar el grupo«. Era una niña. Con apenas 16 años había arrasado en las listas de ventas, pero lo primero era acabar los estudios y luego iniciar una carrera: «Aunque yo quería seguir, entiendo que mi madre tenía razón, además, al final pude recuperar el tiempo perdido sin ningún problema y cumplir mi sueño». Y no se dejen engañar por su voz dulce, Jeanette es una mujer de carácter: «Ahora soy más rebelde que cuando era joven«.