ruptura mediática
Iñigo Onieva; guapo, vividor y con una sola empresa a su nombre
El ex prometido de Tamara Falcó se formó para diseñar coches pero disfruta más siendo un 'pijus magníficus', como le han bautizado en las redes sociales al igual que al protagonista de la película «La vida Brian», que viaja y come en sitios de lujo
Tamara Falcó lo tiene claro: no volverá con Íñigo Onieva
Iñigo Onieva, de 33 años, se habían empeñado en mostrar una imagen de prometedor empresario de la capital. Hablaban de su buen olfato para los negocios e incluso le adjudicaban ser socio o propietario de varias empresas; Lula Club, Onieva Design o Wow Concept. Nada más lejos de la realidad, este periódico ha podido comprobar que Iñigo solo figura como apoderado de Rockit Experience SL, una empresa creada para la distribución de productos electrónicos. Hasta la propia Tamara dijo en la inauguración de la discoteca Lula Club de la Gran Vía madrileña, y que tanto promociona Iñigo, que era socio. Pero según el BORME, los únicos propietarios de la discoteca son Ramón Matoses, hombre fuerte de la noche madrileña e Ignacio Fernández Fuentes, que figura como apoderado de la sociedad Lula Floor S.L. Ni rastro de Iñigo Onieva. Él se hace llamar «partner and creative director» (socio y director creativo). Un cargo que ostenta desde hace diez meses y del que el registro mercantil no tiene constancia aún.

También asegura ser director artístico de WOW Concept, una empresa dedicada al diseño digital con sede en la Gran Vía madrileña. Un trabajo, que no propietario, que compatibiliza desde marzo de 2021 con el de Bussiness Development Director de Mabel Hospitality, filial de la compañía privada de inversión propiedad de Rafa Nadal, Abel Matutes y Manuel Campos. Con base operativa en Madrid, es el responsable del desarrollo de negocio de su cadena de restaurantes a nivel nacional e internacional. De sus locales Tatel y Totto es socio precisamente Enrique Iglesias, hermano de Tamara y gran amigo de Matutes.
Lo que no se le puede negar es que es guapo, extremadamente cariñoso y embaucador. Encarna la imagen como dicen algunos de 'pijus magníficus'. Sus padres -ahora separados- le pagaron buenos colegios y se graduó en Ingeniería Técnica en Diseño Industrial en la universidad Antonio de Nebrija, y luego se hizo dos másteres, uno de Ciencia del Diseño en el Instituto d'Arte Applicata e Design en Turín, y otro en el Royal College of Art en Londres. Pero la presencia de Iñigo en el mundo del diseño fue fugaz. Estuvo dos años como diseñador en la revista 'Car Magazine' y menos de un año en la planta de SEAT.
Solo hay que echar un vistazo a su Instagram para ver que es un influencer en potencia, aunque lo disfrace de viaje de negocios. Lo que más le gusta es ver mundo y comer en buenos restaurantes. Los Reyes Magos le llegaron a bordo de un barco en el Caribe, en febrero estuvo varios días en Brasil, primero en Sao Paulo y luego en Trancoso, con dos amigas y un amigo. Ya en marzo y junto a Tamara y unos amigos gourmet visitaron el Celler de Can Roca, uno de los templos de la comida de nuestro país en Gerona. En abril también convenció a su ex prometida para visitar el hotel y restaurante Atrio en Cáceres. Juntos emprendieron un romántico viaje a Filipinas donde estuviron viendo a la familia de Tamara y pudo disfrutar de sus paradisiacas playas. Dicen que de este volvieron enfadados. En verano tampoco paró entre bodas en Sotogrande, donde ha practicado golf y se ha paseado con coches de época, a un crucero a bordo de un yate con amigos, por las islas turcas. También le dio tiempo a pasar por Beirut, y se dejó ver por Beverly Hills unos días antes de llegar al famoso festival Burning Man en el desierto de Nevada (Estados Unidos), que lo truncaría todo.

Hasta hace unos días vivía con Tamara en el ático que esta tiene alquilado en el lujoso barrio madrileño de Justicia y ahora ha vuelto a la casa familiar de La Moraleja. Suele moverse en moto por la capital aunque en ocasiones conducía el coche de Tamara. Ahora dicen se refugia en su madre, Carolina Molas, consejera de una empresa familiar dedicada a la comercialización de electrodomésticos de consumo. Ella también daba la cara sobre la situación ante los micrófonos de 'Sálvame' diciendo «estamos muy tristes» y su hijo se encuentra «muy mal» al igual que todos en su familia. La que no se ha pronunciado, es su hermana Alejandra Onieva, que intenta abrirse camino en el mundo de la interpretación. Ha tenido papeles en series como 'El secreto del puente viejo' o 'Alta Mar'.

Aunque se hizo más popular por su romance con el actor estadounidense Sebastián Stan y por ser la cuñada de Tamara Falcó. Ella les dio protagonismo en su documental 'La marquesa', acudiendo a la casa familiar e invitando a su por entonces cuñada a la cena de El Rincón. Todo hace indicar que este martes, Tamara Falcó, marcará el futuro mediático de Iñigo Onieva, cuando anuncie que ya no lo quiere más en su vida. Un culebrón de dos años que se ha resuelto en cuatro días, aunque hayan salido todos damnificados.
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