Este menorquín de 25 años luchará por ser el mejor chef joven del mundo: «Yo antes era un bala perdida»

Con ese sueño, tras una vibrante competición celebrada en la Escuela de Hotelería y Turismo de la capital portuguesa, se fue a dormir ayer Borrás, arropado por la fe que tiene en él su mentor, Genestra. «Hoy ha dado un 60%, y ha ganado. Pero sé que puede dar mucho más», explicó a ABC nada más alzarse con dos premios: el que le convierte en número uno de la península ibérica y el galardón especial Acqua Panna Connection in Gastronomy –a la conexión con el territorio–.

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Adrián Delgado

El menorquín trabaja en las cocinas de Villarroel Agroturismo Santa Mariana, en el municipio de Alaior. Borrás es un enamorado de su territorio y, en sus primeros pasos en el oficio de cocinero, siente y defiende su arraigo con el territorio en el que nació y ha crecido. El plato que ayer cocinó en directo convenció al jurado –formado por la jefa de cocina de Les Cols, Martina Puigvert; el chef José Avillez, de Belcanto (Lisboa); y Rui Silvestre, del Fifty Seconds (Lisboa)–: langosta y cochinillo balear. Quique Dacosta –tres estrellas Michelin en su restaurante homónimo de Denia– ha querido estar presente para apoyar los concursantes. Estaba prevista su participación también como jurado, aunque no ha llegado a tiempo por las dificultades de tránsito que rodean estos días a la ciudad de Valencia tras la trágica DANA.

«En nuestro plato, unimos la tradición gastronómica de Mallorca y Menorca, destacando los productos locales con un enfoque sostenible. Creemos que cada chef debe trabajar con lo que tiene en casa, respetando el medioambiente. Nuestra pasión por la cocina mediterránea nos impulsa a crear experiencias culinarias únicas, combinando tradición e innovación», explicó Borrás tras alzarse con el título.

Emocionado, y después de dedicárselo a su madre –«Hoy es su cumpleaños», apuntó–, subrayó lo «afortunado» que se sentía y también la «gran responsabilidad» que lleva a sus espaldas. «Esto es solo el principio. Ahora toca defender los países ibéricos en la final de Milán, igual que defendemos nuestra tierra. Para un chico como yo que siempre ha soñado con esto, que se ha presentado a distintos concursos en los que siempre sonaba otro nombre, de repente que sea el tuyo el que suene, es un sueño hecho realidad. Al final todo esfuerzo tiene su recompensa», ha comentado. «Antes era un bala perdida, que nadie daba un duro por mí, y ahora estoy aquí», ha añadido orgulloso.

«Mi plato es un mar y tierra, que puede parecer arriesgado a los que lo ven desde fuera, pero en mi territorio, en Baleares, es lo más normal del mundo, juntar un mar y montaña porque históricamente el cochinillo estaba mal visto y la langosta era el plato estrella y ahora las tornas han cambiado, siendo el cochinillo el más demandado y emblemático. Con este plato quisimos hablar del Mediterráneo, que es lo que nos une. El Mediterráneo es sostenibilidad en el sentido de aprovechamiento y estoy muy orgulloso de decir que en Baleares tenemos un producto increíble«, ha explicado los motivos por los que él y su mentor se decantaron por preparar este plato.

Será el mismo que presentará en Milán, es esa gran final de la S. Pellegrino Young Chef Academy. «Será el mismo plato pero aún mejor, porque pienso meterle muchas más horas», ha asegurado. El menorquín, que aspira al privilegio de ser formado en uno de los grandes restaurantes del mundo tal y como logró el año pasado Nelson Freitas –puedes leer su historia aquí–, contará con el apoyo de un mentor que le ayudará a perfeccionar su plato estrella y a mejorar sus habilidades gastronómicas, preparando al chef para su futura carrera. Será José Avillez, chef del Belcanto de Lisboa, con dos estrellas Michelin.

Otros dos chefs también han sido premiados en esta final regional, ganando los galardones paralelos que entrega la empresa italiana de aguas. Estos tendrán la oportunidad de ganar los respectivos títulos a nivel global, que se anunciarán también durante la gran final de Milán.

El premio S.Pellegrino a la Responsabilidad Social ha sido para Cristina Gómez (jefa de cocina de Fierro de Valencia), con un plato de cordero que une sus raíces granadinas con Italia. El premio Fine Dining Lovers Food for Thought ha sido para Alessandro Bartoli (en la cocinas del Hotel AC Victoria Suites de Barcelona, España) con su plato 'una lengua en común' –con la lengua de ternera como protagonista–.