«La conciliación es una mentira porque no se puede cuidar a un hijo teniendo trabajo»
Diana Oliver, autora de 'Maternidades precarias' apuntó que «criar implica cuidar y no hay ayudas que lo permitan», durante la presentación de la campaña 'La crianza nos quita el sueño', realizada por la Plataforma Infancia

«La crianza nos quita el sueño» es el nombre de la nueva campaña que acaba de poner en marcha la Plataforma Infancia para dar un tirón de orejas a la sociedad y a los políticos que no promueven lo suficiente una crianza digna de las familias en nuestro país. En contreto, la inversión presupuestaria española en políticas de protección social de infancia y familia se sitúa en un 1,3% del Producto Interior Bruto, frente al 2,3% de media de la Unión Europea. «La crianza —señaló durante la presentación de esta iniciativa Almudena Escorial, responsable de Incidencia Política de esta plataforma—es uno de los cimientos en los que se sostiene la sociedad y está claro que en nuestro país se asume que es responsabilidad de las familias, a diferencia de otros vecinos europeos en donde se concibe como una responsabilidad social y del Estado garantizar los derechos de la infancia».
Recordó que en Alemania, los padres reciben una ayuda de 219 euros al mes hasta que los niños cumplen los 18 años y en Croacia, las familias tienen 8 meses de permisos parentales parcialmente remunerados. En Dinamarca, muchos bebés van a escuelas infantiles financiadas con presupuestos municipales; al igual que en Portugal, donde el jardín de infancia es público y gratuito en el primer año para todas las familias, o durante todo el ciclo para aquellas con rentas bajas. «Sin embargo, en nuestro país no existe una ayuda universal hasta los 18 años», apuntó.
Añadió, además, «que en Europa tener hijos y cuidarlos se considera un valor social», mientras que en España los hogares jóvenes tienen mucha incertidumbre laboral y sueldos muy bajos lo que hace muy difícil «que se marquen dentro de su proyecto de vida tener hijos».
Matizó que algunos informes sitúan el gasto medio mensual por hijo entre los 500 y 700 euros, «por lo que es comprensible que muchas parejas opten por no tener descendencia. Todo esto nos lleva a que apostemos, más que nunca, por desgravaciones fiscales y por ayudas directas a las familias más necesitadas. No deberíamos asumir que en España no exista una ayuda universal a la crianza».
También señaló que «la conciliación no existe; la verdadera conciliación son los padres y abuelos. Las familias no reciben una atención adecuada; criar implica cuidar y no hay ayudas que lo permitan, por lo que atender a los hijos se está convirtiendo en un privilegio». En esta línea también se manifestó Diana Oliver, autora de "Maternidades precaria", al lamentar que «la conciliación es una mentira porque no se puede cuidar a un hijo teniendo trabajo. Solo quien tiene dinero puede pagarse apoyo, pero el resto no».
Mónica de la Fuente, fundadora y CEO de Madresfera, recordó que durante la pandemia se comenzó a hablar más de conciliación, «pero la situación no ha mejorado». «No hay que enfocarla de una manera capitalista, sino centrando este asunto en lo verdaderamente importante que es el cuidado de los niños. Hace falta un cambio de enfoque y poner al bebé en el centro para luego ir reestructurando lo que ya tenemos».
Por último, Ricardo Ibarra, director de Plataforma Infancia, destacó que «España tiene capacidad política para desarrollar medidas a favor de la crianza. Hace falta un cambio social». Por ello, esta organización propone una deducción fiscal reembolsable para todos los hogares con niños y niñas, y especialmente a los que no están llegando los beneficios fiscales. En este sentido, «nos encontramos en un contexto inmejorable, ya que el Gobierno se ha comprometido a hacer una reforma fiscal para que el sistema sea más progresivo —manifestó Almudena Escorial—. También, ha anunciado una nueva Ley de Familias, por lo que el momento es ideal para incluir una ayuda a la crianza que aspire a la universalidad y que nos haga despertar a una Crianza Digna que nos iguale con el resto de Europa».
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En España, «las madres y padres no duermen, porque no ven por ninguna parte las ayudas a la crianza que sí se perciben en otros países europeos. Esta falta de ayudas también le quita el sueño a los pequeños que no pueden ir a una excursión porque se ha roto la lavadora o no pueden ir a natación porque ha subido el recibo de la luz. Debemos acabar con este tipo de situaciones»», concluyó Escorial.
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