Dos jóvenes ingresados en estado grave tras intoxicarse con GHB, la droga de las violaciones
Fueron trasladados a dos hospitales madrileños, uno de ellos intubado
Éxtasis líquido o GHB, ¿la nueva droga del delito?

Dos jóvenes de 25 y 28 años tuvieron que ser hospitalizados en estado grave tras haberse intoxicado con la droga GHB, según un comunicado de Emergencias Comunidad de Madrid. El suceso tuvo lugar en el distrito de Centro.
Los sanitarios que acudieron a un domicilio de la calle Salitre, de Madrid, se encontraron con los dos jóvenes, que habían resultado intoxicados al consumir este estupefaciente sintético. Tuvieron que darles asistencia sanitaria debido a su estado.
Una vez recibida esta primera atención médica, ambos fueron trasladados en estado grave al Hospital Clínico San Carlos y al de la Concepción, respectivamente. Uno de ellos tuvo que ser intubado.
El GHB es, según la información del Plan Nacional sobre Drogas, un potente depresor del sistema nervioso central que inicialmente puede producir sensación de bienestar y euforia. Se le conoce en algunos círculos como 'éxtasis líquido', aunque en realidad sus efectos tienen poco que ver con el éxtasis, que es un estimulante y no una droga depresora como el GHB.
En el mercado ilegal circula en forma de líquido transparente y se consume por vía oral, generalmente mezclado con agua, por lo que es difícil controlar la dosis consumida. Por eso, las autoridades advierten que «ligeras variaciones en cantidad o pureza producen efectos muy diferentes».
Además, los efectos de esta droga sintética varían mucho de una persona a otra. Se perciben a los 10 o 20 minutos del consumo, duran de 60 a 90 minutos, y desaparecen por completo a las 3 ó 4 horas.
Aunque quienes lo consumen buscan un aumento de la sociabilidad y la capacidad de comunicación, pueden aparecer síntomas totalmente opuestos a estos, como somnolencia, dolor de cabeza, confusión, depresión respiratoria, alucinaciones e incluso coma. Puede hace que quien lo consuma se desmaye y pierda la consciencia, por lo que también se le conoce como «la droga de las violaciones».
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