Desmantelado un asentamiento ilegal de toxicómanos en Villaverde

Solucionar la problemática que Madrid sufre con los asentamientos ilegales no es tarea sencilla: se extienden por los márgenes de la M-30, en algunas plazas del centro de la ciudad y zonas ajardinadas. Y, como no podía ser de otra manera, también en los polígonos de la periferia. El ayuntamiento lucha por ponerles coto mediante derribos para que los 'inquilinos' no vuelvan a invadir los espacios. Eso fue lo que ocurrió ayer en la calle de Valle de Tobalina, en Villaverde Alto, donde las máquinas desmantelaron una zona chabolista instalada en terrenos pertenecientes al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) en los que vivían una veintena de personas, en su mayoría toxicómanos.

Los técnicos municipales, presentes en la intervención, filiaron a 19 hombres y mujeres de distintas nacionalidades, a los que Samur Social ofreció una alternativa habitacional. «Con una o dos personas que seamos capaces de recuperar, será una buena noticia para sus vidas y para que no se puedan asentar de nuevo», analizó la vicealcaldesa de la capital, Begoña Villacís, presente en el derribo. «Hay un gran trabajo de Samur Social para tratarlos de forma individual. Lo que podemos hacer es impedir que los vecinos vivan en esas situaciones de insalubridad«, añadió Villacís.

En la zona, explicó, «se ejerce el menudeo, el narcotráfico y la prostitución, y los vecinos tienen sensación de inseguridad«. »No es compatible con el modelo de ciudad que defendemos y desde el principio dijimos que íbamos a acabar con la okupación, apostando por que se viviese dignamente«, dijo.

La parcela será ahora limpiada y vallada para impedir que las personas filiadas, u otras, vuelvan al lugar. «Cada una de estas operaciones lleva aparejado un gran trabajo jurídico y colaboración institucional. Lo siguiente será instalar cámaras de vigilancia, pero no en todas las zonas se puede hacer porque es imposible. En la colonia Marconi sí, por ejemplo, porque hay problemas de trata«, afirmó Villacís, haciendo referencia a las otras operaciones de derribo de asentamientos que se han producido: 177 en lo que va de año y 466 infraviviendas demolidas durante el mandato.

La vicealcaldesa, que durante el verano ha acudido a la mayoría de desmantelamientos y desokupaciones, hizo hincapié en la necesidad de «combatir» estos escenarios. «El trabajo es duro. Es una gran ciudad y tiene problemas de las grandes ciudades. Pero nosotros somos una ciudad combativa, frente a otras ciudades que son paraísos para la okupación. Y por eso estamos observando una reunión significativa del chabolismo«, subrayó.

Junto a ella estuvo Mariano Fuentes, delegado de Urbanismo. «Este parecía un problema crónico, pero no lo es, y hay que trabajar con constancia. Hemos aprobado actuaciones para regenerar los espacios y ahora compensa trabajar de forma coordinada con el ayuntamiento para eliminar los asentamientos ilegales», dijo el edil. Todavía queda mucho por hacer al respecto y las chabolas siguen invadiendo gran parte del terreno de Madrid.