Perfil de Beatriz Biedma
La invisible juez del caso David Sánchez
Cordobesa de nacimiento, «pragmática y concienzuda», se ha aislado desde que instruye la posible corrupción en la Diputación de Badajoz
La Audiencia de Badajoz vuelve a respaldar a la juez al entender que quedan «múltiples diligencias» en el caso del hermano de Sánchez

Cordobesa de nacimiento -«muy cordobesa» dicen quienes la conocen-, pero afincada en Extremadura desde hace casi dos décadas, la juez Beatriz Biedma, de unos 50 años, vive con su familia en Badajoz, donde ejerce como titular del Juzgado de Instrucción número 3 ... desde 2011.
Es lo más básico sobre la juez que instruye el caso de David Sánchez, el hermano del presidente del Gobierno, pero hasta a lo más básico cuesta llegar. Casi no hay fotos, tampoco comentarios ni el más mínimo rastro de quién y cómo es. Más allá, claro, de ese marcadísimo acento cordobés, con el que interrogó a David Sánchez y el resto de la plana mayor de la Diputación de Badajoz, que conoce ya toda España.
Paradójicamente, esa declaración la hizo viral, sin que, seguramente, ella lo buscase. Más bien lo contrario. Es el caso más mediático al que se ha enfrentado nunca. Y dicen, fuentes del entorno judicial de Badajoz, que «se ha aislado» desde que le tocó su instrucción. El foco mediático le incomoda. O, como poco, no lo busca, lo rehúye.
Es por ello que, durante estos meses, se ha mostrado hermética, celosa de su privacidad. Hay quien dice verla «algo afectada» por la presión mediática. «Hay jueces que buscan estar en foco para después posicionarse, pero no es el caso», señalan. En este sentido, quienes han podido tratarla profesionalmente, aseguran que es «muy formal y correcta» y que en ningún caso «entra en circos».
Quien la conoce la define como una mujer «sencilla, pero con mucha personalidad», siempre «fiel a sus decisiones». «Cercana», cuando toca serlo, pero contundente si es preciso. Hay quien todavía la recuerda, de su paso por los juzgados de Almendralejo -donde estuvo antes de llegar a Badajoz-, como una «chica simpática, agradable», pero, por encima de todo, «trabajadora». Tanto es así que el juzgado de la que es titular lleva también su impronta, siendo «el más ágil» de los cuatro que hay en la capital pacense.
Precisamente, después de que se filtrase la declaración del hermano del presidente, hubo quien subrayó la contundencia de las preguntas de la juez. Probablemente, fuese una buena muestra del marcado estilo de Biedma. Los que han tenido que lidiar con ella al otro lado, como abogados defensores, aseguran que es «dura interrogando, incisiva y directa al grano», siempre tratando de ser «práctica y pragmática».
«No sabes si las preguntas [a Sánchez] están enfocadas en la inocencia o en la culpabilidad. Es lo que debe hacer un juez instructor»
Hablan de su «arrojo», de una «mujer concienzuda», también «escrupulosa», pero flexible cuando considera que tiene que serlo. «No es como otros jueces, si pides un sobreseimiento y cree que está motivado, accede», apuntan. Esto último va en la línea de otra característica que refuerzan quienes han tratado con ella: «Es equilibrada, aséptica». «No es parcial y tampoco desoye al Ministerio Público», añaden.
«Escuchando sus preguntas [a David Sánchez] no sabes si están enfocadas en la inocencia o en la culpabilidad, que es justo lo que debe hacer un juez instructor», indican. No obstante, claro, hay quien, como en todo, le pone pegas. Un experimentado abogado pacense cree que, a veces, «se hace su idea del delito y es difícil hacerla cambiar», aunque, reconoce que «pocas veces falla».
Artes Escénicas
Siete palabras. Una pregunta: «¿Qué es la oficina de Artes Escénicas?». De las más sencillas que, seguramente, podría haber hecho -se investiga la posible creación a dedo de un puesto de trabajo y la magistrada pregunta por dicho puesto de trabajo-, pero que, sin embargo, dejó contra las cuerdas al hermano del presidente, que, después de balbucear y dudar, espetó conciso: «La oficina que se encarga de las artes escénicas». Sin más. Cortita y al pie, que se diría en el argot futbolístico.
Aquella cuestión y otras no menos embarazosas para los interrogados hizo que muchos pusiesen el foco en la juez Biedma, hasta entonces y todavía hoy, desconocida para la opinión pública. Si mantiene su camino, así seguirá siendo hasta que el próximo 25 de abril el propio David Sánchez o su «hermanito» Luis Carrero -exasesor de Moncloa- vuelvan a escuchar ese marcadísimo acento cordobés.
Y es que, en su último auto, citó como investigados -además del propio Sánchez- a Carrero; al jefe directo de Sánchez, el diputado de Cultura y líder del Partido Socialista de Badajoz, Ricardo Cabezas, y al director del Área de Cultura, Manuel Candalija, que este miércoles defendía la «necesidad» de crear el puesto para Carrero y decía tener la esperanza de que todo quede en nada.
La realidad es que el último auto de la Audiencia Provincial de Badajoz -en el que se desestima el recurso de tres funcionarios de la Diputación que pedían el sobreseimiento de la causa- ha vuelto a respaldar la investigación de la magistrada, defendiendo que la instrucción está «en pleno apogeo» y que quedan, todavía, «múltiples diligencias» encima de la mesa.
En el mismo auto, de hecho, se afirma que «no puede obstaculizarse la labor investigadora propia del juez de instrucción». Se entiende, por tanto, justificados los pasos dados por Biedma, también su decisión de recabar información sobre el propio Luis Carrero.
Sea como sea, en unas semanas, el foco, ese que tanto rehúye la magistrada, volverá a posarse sobre sus hombros y sobre el juzgado de la que es titular. En el horizonte, la posibilidad -o no- de que siga adelante y abra definitivamente juicio oral.
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