Felipe VI defiende «el establecimiento de un Estado palestino junto a Israel» como «solución política» para Oriente Próximo
El Rey recordó que ésta fue «la promesa de la Conferencia de Paz de Madrid de 1991»
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En la clausura de la VIII Conferencia de Embajadores españoles, Felipe VI defendió este jueves que, «sin una solución política, que pasa por el establecimiento del Estado palestino junto a Israel, no será posible parar este ciclo de violencia» en la Franja de Gaza «o impedir que se vuelva a repetir», como ocurre ahora.
Desde que el conflicto entre Israel y Palestina se recrudeció tras los ataques del pasado 7 de octubre, la de este jueves es la primera ocasión en la que el Rey pidió el establecimiento del Estado de Palestina para poner fin al conflicto en Oriente Próximo. El Jefe del Estado recordó que ésta fue «la promesa de la Conferencia de Paz de Madrid de 1991» y llamó a la comunidad internacional a movilizarse «para ayudar a las partes a materializarla».
«La tragedia que vive Gaza está sacudiendo la conciencia de la Humanidad, como también lo hizo el atentado terrorista que sufrió Israel el 7 de octubre, el peor de su historia», declaró. Y añadió: «Ante esta crisis, además de la condena y el llamamiento a la liberación de todos los rehenes y de la petición de respetar el Derecho Internacional y el Derecho Internacional Humanitario, debemos seguir insistiendo también en que, sin una solución política, que pasa por el establecimiento del Estado palestino junto a Israel, no será posible parar este ciclo de violencia o impedir que se vuelva a repetir».
«Diplomacia para la paz»
Don Felipe se dirigió a un auditorio en el que se encontraban 130 embajadores de España acreditados en todo el mundo, quienes le recibieron con un caluroso aplauso en cuanto entró en la sala. Ante todos ellos, reivindicó el lema de la conferencia de este año 'Diplomacia para la Paz', que cobra mayor importancia en un contexto en el que «Europa y el mundo se enfrentan a un futuro incierto en el que los valores y principios de nuestras democracias se ven amenazados». Mencionó entonces los «actos de agresión como el de Rusia contra Ucrania» y también «fenómenos como el terrorismo», además de la situación que viven las regiones de Oriente Próximo o África, «regiones de importancia estratégica para España» y que «se ven sometidas a profundos desafíos».
«El drama de la guerra azota a poblaciones enteras y a los derechos humanos más elementales», afirmó Felipe VI, al tiempo que añadió que «la diplomacia para la paz requiere continuar incidiendo en la defensa de un orden internacional basado en el pleno respeto de la Carta de Naciones Unidas», además de «la promoción del multilateralismo y la solidaridad entre socios europeos y aliados euroatlánticos». En este punto, destacó el Rey que «los valores y virtudes de la Comunidad Iberoamericana» son «una valiosa aportación en la búsqueda de soluciones a la convulsa situación internacional actual, en la que España tiene mucho que decir».
El papel de la diplomacia
Ante estas prioridades para la acción exterior de España en el año 2024, el Rey ensalzó el papel de la dimensión diplomática, que además es «esencial» en «cualquier conflicto armado»: «Vuestra labor, la de los embajadores, es clave para revertir la situación ante agresiones como la que sufre Ucrania ante crisis como la de Oriente Medio o ante los conflictos e inestabilidad en muchos lugares de África como el Sahel».
Reivindicó también el Rey el papel de la Constitución, al afirmar que «en ella se establece el mandato de seguir promoviendo las relaciones con los países de nuestra comunidad histórica». Un mandato «al que no es ajena la Corona, que seguirá comprometida con la promoción de unas relaciones cada vez más intensas y sólidas con los pueblos de Iberoamérica».
En este sentido, recordó a los jefes de misión que «la defensa de la Democracia y del Estado de derecho son señas de identidad» de esa comunidad que España construye en el exterior. «Se trata de cualidades muy necesarias y oportunas en estos tiempos en los que internacionalmente se debate sobre la vigencia de los valores y su significación en las distintas regiones, así como sobre las dificultades para hallar soluciones comunes y coordinadas en el espacio global».
El Rey transmitió su alegría a los embajadores por verles de nuevo y les animó a seguir con la labor «fundamental» que realizan por España: «Tenéis la gran responsabilidad de velar por nuestros intereses; pero también de vosotros depende la oportunidad de crear entendimiento, de contribuir a la formación de consensos, de preservar y proyectar los valores de tolerancia, solidaridad, pluralismo y respeto a los derechos y a la dignidad de la persona que la sociedad española siempre ha defendido», concluyó Felipe VI.
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