La Justicia exculpa a Nacho Vidal del homicidio de un fotógrafo por el ritual del sapo bufo

Elena Burés

Barcelona

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09/05/2023 a las 15:46h.

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Buenas noticias para Nacho Vidal. El Juzgado de Instrucción 2 de Xàtiva (Valencia) ha archivado la causa contra la estrella de cine porno, acusado de un homicidio imprudente, tras la muerte de un fotógrafo en julio de 2019, cuando consumió el veneno de un sapo bufo en la residencia del actor. Fue casi un año después cuando la Guardia Civil lo detuvo, como presunto implicado en el fallecimiento de la víctima, José Luis Abad.

Ahora la Justicia exculpa a Vidal, cuyo nombre real es Ignacio Jordá. En un auto, fechado este 8 de mayo y al que ha tenido acceso ABC, la juez sostiene que fue Abad «quien interesó someterse voluntariamente a la ceremonia» y acudió a la misma «habiendo consumido previamente cocaína». Decreta así el sobreseimiento provisional de la causa contra el actor. Una decisión que no es firme y contra la que las partes pueden presentar recurso.

La resolución detalla que la forense ratificó, el pasado marzo, tres informes periciales que constatan que las sustancias que consumió el fotógrafo son alcaloides, que aumentan «la tensión arterial, las arritmias y la frecuencia cardíaca», con lo que el flujo sanguíneo «se compromete, no dilatando la coronaria y no produciéndose la debida irrigación sanguínea muscular». Así, la mezcla entre el veneno extraído del sapo y la cocaína tuvieron un resultado fatal sobre el fallecido.

«En el caso de autos se produjo una reacción adversa a ambas sustancias. Encontrándose restos de cocaína en los análisis del Sr. Abad, indicando que éste tuvo un consumo de dicha sustancia entre uno y cuatro días antes de la muerte y el mismo día en que ésta se produjo», afirmó la forense, para ratificar que el deceso se produjo por «el consumo conjunto de cocaína y DMT, no puede desvincularse la una de la otra».

Es así como la juez concluye que no existen indicios suficientes de la participación de Jordá «en el fallecimiento» de Abad. El actor, que siempre ha defendido su inocencia, se enfrentaba a una pena de entre uno y cuatro años de cárcel por homicidio imprudente.