Junts cree que Puigdemont llegará a España en verano, pero no lo quiere como candidato
Aunque su partido espera un fallo positivo sobre la amnistía, apuesta por Nogueras para la Generalitat
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Junts espera que el Tribunal Constitucional resuelva en un plazo breve de tiempo sobre la amnistía y que el expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, pueda regresar durante el verano o justo después a España. «Sin duda podrá hacerlo, y dando una rueda ... de prensa en la puerta del Tribunal Supremo para explicar que ha ganado», dicen fuentes solventes de esta casa.
Junts se mantiene unido alrededor de su líder del todavía prófugo pero a la vez entiende que con él de candidato, el partido tiene un techo electoral perdedor y que en el caso de que pudiera volver a la presidencia no sólo no podría llevar a cabo la independencia sino que su leyenda de héroe irredento quedaría enjuagada en el autonomismo.
Por eso, al margen de Puigdemont, pero trabajando en una idea que le pueda disgustar lo menos posible, el partido prepara la candidatura de Míriam Nogueras para la Generalitat. No se trata de un acto de deslealtad con el expresidente sino de un cierto sentido de la anticipación. Junts se da el plazo de un año para que su hasta ahora candidato se haga cargo de que la situación ha cambiado.
Junts se ha incorporado al sistema por la vía de los hechos y nadie en el partido espera ni prepara otra intentona como la del procés. Tampoco Míriam Nogueras, que se puede permitir perder unas elecciones sin arruinar un legado mítico que tampoco tiene. «Y en el caso de ser presidenta de la Generalitat», afirma una fuentes del partido cercana a Waterloo, «no está obligada a justificarse ante la Historia con unilateralidades que hoy sin imposibles». El cambio de candidato no puede entenderse como la renuncia discursiva de Junts a su ideal independentista ni como un regreso a la vieja Convergència i Unió sino como una continuidad en las formas antisistema que pueden adentrar al partido en el terreno de la marginalidad. Las encuestas del momento sugieren que Junts puede quedar por debajo de los 30 diputados (28-30, respecto de los 35 que ahora tiene) frente al fuerte ascenso de Aliança Catalana, que pasaría de 2 a 10-12.
Los sectores de Junts que quieren avanzar hacia la centralidad no encuentran el camino. El miedo a Sílvia Orriols y a su partido no les permite rentabilizar su discurso anti inmigración. Por orden de Puigdemont, Junts se bajó a última hora de la moción de censura contra la alcaldesa de Ripoll, renunciado a mostrar la validez de sus políticas frente a las de Aliança. De la jubilación de Puigdemont tampoco calculan poder sacar un provecho claro. Uno de los partidarios del la recuperación de la moderación explica que «él ha llegado a acuerdos con Pedro Sánchez anteponiendo la solución de su problema personal a su ambición política, pero Míriam Nogueras no representa un agua más tibia, sino la obediencia absoluta al líder y además está libre de cuentas pendientes con la Justicia, de modo que su posicionamiento político no tendrá que hacer promedio con la resolución de ningún asunto que la debilite».
Junts ya no tiene un plan para la independencia ni una idea clara de cómo recuperar la centralidad de la política catalana. Sabe que no puede continuar con Puigdemont de candidato, pero no sabe qué hacer con su legado, y ésta es la explicación de que el partido prepara a Míriam Nogueras como candidata. Con ello esperan dar satisfacción a los militantes más aguerridos aunque sea al precio de alejarse de los resultados que abren las puertas de Palau.
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