Entrevista
Gabriel Elorriaga: «Ceder inmigración es un error, Europa va en otra dirección»
Exsecretario de Estado de Organización Territorial
Avisa de que los nuevos traspasos a la Generalitat debilitarán más las funciones estatales
Sánchez entrega a Junts la presencia de los Mossos en fronteras y la devolución en caliente de inmigrantes

Gabriel Elorriaga fue secretario de Estado de Organización Territorial (2000-2004) y subdirector del Gabinete del presidente del Gobierno con José María Aznar (1996-2000). Atiende a ABC tras pronunciar una conferencia en Barcelona invitado por el Club Tocqueville, en la que diserta sobre el ... modelo «dinámico y abierto» de la financiación central, autonómica y local de España, el «modelo más descentralizado del mundo», justo cuando el PSC, el PSOE y los independentistas quieren entregar a Cataluña un concierto económico similar al modelo vasco.
—¿Qué le parece la delegación de la inmigración para la Generalitat?
—Ante todo es un inmenso error, más allá de que se pueda considerar constitucional o no, sobre todo, es un error. La tendencia europea es la de establecer y configurar políticas de inmigración compartidas para toda Europa. Los flujos de población requieren de sistemas fuertes de control de fronteras. Fragmentar internamente las competencias de inmigración no puede más que dificultar su funcionamiento y entorpecer las labores propias de un Estado democrático.
—El PSOE recuerda que el Gobierno de Aznar uso el artículo 150.2 de la Constitución para delegar a la Generalitat el control del tráfico.
—No es equiparable. El 150.2 se ha utilizado en varias ocasiones a lo largo de las últimas décadas. Pero la diferencia con el caso actual es que se utilizó para anticipar la atribución de competencias estatutarias. Así pasó con la Comunidad Valenciana y las Canarias. Ahora se intentan asumir unas competencias que son inasumibles por vía estatutaria porque son exclusivas del Estado e indelegables.
—¿Es factible y legal que la Generalitat también disfrute de un concierto económico?
—No lo creo. Las comunidades de régimen común pueden tener distintos regímenes pero homogéneos entre ellas. Es un sistema común. Y la Lofca está reclamada desde la Constitución para desarrollar el modelo común. Esta norma no se puede eludir. Por lo tanto, no cabe un modelo de concierto económico para una comunidad autónoma de régimen común. La ruptura del modelo es indudablemente malo para todas las partes. El sistema, tal y como lo proponen, debilita la posición del propio Estado. La Administración General del Estado tiene unas responsabilidades que si se merman en sus recursos, perjudican a las políticas que tiene encomendadas. Estas políticas son, básicamente, de solidaridad, pensiones no contributivas, ingreso mínimo vital, dependencia…
—¿La quita autonómica por todos no es una forma de solidaridad?
—Podría tener sentido una restructuración de la deuda acumulada, sobre todo en las comunidades que han estado infrafinanciadas. Pero esto no es lo que se atiende con la propuesta que se ha hecho. Cataluña no es una comunidad autónoma infrafinanciada. Como Madrid, está más o menos en la media. Pero hay otras comunidades que sí están, objetivamente, infrafinanciadas, como son la Comunidad Valenciana, Región de Murcia, Andalucía y Castilla-La Mancha.
—Los socialistas y los independentistas dicen que Cataluña sí está infrafinanciada.
—No hay ningún trabajo de naturaleza científica que asegure que Cataluña y la Comunidad de Madrid están infrafinanciadas. No existe. Hay posiciones políticas pero no trabajos técnicos. Y los que hay plantean pequeñas diferencias marginales.
Financiación regional
«Cataluña no es una comunidad autónoma infrafinanciada. Como Madrid, está más o menos en la media»
—¿Cree que se han roto los consensos institucionales en España?
—El PSOE renunció a los consensos en 2003, cuando el PSC pactó la formación de gobierno en Cataluña. Deciden que no se puede entender nada con el PP a nivel nacional. Es entonces cuando se hacen imposibles los acuerdos estructurales de Estado. Todo lo demás es consecuencia de esto. El diseño del modelo autonómico es fruto del acuerdo entre el PP y el PSOE, explícito y firmado en 1992 e implícito en todas las reformas estatutarias, hasta que llegó la aprobación del Estatuto de Cataluña en 2006.
—No es muy optimista…
—El único atisbo de esperanza sería que el PSOE volviera a su ser de partido nacional capaz de vertebrar la política de una manera integral. El PP, desde el año 2000, ha tenido dos mayorías absolutas, ha gobernado cómodamente… Pero el PSOE, desde hace 25 años, no tiene una mayoría sólida.
—¿El PP de Feijóo es alternativa?
—Las encuestas son buenas, pero la perspectiva, para los próximos años, es extraordinariamente dura. La legislatura actual es probable que no sea corta y al PP lo que le queda es mucho trabajo para llegar al Gobierno.
Acuerdos con el PSOE
«El PSOE renunció a los consensos en 2003, cuando el PSC pactó la formación de gobierno en Cataluña»
—¿Y Feijóo es el líder adecuado para esta «perspectiva extraordinariamente dura» en la oposición?
—En este momento, no existe ninguna duda. El PP está completamente alineado en torno a Feijóo, que es un dirigente político que representa muy bien la amplitud del espectro ideológico que un partido de centro-derecha europeo como el PP representa.
—¿Qué implicaciones tendrá la presidencia de Trump para España?
—La llegada de Trump a la Presidencia de los Estados Unidos es una calamidad. Y tiene repercusiones muy importantes en la política europea, porque la Unión Europea se va a tener que adaptar a la nueva situación. Se alterará la política de defensa, la comercial… Se alterará el entorno geopolítico. Y a nivel español es la diferenciación entre el PP y Vox. Vox se queda como un partido abiertamente trumpista, dispuesto a asumir un discurso que parece poco compatible con los intereses nacionales y abre una brecha con el PP muy nítida.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete