«Volver es sensacional, no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes»
Jesús y Héctor son dos profesionales que han retomado sus puestos en sus respectivas orquestas
Héctor Heredia toca la trompeta, de vuelta bajo los focos
Jesús Gutiérrez y Héctor José Heredia son supervivientes, en cierto modo. El sector ya había alertado de ello y hoy es una realidad: los espectáculos sufren una 'fuga de artistas' que en su día cambiaron vocación por otros trabajos y que no en ... todos los casos pueden o quieren volver. Ellos han resistido, uno en la mesa de sonido, el otro a la trompeta. Estos dos profesionales forman parte de sendas orquestas palentinas, Jaque Mate y Flamingo, pero hubo momentos en los que pensaron que no volverían a animar con ellas las noches de los pueblos.
«En 2020 no salió nada ni recibí ayuda, tiré de puros ahorros», rememora Jesús, que, a pesar de que nunca perdió del todo la esperanza, recuerda la incertidumbre, «comerse mucho la cabeza» y cómo la temporada siguiente fue a base de reinventarse. «Con un pequeño grupo pop y la gente sentada salvamos los muebles», añade este palentino. «El mundo de la verbena tuvo que buscar en otros para comer», valora por otro lado Héctor, que sabe de compañeros que recalaron en supermercados y comercios. «Yo estuve como repartidor y bastante desilusionado, después de subirme al escenario, subir a la moto me parecía un paso atrás», reconoce el venezolano, que lleva años en Palencia, pero al que empezó a pesarle tener a la familia lejos. Aunque confiesa que varias veces se planteó dejarlo, el apoyo de su empresa, Arpalencia, le ha ayudado a aguantar el tirón.
Y ahora el panorama no tiene nada que ver: «Me ha sorprendido mucho la cantidad de gente, hay mucha euforia y ganas de fiesta, con públicos muy entregados», recrea el trompetista, que esta temporada lleva a sus espaldas más de 25 'bolos' en los que «parece que nunca hubiese habido una pandemia». Ni rastro de miedo o recelos, al menos en el corazón de la fiesta. «Gracias a Dios hay prácticamente normalidad, es como que nada hubiera pasado, está siendo un año de los buenos», coincide Jesús. «Aunque a mí me den la espalda, se nota que la gente lo pasa bien, veo que transmiten mucha alegría, y eso siempre gusta», sonríe el técnico.
Para hacer brillar el escenario, comenta que Jaque Mate ha tenido que buscar a cuatro nuevos integrantes que suplieran las bajas de esta formación de nueve. Aun así, logran «mantener la esencia». Además de llevar el sonido, Jesús también coordina y supervisa. Atiende, de hecho, horas antes de actuar en Melque de Cercos (Segovia). Mientras, Héctor ejerce como director musical para Flamingo y contesta entre preparativos para su cita en Vilviestre del Pinar, Burgos. Diría que en la orquesta tienen «muy buen rollo». «Las sensaciones sobre el escenario están siendo extraordinarias», opina, «llegó un punto en el que diría que muchos estábamos muy saturados del trabajo y creo que esto nos ha ubicado a todos, no sabes lo que tienes hasta que ves que lo pierdes...». También ellos han regresado con energías renovadas, y su actividad es frenética estos días, con el plato fuerte, entre 12 y 4 horas, en horario de 'búho'.