Una radiografía sobre el repertorio lírico español con reconocimiento
La Fundación SGAE reconoce con el Premio de Investigación 2024, a nivel nacional, a la joven salmantina Alicia Castaño por un trabajo en el que analiza cómo se programa ópera y zarzuela
Tecnología 3D para una formación más inclusiva

Analizar y comprender cómo se programa lírica en España. Fue el objetivo que se propuso la joven salmantina Alicia Castaño Sánchez en su Trabajo de Fin de Máster (TFM). Graduada en Historia y Ciencias de la Música por la Universidad de Salamanca y ... máster en Economía de la Cultura y Gestión Cultural por la Universidad de Valladolid. Como culmen a esta última titulación, quiso analizar «qué se programa hoy y por qué» porque «creo que se tiene la percepción de que a los teatros españoles sólo llega ópera clásica y a mí me parecía que no». Una tendencia que, según pudo comprobar, ocurrió principalmente tras la pandemia: «Descubrí que después del Covid se comenzó a programar de manera muy innovadora, sobre todo en espacios como el Teatro de la Zarzuela en Madrid o el Liceo, en Barcelona, que quisieron arriesgar para que su público tuviera diversidad».
Para este estudio, que ha sido recientemente distinguido con el Premio de Investigación 2024 de la Fundación SGAE, la alumna de Peñaranda de Bracamonte seleccionó once teatros, de los que pudo conseguir un histórico de la programación -tres temporadas prepandémicas y una 'pos'-. Luego, aplicó a una base de datos tres indicadores parciales: uno de compositores más conocidos; otro en base a la contemporaneidad y un tercero teniendo en cuenta la originalidad e innovación. «Todo eso lo agregamos en un método e hicimos un indicador sintético de calidad». Con todo ello pudo determinar que la lírica en España goza de buena salud y eso pese a la incidencia de la «enfermedad de los costes» que aqueja a determinadas manifestaciones culturales, especialmente las que son muy gravosas como es el caso de la ópera y la zarzuela. Aún así, los teatros que se lo pueden permitir no quieren que la lírica se quede «relegada» al plano clásico con el fin de llegar a «más público».
Pone el ejemplo del Teatro de la Zarzuela, «un caso extraordinario» pues a pesar de que su programación está muy limitada a un género «tratan de innovar encargando nuevas composiciones». En otros casos se tiene muy en cuenta la idiosincrasia del público. Ocurre en el Campoamor de Oviedo, «con una trayectoria de ópera muy arraigada», y donde lo que más gusta es lo clásico. Opción por la que apuestan también los espacios con menos recursos económicos que sólo pueden ofrecer uno de estos montajes al año. En este perfil está, por ejemplo. el Calderón de Valladolid, que para abaratar costes a menudo opta por la coproducción como hizo hace unos años con 'La Traviata', de Verdi, junto al Teatro de la Maestranza de Sevilla.
A sus 24 años, Alicia Castaño piensa que «eso de que los jóvenes no van a la ópera» es «un estereotipo» que no se corresponde con la realidad, aunque sí que es más común que el gusto por la lírica se 'herede'. Considera «un orgullo» que la SGAE se haya fijado en su investigación, lo que le sirve de acicate para seguir indagando en los estudios de economía cultural mientras hace el doctorado de Musicología.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete