«Las bandas han descubierto a músicos que de no ser por ellas, no habrían llegado donde lo han hecho»

¿Cómo surgió la creación de la federación y qué objetivos se marca?

-Surge de la forma más imprevista posible, en cierta parte por culpa de la pandemia, que afectó a todo el gremio y nosotros no fuimos menos. Nos reunimos unos amigos de la zona, los directores de las bandas de Astorga, Villamayor, Zamora y Benavente, y decidimos hacer algo porque la situación tenía muy mala pinta para todos. Había antes una federación que llevaba años sin actividad, por lo que decidimos partir de cero y arrancar con una nueva iniciativa para intentar dotar a las bandas de actividades y de dinero para salir de la crisis de la pandemia.

¿Cómo han vivido estos atípicos casi dos años y cómo han sobrevivido a ellos?

Cada banda tiene su formato particular, pero en general todas vivimos de convenios con ayuntamientos y diputaciones y de actuaciones. Al no haber durante un tiempo actuaciones, que representaban un tercio de los ingresos de las bandas, tuvimos que reinventarnos y hacer cosas nuevas, como grabaciones subidas a las redes, un trabajo que en algunas comunidades se valoró pero aquí no se tradujo en ingresos, a lo que se sumó que en algunos casos los ayuntamientos no respetaron los convenios.

¿Las bandas de música son la prolongación necesaria de conservatorios y escuelas de música para poner en práctica su aprendizaje?

En pueblos y localidades pequeñas, las bandas y sus escuelas descubren músicos que nunca llegarían donde lo han hecho si no fuera por ellas. Su labor es necesaria e imprescindible. Tienen un papel fundamental de proyección y de puesta en valor de una actividad social y cultural como la música. Las actividades extraescolares muchas veces se centran en los idiomas o en una actividad física, pero la música también es necesaria y compatible con éstas.

¿Requiere mucho sacrificio y esfuerzo pertenecer a una banda que centra sus actuaciones los fines de semana?

Va por ciclos, durante la etapa del colegio y el instituto se puede contar con ellos prácticamente al 100 % para las bandas y a partir de la universidad le resulta un poco más complicado. Ahora la actividad también ha cambiado y no sólo se centra en trabajos de calle como procesiones o Semana Santa y se trabaja también distintos tipos de conciertos, de bandas sonoras o con grupos reducidos que da opción a trabajar con grupos más reducidos y así tenemos esa problemática más salvada.

¿Cuántas bandas conforman la federación?

Ahora mismo estamos federadas siete bandas aunque en los próximos días se incorporarán otras dos o tres y ya hemos contactado con 45 interesadas. Cada banda tiene unos cincuenta músicos de media, aunque algunas llegan a los 75 componentes.

¿Cuánta gente aficionada mueven las bandas de música de la Comunidad y sus escuelas?

Son cerca de medio centenar de bandas y un grupo aproximado de más de seis mil personas vinculadas a ellas de alguna u otra manera.

¿Hay alguna Comunidad que os de envidia sana en cuanto a tradición de bandas de música?

En Castilla y León no contamos con la tradición que pueden tener Comunidades como la Valenciana o Galicia. Ellos van a otra velocidad, con una antigüedad y un poso que hace que algunas bandas sean allí verdaderas instituciones. Aquí hay muchas cosas que hacer en el camino, consolidarse y actualizarse y a partir de ahí crear una estructura que verdaderamente de apoyo a todas las bandas.

¿Qué proyectos tienen a nivel autonómico como federación?

Además de los cursos y los conciertos, está la creación de una banda de Castilla y León que acogerá a músicos amateur de las distintas bandas para representar a la Comunidad tanto dentro como fuera. También planteamos crear algún certamen de composición como complemento a los escaparates que ya existen y están consolidados de certámenes de bandas como el de Aranda de Duero o el de Benavente.

¿Cómo es la actividad musical en las aulas que desarrollan las bandas?

Ahora mismo, algunas bandas dependen de cultura y otras de educación y sería importante aunar esfuerzos y formar un bien común porque todas nos dedicamos a la misma actividad, aunque sea desde vertientes distintas.