Las mujeres de Andalucía asumen el 98% de los permisos para cuidar hijos

El documento, que incluye un análisis pormenorizado de la situación y los avances sobre los papeles de los hombres y las mujeres en las tareas del hogar y de cuidados, no dibuja un escenario muy positivo. De hecho, recoge el estudio, surge entre las andaluzas la idea de ‘mala madre’, un sentimiento de que «no cumplen de manera adecuada el rol de madres que se le exige socialmente’.

¿Y qué dicen ellos? Cuando se les pregunta a los andaluces, presumen de ser «el reflejo de un claro avance en la mayor participación en las tareas domésticas» y representantes de «las nuevas masculinidades». Sin embargo, esa autopercepción que tienen los hombres andaluces en su implicación en la vida doméstica choca con las ideas que expone el documento de Igualdad.

Así, señalan desde la Consejería que dirge Rocío Ruiz, «la figura paterna tiene un claro papel secundario con relación al cuidado intensivo en los primeros meses de vida» de los hijos. De hecho, destaca el estudio, casi el 98 por ciento de los permisos y prestaciones por nacimiento de un niño los cogen las madres. Solo el 1,3 por ciento es para los padres.

Tampoco cuadra esa idea de ‘nueva masculinidad’ con los datos sobre quién se encarga de qué en casa. Así, el solo cuatro de cada diez padres andaluces está pendiente de las citas médicas de sus hijos o la agenda de actividades o vida social de los niños. Es una tarea, señalan en Igualdad, que asumen de forma mayoritaria las madres.

Esto son, por supuesto, medias estadísticas. No refleja la realidad de cada hombre en Andalucía. ¿Hay hombres que comparten al 50 por ciento todo lo que supone llevar un hogar? Claro. Pero, destaca el estudio, cuando eso ocurre, «se pone de relieve como una situación especial de mérito remarcable». Visto de otro modo: lo que a la mujer se le presupone, al hombre se le premia.

Esta diferencia en cuanto a las tareas del hogar y el cuidado no es nueva. Ni tampoco cambia en ninguna de las franjas de edad, señala el plan de conciliación. Y, de hecho, aunque los jóvenes andaluces cada vez dedican menos horas a los cuidados del hogar, sin embargo «las brechas por sexo se mantienen» como antes. Es decir, que da igual cuánto tiempo se empleen las nuevas generaciones en la comunidad a limpiar o cuidar a los niños, que las mujeres siguen dedicando más esfuerzo.

Esto provoca, señalan desde Igualdad, que haya una sensación de «frustración» entre las mujeres andaluzas trabajadoras . Sienten que no pueden desarrollar su carrera como querrían y que la maternidad las penaliza.

En este contexto en el que las teras de casa son mayoritariamente femeninas, surge la figura de la «supercuidadora», como la llama la Estrategia de Conciliación. ¿ Qué es esto? Pues son las mujeres que «capitalizan en exclusiva las tareas de cuidado» y llegan a tener a su cargo no solo a los hijos, sino a sus padres y abuelos también .

Esta sobrecarga de ciudado no es gratis. Provoca, indican desde Igualdad, que las mujeres andaluzas sufran «sensación de agobio, cansancio y estrés». Se da el caso, incluso, de quienes «han renunciado a todo o parte de su trabajo» para asumir esos cuidados.

Es complicado encontrar mujeres en las obras de Andalucía. También en la Industria. Son dos sectores, señala la Estrategia de Conciliación, eminentemente masculinos. ¿Dónde se emplean ellas? Casi el 90 por ciento, en el sector servicios.

La situación laboral de las andaluzas, indica la Junta, las relega a un mayor número de contratos temporales o a tiempo parcial y, sobre todo, con salarios que son de 3.000 euros menos al año de media . La brecha salarial no acaba de cerrarse en la comunidad.

Se da un dato curioso cuando se habla de conciliación en Andalucía. Son los hombres que trabajan en Agricultura e Industria quienes dicen que tienen menos problemas para desempeñarse en el tajo y cumplir en casa. Pero cuando se les pregunta a las mujeres que están en estos sectores, son las que dicen que tienen más problemas.

Frente a este cuadro que pinta el informe sobre conciliación de la Consejería de Igualdad, se plantean una serie de problemas a resolver. Entre ellos, el que los hombres andaluces tengan «mayor implicación» tanto en el cuidado de hijos como de mayores y de personas dependientes.

También señala la Estratagia planteada por la Consejería de Igualdad que « los equipos directivos de las empresas tienen que estar más sensibilizados » con la importancia de la conciliación o que hay que desarrollar políticas públicas que favorezcan el desarrollo laboral y el cuidado del hogar y los hijos. Entre las necesidades detectadas también está el caso de las familias monoparentales, donde las dificultades para conciliar se comlpican aún más.